Hola Morgana,

No hace mucho me escribía un numerario que se había ido de la obra hace pocos meses, tras muchos años dentro y me recriminaba cariñosamente, que cómo es posible que en "nuestra web" -la de los que nos fuimos, les fueron y se están yendo-, tuviéramos que leer la "postura oficial" opinando sobre el concepto de "fidelidad" en términos parecidos a la manida y absurda frase del fundador: “fidelidad [a la obra] es felicidad”.

Le respondí que esas opiniones tan oficialistas sólo daban pie para que los que siguen dentro se rebelen leyéndolas. Y que leer posturas tan poco sinceras en relación a lo que sucede en la realidad, les ayudará a preguntarse hasta dónde pueden aguantar, tragar, callar, ceder, anularse.

Por eso no está mal que de vez en cuando en esta web, aunque es una web crítica sobre el opusdei, haya correos como el tuyo. Ayuda muchísimo a los que están mal porque se rebotan aún más. Y no te digo a los que se han ido o se están yendo. No te olvides que un alto porcentaje de quienes visitan Opuslibros están sufriendo dentro y leer lo mismo que oyen en sus charlas "fraternas" y dirección “espiritual”, contrariamente a tu intención, no deja de suponer un empujoncito hacia la salida.

A ti y a quienes nos escriben con el ánimo de dar doctrina opus les digo: está bien que escribáis de vez en cuando los oficialistas. No siempre se publica todo lo que llega porque campañas pro opus, no gracias, que para esos tenéis vuestras webs donde el cuento “Alicia en el país de las maravillas” se queda corto. Tus/sus escritos aquí, tan faltos del sentido de la realidad, tan al margen del dolor de vuestras hermanas/os y del vuestro propio, producen el efecto contrario al que buscáis.

¿Qué les vais a contar a esos mismos que están sufriendo -y lo saben porque lo viven-, de cómo es la vida dentro de la burbuja, lo que sucede en los centros, cómo es de artificial la vida de familia, el inexistente cariño y tantas crueles faltas de caridad? Tú podrás decir que no, que todas estáis muy contentas y que sois las personas más felices del mundo… pero eso sabes que no es cierto.

Persevera todo lo que quieras pero “no cierres los ojos a la realidad”. Hay demasiada “realidad” –desgraciadamente- como para seguir añadiendo mentiras en pro de una institución que hace aguas -y daño- por todos los lados.

Un saludo,