De lo institucional a lo particular.- Supo
Fecha Wednesday, 07 November 2007
Tema 040. Después de marcharse


Después de marcharse. De lo insititucional a lo particular

He leído el texto [Vademecum del Consejo Local]: «Es preciso evitar todo lo que pudiese contribuir a dar —a los interesados y a los que son fieles a su vocación— la impresión equivocada de que “no ha pasado nada”, de que la infidelidad no es algo muy serio [ ] los Directores han de tomar las medidas —dictadas por la caridad y por la prudencia— para que no se perturbe el buen espíritu de los demás, ni se creen confusiones o situaciones equívocas. Se perturbaría o se confundiría, por ejemplo, si mientras no transcurran muchos años, se les permitiera que fuesen por nuestros Centros con demasiada frecuencia y confianza, o se les invitara a comer allí; si se tuviera con ellos una excesiva familiaridad, en el trato y en las conversaciones; si se les contaran cosas de la vida en familia, o si se les hiciera intervenir prematuramente y con cierta autoridad y responsabilidad en actos o en trabajos relacionados con la Obra y que, por ser públicos, pudieran tener una cierta difusión. Tampoco resulta oportuno, de ordinario acudir a su boda, al bautizo de los hijos, etc.  No resulta tampoco oportuno que, después de abandonar su camino, comiencen a colaborar con personas de la Obra en trabajos profesionales de los que obtengan un beneficio material».

Y me ha llevado a pensar en mis historia. Historia que como otros muchos contaré cuando tenga tiempo, sobre todo después de la hermosa historia de Jacinta, que tantísimo me ha impresionado y debo decir me ha ayudado en mi propia interpretación de mi historia.

Vayamos al presente. Cuando me marché de la Obra, hubo algunos asuntos que desde mi punto de vista no se hicieron bien. Sin embargo, también es cierto que muchos numerarios siguieron -y siguen- tratándome con gran amistad, que es recíproca. Incluso alguno tuvo la deferencia de hacerme un regalo por mi boda. Al año de marcharme, fui invitado a un curso de retiro, al que acudí. Cuando me cambié de ciudad, no sé si por desconocimiento, un numerario me invitó a acudir a los medio de formación de San Gabriel. Sólo fui a una charla, pero habitualmente hay numerarios y supernumerarios que me invitan a los retiros, a los que no acudo por incompatibilidad de horario. Varias numerarias me tratan con bastante afecto y corrección. En fin, personalmente, no he sufrido todo lo que se comenta, pero eso no significa que otros no lo hayan padecido. De hecho desde que dije que me iba, hasta que me fui, seguí viviendo dos meses en el centro, claro que es porque todavía se me preguntaba si seguía con mi planteamiento. También debo decir que sin una presión extraordinaria. Todo lo achaco -quizá como disculpa de conciencia- a que en realidad me iban a decir que no hiciera la fidelidad. Pero ,ay, eso no lo sé.

Pienso que aunque institucionalmente pueda escribirse una cosa, otros muchos numerarios actúan con otro estilo, algo que es de agradecer, y que según los testimonios aportados en esa web debería ser más habitual. Incluso si llegase a ser lo normal, podrían suprimir párrafos como el anterior, o cambiarlo para los que, según Antonio, ese numerario que tiene  más 200 correos por contesar y por lo tanto pasa de EMEVE, no son miembros de pleno de derecho porque son menores de edad. Aunque todos sabemos que desde el principio a uno le hacen sentirse como si el Opus Dei, y el mundo, se apoyasen sobre sus hombres.

Supo









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=11053