Invitación aceptada.- Mineru
Fecha Monday, 12 November 2007
Tema 140. Sobre esta web


Para Andoni (9-nov-2007).

 

Recogiendo tu amable y sensata invitación de orar al Dios Vivo, deseo proponerte unas reflexiones como respuesta a la pregunta que realizas.

 

Cuando ese mismo Dios Vivo habla de la misión de sus discípulos en la tierra (Mt. 5.16) nos dice: “Así ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para que, viendo vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos”. De ahí que la luz de las buenas obras de Fe y de Amor, obras que no se esconden bajo el celemín, sea la prueba palpable de que hay Fe y de que hay Amor. Y esta luz está para ser vista, es decir, para ser probada.

 

Ciertamente, muchas son las buenas obras que pueden hacerse en nombre de la Fe y del Amor. Y ninguna excluye a las otras ni resulta excluida por ellas, a pesar de que alguien afirme lo contrario, puesto que ninguna buena obra perderá su recompensa (Mc. 9.41). A la categoría de las buenas obras pertenece la manifestación de opiniones sobre lo que pertenece al bien de la Iglesia, según disponen los cánones 212 y 220 del Código de Derecho Canónico, puesto que los fieles, conscientes de su propia responsabilidad:

 

Tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestarla a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres y la reverencia hacia los Pastores, habida cuenta de la utilidad común y de la dignidad de las personas”. Según esta responsabilidad, “A nadie le es lícito lesionar ilegítimamente la buena fama de que alguien goza ni violar el derecho de cada persona a proteger su propia intimidad”.

 

Creo que nadie puede responder a tu pregunta en nombre de otro, puesto que la responsabilidad –y el mérito- por los propios actos son personales e intransferibles. Lo que deseo decirte es que la crítica –opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia- es un derecho y un deber, y, por tanto, una buena obra de Fe y de Amor. Pudiera ser que la crítica contuviere juicios al estilo del que nos habla el evangelio de San Mateo (7.1), pero no seré yo quien juzgue dichos juicios por mejor seguir el consejo: “No juzguéis y no seréis juzgados, porque con el juicio con que juzgareis seréis juzgados y con la medida que midiereis se os medirá. ¿Cómo ves la paja en el ojo de tu hermano y no ves la viga en el tuyo? Váyale a cada uno según se lo proponga, o mejor.

 

En resumen, la luz de muchas buenas obras que no se ve en esta Web no puede impedir que brille la de las que se hagan aquí –con sus sombras- de igual forma que lo que hagas con una mano no tiene por qué conocerlo la otra.

 

Recibe un saludo cordial de

 

-Mineru-









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