Basta con leer a Morgana y a Bithias para darnos cuenta de cómo están las cosas dentro. La gente está muy desilusionada, no hay expectativas de cambio de ningún tipo y si dejaran hablar...
La obsesión por la norma, el reglamento, el "está previsto que", "sería bueno", hacen que nos estemos asfixiando a marchas forzadas. Si dedicáramos a vivir el cariño entre nosotros el mismo esfuerzo que dedicamos a la "puntualidad" en todo lo que hacemos...
¿De qué sirve estar puntuales en la oración de la mañana si de 13 numerarios, 8 están zombi? Esto no se aguanta. Si hicieran una encuesta, se les iba todo el mundo.
Abrazos,
Atodon