Feliz año.- Irinida
Fecha Friday, 04 January 2008
Tema 010. Testimonios


Recuerdo bien como se pasaban estas fechas en la obra. Todo era alegría. Para mí era tiempo de “mortificación extraordinaria” y no solo por las fiestas A B o C.

 

En el primer año que pasé las navidades fuera de casa de mis padres me acuerdo de la llamada telefónica que tuve que hacer para explicarles “totalmente convencida” que no podía ir porque tenía mucho trabajo. Y lo entrecomillo porque me moría por dentro de la rabia de tener que mentirles.

 

Que mal espíritu debía de tener, pues nunca me alegraba cuando había resopón. Me parecía un auténtico coñazo. Además estaban esas fechas del 24 o del día 31 en las que salías de la cocina para hacer la oración. Pues eran días de estar prácticamente con los fogones las 24 horas.

 

Las numerarias auxiliares cenábamos el día 24 o el 31 a las siete y media. Por supuesto en distinto comedor que las numerarias y a distinta hora. A veces incluso con diferente comida. Después venía toda la celebración por parte de los chicos y nosotras nos íbamos a acicalar para oír la meditación y a las doce la Misa. Pues ¿Qué mejor manera de empezar el año?

 

La verdad es que a mí se me ocurrían otras maneras. Lo mejor era escuchar las campanadas a las 3 de la mañana y comer la uvas fingiendo una alegría que no sentía .Y uno de los peores momentos es cuando te dan la bolsita y te tienes que poner la nariz postiza y tirar confeti. Feliz año.

 

Por supuesto había que seguir corriendo al día siguiente para recoger y hacer la comida y luego comer en 25 minutos porque venía el sacerdote a dar la bendición.

 

¿Para que hablar de los Reyes Magos y las “bromas”? Más alegría fingida. Yo tengo claro que no me explico muy bien pero siempre me pasó de poner por orden de preferencia tres regalos y uno alternativo. Siempre me traían el peor. A veces parecía que a las auxiliares nos compraban los regalos en el todo a cien. Y he visto bromas tan patéticas que te daban ganas de llorar.

 

Me preguntaba si hacer el opus dei era estar aguantando todo el rato este tipo de situaciones. En este caso estoy hecha una santa. Lo mío era lo ordinario. ¡Ah! Pero es que yo no tenía vocación y en este caso tampoco la gracia de Dios para llevarlo.

 

Me fastidia mucho que metan a Dios en sus porquerías.

 

Irinida







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