Sólo querría agradecer breve, pero muy sinceramente el escrito de Agustina del 26 de noviembre de 2007 “Sobre la lealtad en el Opus Dei” y darle mi pleno apoyo. En ese escrito se sintetizan de manera acertada, en mi opinión, los principales errores de una institución eclesial “viciada desde su raíz”.

Por ello, es no sólo importante, sino incluso necesario que la autoridad eclesiástica tome cartas en el asunto y se implique en el estudio de lo que pasa realmente en la vida interna de la Obra. Y también deben hacerlo las autoridades civiles de los Estados en que la Obra realiza su labor, pues los maquillajes financieros emprendidos por la Obra (las “sociedades interpuestas” de que habla Agustina), así como el procedimiento laboral con que los directores del Opus Dei tratan a sus “hijos/empleados” no se adecuan en justicia a lo que prescriben los derechos humanos que rigen en la legislación de esos Estados.

La página web Opuslibros y la contribución personal de cada uno de nosotros pueden motivar a que las autoridades eclesiásticas y civiles despierten de su “sueño dogmático” y abran los ojos sin cobardía a la realidad de la Obra “viciada de raíz”.