Acabo de informarme del caso de Antonio Petit –Homenaje a Antonio Petit- sacerdote numerario de 59 años, fallecido recientemente en una situación deplorable. Yo no le conocía de nada y... se me han puesto los pelos de punta. Me ha entrado una congoja...
A dónde va a llegar el poder del opus dei? Cómo se puede ser tan falso y cruel? Simultáneamente que predican maravillas te la están clavando, pero... bien clavada. Eso si, a la vez que te hacen el “harakiri” se les llena la boca de mucho amor a ti, a Dios, y fidelidad al “padre”.
Es alucinante que esta máquina perversa no se pare. Y no lo declaren de una vez una secta. En algún país europeo ya lo está.
Leyendo lo de Antonio Petit te das cuenta de la tortura psicológica que practica sistemáticamente el opus dei. Y lo peor de todo es que te meten toda esa mierda cuando tan solo tienes 15 años. A un menor de edad! Y claro allí todos actuábamos como títeres. Cada uno como podía, pues no era nada facil.
Si esto no es terrorismo psicológico, que me lo expliquen.
Solo hay que ver la adoración exacerbada que teníamos todos hacia el fundador. Eso no era ni sano, ni normal. Pero como ya teníamos el cerebro con su ideología, no nos dábamos cuenta.
Y ya de jovencillos poníamos en práctica las técnicas de captación de nuevos miembros (proselitismo), el espionaje mutuo (corrección fraterna), el sometimiento absoluto (charla y confesión). Todos éramos manipulados y manipuladores. Y así los que están arriba se aseguraban la continuidad del invento.
Y pensar que a ese “padre”que ya desde el principio se nos presentó como santo, ha resultado ser el artífice de todo esto. Un hombre fanático, acomplejado, falso, malévolo y... farsante. Por decir “algo” de él. La verdad es que bien mirado le salió bien. El poder del opus no es moco de pavo: colegios, universidades, editoriales, hospitales, bancos, iglesia católica, política... y un largo etc. Brruu! Dan miedo. Son capaces de atropellar a cualquier ser humano con tal de conseguir su objetivo. Llegó la santa inquisición. Detrás están dejando un reguero de sangre y atropellos: vidas truncadas de por vida y familias destrozadas.
Y luego.... ellos no han hecho nada, no hay pruebas. Os habéis fijado que ellos nunca te comunican nada por escrito? Alguno tiene su testamento? Alguno tiene copia de la infinidad de papeles que firmabas sin leer porque era de “buen espíritu”? Te dicen que los destruyen –que eso se les da muy bien-. Pero... siempre te queda la duda. Y si una de esas incontables sociedades con las que opera, quiebre un día y te llegue a ti el marrón? Porque para el dinerito se ponen rápidos para que todos firmemos los miles de testamentos que manejan.
Me dan lastima los que continúan viviendo en esa mentira tan dañina, los que están de buena fe sin enterarse de la realidad del opus. Es muy muy difícil darte cuenta que te están engañando. Yo muchas veces me sorprendo de cómo pude salir de allí. Una vez fuera la persecución fue larga y dura (psiquiatra supernumeraria, director espiritual, directoras regionales, detectives). Una auténtica pesadilla.
Animo a los que estén en ese trance que escuchen su auténtico yo, su yo más profundo, cualquier indicio de movimiento interior, la más ligera brisa,... Sed valientes para dar el salto. La liberación es fantástica. Renaces. Y poco a poco te vas reconstruyendo. Y a pesar de las dificultades de la vida real disfrutas de ella un montón. Yo al menos disfruto con cosas diarias: el canto de un pájaro, el azul añil del mar, los distintos tonos de los árboles, el viento, el fuego de la chimenea, el olor a tierra mojada... La verdad que soy muy afortunada de vivir donde vivo. Reconozco que el contacto con la naturaleza me equilibra. Siento la energía en movimiento. Me retomo y cargo las pilas. Siento una paz activa. La naturaleza enseña mucho y de una forma muy simple.
En fin, que no conocía a Antonio Petit y... donde quiera que esté desde luego será mejor que la mala vida que le dio el opus dei. Brindo por él, segura de que su vida seguirá dando frutos. A mi me ha conmovido.
Saludos a todos,
Luna
