Al hilo de Miguel C.- Kaiser
Fecha Monday, 22 October 2007
Tema 140. Sobre esta web


“Una web que se abraza en lágrimas con quienes se manifiestan ateos, agnosticos (sic) y cosas por el estilo”.

 Miguel_C.

 

Al hilo del escrito de Miguel_C me ha dado por pensar que concuerda más la actitud de este hombre con la de los escribas y fariseos del tiempo de Jesús, que con la de un hombre abierto, positivo y generoso –ni siquiera ya caritativo- con sus semejantes.

Los escribas y fariseos se pretendían también en la exclusiva posesión de la verdad  contenida en su ley y se sentían igualmente llamados a defenderla velando por su cumplimiento  y  preservándola de la contaminación por gentiles, publicanos y demás gentes de mal vivir.

En ese contexto, difícilmente, Miguel C,  proclamado aquí ferviente seguidor de Cristo, le secundaría en el abrazo a esos gentiles, publicanos,  marginados, apestados sociales, “y cosas por el estilo”. Al contrario, cuesta menos trabajo verlo entre las gentes de orden, escandalizándose a cada provocación del Maestro.

Alguien me dirá ¿cómo es posible que uno pueda a un tiempo proclamarse seguidor de Cristo y en el mismo instante contradecir lo que proclama? Este es un fenómeno nada inusual en el contexto en que nos movemos. Así que la pregunta merece una respuesta y creo tener una explicación:

 Sucede que a Miguel C y a tantos como él, la estructura normativa que le ha sido dada ligada al ideal cristiano es la que es -la que esgrime, vaya-  y a ella se aferra a modo de esqueleto exterior de su espíritu, quizá debido a que carece de fuerza interior propia. Si Miguel C hubiera sido coetáneo de Jesús, la estructura normativa que se habría encontrado sería la judía de su tiempo. Y ahí lo tendríamos como el más fiel seguidor de la doctrina, justo cuando se topa con el Cristo real (al que él curiosamente alude sin verlo) acariciando a una ramera y teniendo tratos con un recaudador, departiendo con cualquier menesteroso en el camino, aceptando dádivas de proscritos, samaritanos, etc… Miguel C no estaría con Cristo. Estaría enviando una nota de protesta al Sumo Sacerdote, denunciando cómo Jesús intentó ridiculizar públicamente a su amigo el joven rico, pidiéndole que renuncie a las riquezas con que Dios le ha bendecido y que las reparta entre aquellos a los que Dios ha vuelto la espalda. Llevaría la cuenta de los pasos dados en sábado. Rumiaría en su corazón la desfachatez de proclamar que podemos vivir como los lirios del campo.

Yo estoy convencido de que en el propio ejemplo que él pone de la institución de la eucaristía, el Miguel C de aquel tiempo no se habría marchado por no entender lo que allí pasaba, sino escandalizado ante semejante exaltación de la antropofagia.

Ahora lo tenemos, dictándonos lo que debe ser esta web.

Kaiser









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