Muy bueno el documento que consigue Ávila. Y vaya curre de informe del coleguita del Opus Dei de la diócesis de (…). Me imagino el tío durante días inmerso en su papel de chivato carapato, haciéndole la pelota al obispo como un monitor de gimnasio a sus alumnas , ya sabéis, eso de “¡haaalaaaaa, que bien lo has hecho, guapa!, ¡no llevas ni un mes y estás dura como la Yein Fonda!, ¡muy bien, princesa!, ¡en una semana se te notan los gemelos que no veas!”. Pues éste en plan “¡muy bien, majestad, eso es un obispo, tiene la diócesis que es la envidia de la Conferencia Episcopal, y además…

Y el obispo… ”¡¡¡BODQUÉ NO DE CALLAS!!!”

Ya sé, a los obispos se les llama Ilustrísima, pero es que me acuerdo del sucedido de un alcalde que iba a recibir la vista del obispo y le pregunta al maestro del pueblo que cómo se le trata al obispo y el maestro le dice que de “Ilustrísima”...

- ¿Ilustrísima?... ¡pero si es un tío, ¿cómo le voy a llamar Ilustrísima?

- Tú hazme caso, que se les llama así.

Y llega el obispo y al bajar del coche se le acerca el alcalde para abrirle la puerta y le dice “su Ilustrísima llegará cansadísima del viaje”. Y el obispo le contesta.

- Vengo agotada, reina, agotada.

Una tontería.

El Tolay se lo curra, aunque en algunas ocasiones, como estar en Asturias, le echa imaginación, o quizás es que llamaban para ir a comer y se ventilaba el asunto en un plis plas, como cuando escribe sobre el superior del seminario… Está en el seminario desde hace dos años. Puso todo su empeño en congraciarse con aquellos alumnos más progresistas y de actitudes contestatarias, haciendo causa común con ellos. Ha quedado tan condicionado por esas posturas que actualmente no tiene ninguna autoridad. De hecho, ha solicitado ayudar –con el fin de “realizarse”- a una parroquia (Nuestra Señora de X) y el resto del tiempo lo dedica a preparar magisterio.

Vamos a ver si lo entiendo. O sea, que el tío llega, se hace el simpatiquillo con los alumnos más progresistas y de actitudes contestatarias y al cabo de dos años le dan collejitas, le dicen “¡¡¡ bodqué no de callas!!!, ¡¡¡búúúú,búúúú!!!... Y entonces sigue el escrito y escribe “de hecho”…” ¡¡para el carro!, “de hecho” significa que como consecuencia de que al rector le burrean… pide ”realizarse” en una parroquia.

Pues no lo entiendo.¡Qué tiene que ver que le burreen en el seminario con ir a prestar servicios a una parroquia!. Nada, no tiene que ver nada. ¿Qué pasa, ¿que en la parroquia no hay cachondeito con el cura?. Ya; pues que vayan a una misa de esas con fieles que son más raros que el negro de CSI, o una misa para los niños donde los chavales creen que como van a hacer la comunión vestidos de marineritos, en vez de hostia les van a dar un palito de merluza de Pescanova. Y te llega el padre y le dice al cura “¡Pero, bueno, ¿no le iba a dar un palito de Pesacanova?!”

- ¿Un pali…?

- Sí, un palito de merluza de Pescanova… y le da una cosa redodinta y, y… ¡venga, por Dios, el palito que tengo al Isra con un cabreo que pa qué.

- Pero es que…

- ¡¡¡BODQUÉ NO DE CALLAS!!!

El notas es que se tira a la piscina, y yo creo que es por las prisas, porque en los centros siempre hay algo que tienes que hacer y no hay manera de terminar con lo que estás. Si no es la oración, es la comida, o la hora del ángelus, o alguien que llama tu puerta “¿echamos una parte?”, o un círculo, o ponerte el cilicio, o quitártelo, o saludar al custodio del centro, o hacer una visita al santísimo, o hacer una corrección fraterna, o guiñarle el ojo a la foto de Tía Carmen y decirle, ”paisa, Tía”, o dejar la habitación porque entran “nuestras hermanas”, o hacer la lectura… en fin,¡tantas cosas! Y, claro, está el tío en lo de “no tiene ninguna autoridad” y, venga, a terminar como buenamente puede…

Eso le pasa por tener prisa. Ya lo escribí otra vez: las prisas no son buenas nunca, no hay más que ver a los gatos. Los gatos hacen el amor tan deprisa que hasta se desmayan, mientras a las gatas se las ve con una carica, como diciendo “pues, sí… pues, vaya… pues, ya te digo”. ¡Claro, gatito, tómatelo con calma!. Mordisquéale un poco el cogote, acaríciale el pelo, ronronéale algo al oído, tócale las ocho tetas… no sé, pórtate como se espera de un gato. Que vais de matones y de estiraos, y no valéis para nada.

Lo que no me ha gustado, Ávila, es que a la parroquia le nombres “Nuestra Señora de X”. ¡Joder!, podías haber puesto otra consonante al lado de Nuestra Señora. Parece el título de una película ponno tipo “Esclavo de su clavo”. Un poquito más de elegancia…

Esto de los informes es muy típico no sólo del opus dei, sino de muchas instituciones. Yo tengo un amiguete sindicalista que envía informes de los empresarios del consejo de administración de las empresas donde han ganado, y no está muy lejos de éste del opus. Lo mismo en los partidos políticos, en las diócesis, en los colegios… Y no siempre el motivo era por conocer la vida de tal o de cual, ¡qué va!, era algo más simple.

Es que, en ocasiones, te encuentras con tíos muy pesaos, muy plomos, muy brasas, y muy preocupados por la salvación del mundo, la falta de formación de los nuestros, o lo que sea. Y son muy palizas, y por no aguantarles, dices muy serio, y como en plan secretito, “hazme un informe”. Y eso a este tipo de gente les pone que no veas, sidral en el culete.

Y lo tienes entretenido una buena temporada. Luego coges el informe y en la primera convivencia en la Efa “Una espiga dorada por el sol” pones las hojas sueltas en un clavo en el WC, ¡y listo!

Cuando estuve de subdirector en un colegio había uno muy preocupado por indicios que veía de homosexualidad en los chavales. El tío es que estaba erre que erre con el tema, así que le dije “esto es muy grave, y tema muy importante: ¡hazme un informe que lo haré llegar a Bruno Buozzi !”  para el que no lo sepi Bruno Buozzi es el cocinero de Villa Tévere). El jachils se tiró meses haciendo el informe. Tengo la experiencia que cuanto más tonto es alguien, más complicadas hace las cosas. Bueno, pues éste comenzaba el informe acudiendo a la intercesión de Nuestra Señora y, después, venga, a pedalear hasta el infinito y más allá con la homosexualidad: historia, la Iglesia y la homosexualidad, homosexualidad y medios de comunicación, ¿es una enfermedad la homosexualidad?...

Me lo entregó exhausto y, la verdad, siempre me dio la impresión de que con algo más de “pluma”, no sé, como que la mano derecha la volteaba hacia arriba y enseñando la palma cuando decía, por ejemplo, “¡¡¡BODQUÉ NO DE CALLAS!!!”.

Tengo que hacer un informe.

Satur