"Si un pitable fuera el  mismo Jesucristo o la Virgen María". Flipper.

Buena hipótesis de trabajo la  que plantea Flipper. Algo así como la prueba del 9 para saber si el Opus Dei está en la línea correcta o nos sale secta.

Ciertamente, cualquiera argüirá que lo de la Virgen María es cosa clara. No más hay que considerar ese "FIAT" que naciera de sus labios, destinado miles de años después a abrirnos el corazón y con él la pluma lista para firmar. Pero es el caso que no consta que niguno de los discípulos de Jesús quisiera monopolizar la persona de María apropiándose de su firma en un papelote. A ninguno le dio por distinguirse de los demás atrincherado en su manto. Ni siquiera Juan, que la recibiera en herencia. Eso de apropiarse de todo lo que se menea no iba con los primeros cristianos.  

En cuanto a Jesús, hay no pocas pegas. Inevitablemente unida a Él estaba su partida de nacimiento. En su filiación, junto al nombre de su padre, José, figuraba el distintivo P. P., pater putatibus,  o sea, Pepe, padre presunto. Poco más hay que añadir.

Por otra parte, Jesús, hijo de un carpintero, pero descediente de la estirpe de David, se formaba en el templo y predicaba y oficiaba antes de echarse al monte. Por menos de eso, éste que os escribe hubo de dejar de tratar a un pitable desafortunadamente proveniente de un seminario.

Flipper, pierde toda esperanza. Cualquier director al que le lleven un ex-seminarista dirá que se le deje de tratar, así que las puertas del Opus Dei están cerradas para Jesucristo.

Kaiser