La obediencia y la sumisión. (Un año fuera... Cap.7).- FML
Fecha Thursday, 04 March 2004
Tema 070. Costumbres y Praxis


(Cap. 7 de 'Un año fuera del Opus Dei')

LA OBEDIENCIA Y SUMISIÓN

En la Opus de Dios, la gente no es obediente, es sumisa. En la Opus, no se vive la virtud de la santa obediencia, se vive la santa sumisión. En las charlas que se dan en la Obra, siempre se dice que la obediencia no es una virtud de moda... perdonad que les diga. La obediencia es una virtud muy de moda, lo que no se lleva es el tipo de "obediencia" que predican... es que eso es esclavitud. Es hablar de siervos y señores, es volver unos cuantos siglos atrás...

La obediencia es aceptar una voluntad ajena, un imperativo, con plena libertad para poder realizar otra cosa, y nunca rindiendo el propio juicio. Obedecer una norma, no significa no poder pensar contrario a ella, o incluso someterla a crítica.

La sumisión es aceptar una voluntad ajena, un imperativo, sin libertad para actuar de distinta manera, y rindiendo siempre el propio juicio. Sumirse a una norma, es pensar conforme a dicha norma, sin poder someterla a crítica... incluso llegando a adecuar tu pensamiento a las normas que te vienen dadas.

¿Cuántas veces hemos escuchado en la Obra que debemos de rendir nuestro propio juicio crítico a lo que nos mandan los directores? Nadie puede en la Obra, cuestionar una orden, o pensar contrario a lo que piensa un director en una materia determinada.

Si un director dice que se debe de salir de espalda por la puerta del centro (vaya chorrada de ejemplo), no basta con que tu obedezcas y salgas de espalda, sino que debes de pensar que eso es lo correcto, y no puedes decirle al director que aunque obedezcas, piensas que hay que salir por la puerta como el resto de los mortales. Es más, intentarán por todos los medios posibles, hacerte ver que lo que dice el director es lo correcto... y a veces dirás, "que sí, que sí que es verdad llevas razón"(esto por no escucharles).

En la Iglesia, muchas veces se ve a personas que defienden el sacerdocio de la mujer, o el no celibato de los sacerdotes, como individuos que están fuera de la salvación que están fuera de la Iglesia... un momento. Cristo no prohíbe la libertad de expresión. Lo que no estaría bien es que un sacerdote, en nombre de su pensamiento, decida casarse... porque no sería obediente a la Iglesia. Pero ¿pensar distinto?, eso no es algo malo, es algo que enriquece el diálogo, y la adecuación de la Iglesia a los nuevos tiempos... Dialogar, escuchar y comprender las posturas diversas, no es de personas frívolas, es de personas sabias.







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