Respuesta a Bithias.- Isabel Nath
Fecha Monday, 08 October 2007
Tema 140. Sobre esta web


Queridos todos,

 

Me perdonáis que me dirija personalmente a Bithias.

 

Acabo de leer tu correo a esta Web del pasado miércoles 3 de Octubre, y siento una mezcla de tristeza inmensa y alegría esperanzada. La tristeza evidentemente por las cosas que nos cuentas, que no por conocidas duelen menos. Y la alegría por ver el análisis tan lúcido que haces y porque me hace pensar que hay más como tú.

 

No voy a entrar en lo que nos cuentas en tu correo; es durísimo porque es cierto, me consta (esta afirmación parece de Perogrullo, pero pienso que merece la pena reflexionar sobre ella: este drama que Bithias nos cuenta es real, y lo viven muchas personas con nombres y apellidos a diario. No es El Codigo Da Vinci, es la vida misma…). Te agradezco de corazón que hayas escrito ese texto porque sé que sacudirá a muchos como me ha sacudido a mí. Y déjame que te diga que no pienso que seas cobarde por escribir con un nick; los que hemos estado dentro sabemos que no hay otra forma de hacerlo si tienes el coraje de denunciar las cosas como realmente son. En el Opus Dei no se admite la discrepancia más mínima con lo que dicen los directores (los de arriba del todo, quiero decir, todos los demás directores siguen el mismo criterio de asentir a lo que dicen los directores de más arriba). Y si no admiten la discrepancia, olvídate de la crítica. Tener espíritu crítico es uno de los mayores pecados que puede cometer una persona del Opus Dei, que será inmediatamente acusada por este motivo de estar faltando a la unidad de la Obra, que es el pecado máximo. Así que no, me niego a aceptar que escribas como un cobarde. Pienso más bien que eres valiente en denunciar y sobre todo valiente al tender la mano del cariño verdadero al que lo necesita.

                                                          

Como tú dices a los que desde dentro sufren esa tortura, yo te lo digo a ti: no estás solo. De este lado del abismo hay muchas manos fuertes tendidas hacia ti, con tu nombre y tu apellido que no conocemos. No dudes en cogerlas si lo necesitas. Aunque no sea ahora, porque estas manos fuertes seguirán tendidas hacia ti hasta que las necesites, ya que a pesar de todo lo que intenta la Nomenclatura cada vez hay más manos tendidas y cada vez son más fuertes y más decididas a no permitir que nadie dentro sufra porque se siente solo.

 

Te mando un abrazo muy grande y toda mi comprensión y mi cariño. Y mis oraciones también.

 

Isabel Nath









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