La realidad eclesial de la Obra.- E.B.E.
Fecha Monday, 22 October 2007
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


La realidad eclesial de la Obra

E.B.E., 22 de octubre de 2007

 

Según entiendo, Josef Knecht plantea la existencia de la vocación para evitar un problema más serio: ¿si el Opus Dei no es una realidad eclesial, entonces qué es?

Bien, esa es una buena pregunta y una forma de señalar el problema más grave que hay detrás de la cuestión en torno de la vocación. El tema de fondo no es la vocación sino qué es el Opus Dei, pregunta que ya se planteara Satur hace tiempo.

No creo que sea ningún problema, sino todo lo contrario –siguiendo la metáfora de Josef- plantear que los terroristas no son humanos sino marcianos (Marte no tiene nada que ver en esto), pues se trata de que la Iglesia extirpe de su interior esa institución anticristiana. Por eso es importante no considerarla jamás eclesial, pues es conceder un estatus demasiado importante, por miedo. Sí, por miedo a darse cuenta de que dentro de la Iglesia hay una secta (esto me lo dijo mi párroco, hace años y yo no le quise escuchar)...



No niego la evidencia: la Obra hoy posee un estatus eclesial. El asunto es cuestionárselo.

Esto de la secta es esencial. No se trata de un simple insulto o calificativo peyorativo. La Obra reúne características esenciales a una secta. Claramente a nadie le gusta reconocer la posibilidad de haber estado en una secta, por su carácter estigmatizante. Este es otro obstáculo para plantearse  sin miedos la naturaleza de la Obra y la vocación a ella.

Si la Obra es una secta, reconocerlo es fundamental para la propia curación. De hecho, el tema de la Obra no termina de cerrar porque no se llega a fondo y siempre queda algo del alien que supervive en nuestra conciencia. Por lo tanto, saber si la Obra es una secta no es una cuestión secundaria.

Bajo el manto de una ascética religiosa exigente (de apartamiento del mundo), se introduce dentro de la Iglesia una organización con características sectarias, destructiva y engañosa. Siempre hay una explicación sobrenatural para todo, pero el efecto es el propio de las sectas (ver anexo).

¿No sería poco honesto restringir de esta manera la cuestión acerca de la esencia la Obra? Más bien yo me preguntaría lo siguiente ¿no sería poco honesto esquivar constantemente la posible naturaleza sectaria de la Obra? Hablar de realidad eclesial y no preguntarse abiertamente por el carácter sectario de la Obra es un planteo incompleto, temeroso y que no ayuda al proceso de sanación.

El concepto de secta es amplio, por lo cual es necesario acotarlo para saber de qué se está hablando.

El autor del libro sobre sectas tiene en su página web un test o mejor  una tipología (modelo BITE) para definir la existencia de control mental destructivo dentro de una organización (recomiendo su lectura, aunque no está en español). La Obra cumple casi perfectamente con las cuatro categorías que en inglés forman la sigla BITE (control de la conducta, la información, el pensamiento y las emociones). Si uno acepta esto, es imposible seguir hablando de «la realidad eclesial» de la Obra sin cuestionarla. Al contrario, al comprender esas características, es fácil ver a la Obra como un alien dentro de la estructura de la Iglesia y en este sentido es fundamental no reconocerla como humana. Seguir hablando de vocación es darle al alien un pasaporte de humano, salvo que se acepte la existencia de vocación para pertenecer a una secta.

El problema que se presenta, si uno plantea este tipo de cosas es, por ejemplo, cómo la Iglesia puede haber canonizado al fundador de una secta. Y sí, es complicado. En última instancia, me parece menos problemática esa pregunta que la negativa a plantearse a fondo la naturaleza del Opus Dei.

En los hechos, nada de esto sucederá. La jerarquía de la Iglesia jamás admitirá ni el más remoto planteo de este estilo. Es muy difícil llegar a la verdad cuando ésta contiene elementos comprometedores.

Por eso no estoy muy seguro de que la crítica más efectiva hacia la Obra deba venir desde dentro de la Iglesia, porque hay preguntas que sólo se pueden hacer desde afuera.

E.B.E.

 

Anexo - Modelo BITE (traducción resumida)

I.  Behavior Control

II. Information Control

III. Thought Control

IV. Emotional Control

No es necesario que todos los elementos estén presentes para determinar si hay control mental destructivo sino comprobar que el efecto final es la promoción de la dependencia y la obediencia a un líder o causa. Los miembros de una secta pueden vivir en sus propias casas, tener varios trabajos, estar casados, tener hijos y aun así no tener una capacidad de acción y pensamientos propios.

I. Control de la conducta

1. Regulación de la realidad

a. con quien viven y se relacionan

b. ropa y estilo de vestimenta

c. que comen y que tienen prohibido tomar o comer

d. cuánto tiempo pueden dormir

e. dependencia financiera

f. poco tiempo libre, vacaciones y descanso

2. El mejor tiempo está dedicado al adoctrinamiento y al culto

3. Necesidad de pedir permiso para tomar decisiones vitales

4. Reportar a los superiores todos los pensamientos, afectos y actividades

5. Premios y castigos.

6. el pensamiento corporativo prevalece al individual

7. Rígidos criterios y regulaciones

8. obediencia y dependencia

II. Control de la Información

1. Uso del engaño

a. retención deliberada de la información

b. Distorsión de la información para hacerla aceptable

c. mentiras directas

2. Acceso restringido a la información no oficial

a. libros, diarios, TV, radio, webs

b. Información crítica

c. contacto con ex miembros

d. ocupación del tiempo para no permitir el pensamiento

3. Información fragmentada: doctrina hacia adentro y hacia afuera

a. No hay libre acceso a la información

b. La información varía según el nivel en la estructura piramidal

c. El líder decide quién puede saber qué cosas

4. Espiar a otros miembros es recomendado

a. asignar un tutor o monitor para control individual

b. reportar las desviaciones de conducta, pensamientos o sentimientos

5. Extenso uso de la información elaborada por la organización (publicaciones propias)

a. revistas, escritos, libros, videos, etc.

6. Uso no ético de la confesión (no propiamente el sacramento)

a. uso de información privilegiada para manipular la personalidad

b. recordar pecados del pasado usados con fines manipuladores

III. Control del pensamiento

1. Hacer de la doctrina (del grupo) la Verdad

a. pensamientos simples

b. Nosotros vs. ellos

2. Adoptar un lenguaje propio y simplificador.

3. Sólo pensamientos “buenos” se fomentan.

4. Técnicas de interrupción del pensamiento: rechazo del análisis racional y del pensamiento crítico. Aceptar sólo pensamientos aprobados como buenos.

a. Negación, racionalización, justificaciones

b. Meditación dirigida

d. Oraciones vocales repetitivas

e. diversos tipos de cantos

IV. Control Emocional

1. Limitar los sentimientos y afectos.

2. hacer que la persona sienta que los errores son siempre culpa suya y nunca del líder o la organización.

3. Excesivo uso de la culpa

4. Excesivo uso del miedo

a. Miedo a pensar individualmente

b. El mundo como un sitio peligroso

c. Miedo a no lograr la salvación

e. miedo a dejar el grupo o a ser rechazado

f. Miedo a la desaprobación

5. Confesión publica de faltas o pecados

6. Creación de fobias: programación de miedos irracionales a dejar el grupo o criticar la autoridad del líder. Imposibilidad de visualizar un futuro al margen del grupo.

a. No hay felicidad posible fuera del grupo

b. Terribles consecuencias tendrán lugar para quien deje el grupo: enfermedades, infelicidad, accidentes, desgracias, malas elecciones, etc.

c. Miedo al rechazo de amigos o familiares.

d. Nunca hay una razón legítima para irse. Quienes dejan el grupo siempre es debido a su debilidad, al dinero, al sexo, a su infidelidad, a la indisciplina, etc.

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