Me parece muy acertado lo que dice Agustina en su correo de 5-12-2007 sobre el secreto de confesión.

La moral exige que quede en secreto lo que cualquier persona hable sobre su intimidad en una conversación privada con un sacerdote, tanto si hay confesión de por medio como si no la hay.

De manera que el sacerdote que no guarda ese secreto tiene un comportamiento inmoral, que no respeta la dignidad del sacerdocio ni la confianza depositada en él por la Iglesia y por la persona que viene a contarle sus miserias.

Yo tuve una experiencia en éste sentido. Antes de hacerme del opus, con 17 años, empecé a ir por un centro. A los pocos meses, por un comentario del numerario que se ocupaba de mí, llegué a la conclusión de que el cura le había contado al numerario lo que yo le había contado al cura. Como es lógico me sentí traicionado por el cura y fui a decirle que esas cosas no se hacen...por aquello del secreto de la confesión... Entonces el cura me dijo que lo que se habla después de dar la absolución no queda dentro del secreto de confesión... etc., etc...

Creo que no era consciente de la inmoralidad de su comportamiento.

Desde luego si me hubiera dicho previamente que lo que hablásemos lo comentaría luego con el numerario que llevaba mi seguimiento, la conversación se habría terminado en ese mismo momento.

José Antonio.