Realmente cada vez que te leo me dejas estupefacto con tus fijaciones. Riteras una vez y otra, el mal rollo que -según tú y tu caprichosa imaginación-, existe entre el Santo Padre y el Prelado del Opus Dei. La verdad es que no sé de dónde te lo sacas. No sé si responde a aquello que se suele decir: "Tú dilo, que algo queda" o, peor aún: "la reiterada afirmación de una mentira, puede acabar convenciendo a la gente de que es verdad".
¡Ay, que me olvidaba que no te va a gustar esto que he escrito! Bueno, tú di, que algo queda, ¿no?
Saluditos
Pentium