Para Aquilina.- José Carlos
Fecha Wednesday, 03 March 2004
Tema 900. Sin clasificar


Querida Aquilina:

Me has dejado tieso con tu correo. Trato de comprender lo que dices y cómo lo dices con la clave de tu primera frase, en la que admites escribir llevada de "auténtica rabia." Si no, no lo entiendo, sobre todo viniendo de ti.

En la inmensa mayoría de mis intervenciones, he hablado de lo que conozco del Opus Dei. En efecto, está limitado por mi propia experiencia, pero abarca dos países, diecinueve años, labores de dirección y muchísimas personas dentro y fuera de la Obra. No he negado lo que contaba nadie en esta web. Sí he intentado demostrar, en un par de escritos, que lo que parecían ser críticas contra el Opus Dei eran realmente ataques contra posiciones comunes en la praxis de la Iglesia. Y he sugerido formas de mejorar la página. Tu balance de que mi aportación a la web es que "todos mis mensajes son de críticas" me parece injusto y muy, muy exagerado. Me parece que personas razonables no comparten esa conclusión tuya.

Sacas el ejemplo de Jesucristo y sus denuncias a los fariseos (gracias por recordármelo, es un punto del que quería hablar y se me quedó en el tintero). Estoy de acuerdo contigo con que a veces la caridad y la justicia exigen que hablemos, y el silencio puede ser una grave falta de omisión. La diferencia que yo veo entre Él y lo que yo pueda decir sobre el Opus Dei no radica en el imperativo moral de hablar cuando uno está convencido de la verdad; ése imperativo lo comparto. Como estoy plenamente convencido de que llamar a alguien "pánfilo", "melifluo", "mentiroso", "pueril", "troglodita", "retrógrado", "cavernícola", "fascista" y otras lindezas no conduce al diálogo, pues hablo contra ello. Como tampoco ayuda que alguien se ría en público de las faltas de ortografía de una persona que escribe con toda su buena voluntad, pero que tiene la osadía de no opinar lo mismo que él.

Mi problema es epistemológico: Jesús, como Hijo de Dios, conocía la Verdad perfectamente, y hasta los mismos corazones de los fariseos. Yo, en base a mi propia experiencia, en estos momentos no estoy lo suficientemente convencido de la maldad que algunos puedan ver en las personas, el espíritu o la praxis del Opus Dei como para llamarles "raza de víboras" o "sepulcros blanqueados". No tengo suficiente conocimiento de causa, basado en lo que he vivido, en lo que he visto y conocido, en lo que leo, para culpar a un espíritu o a un ideal de lo que ocurre. Admito que pueda haber culpa en su implementación particular en determinados tiempos, lugares o personas.

Te cito sobre el escándalo de los curas pederastas: "Perdona, pero si tú puedes actuar de esta manera es únicamente porque no fue tu hijo la víctima de estos episodios." ¿Cómo sabes tú cómo actuaría yo? Perdona Aquilina, pero creo que me conozco mejor a mí mismo de lo que tú me puedas conocer.

"...tu actitud de pensar que eres el único mayor de juicio en medio de un rebaño de menores mentales." Te diré que para una persona que tiene dos hermanas con discapacidad intelectual, la frase "menores mentales" escuece muy de cerca. Por favor Aquilina, ¿cómo voy a pensar eso? Te aseguro que no es así, os respeto muchísimo y tú lo sabes porque te lo he dicho; no te enfades por algo que no es verdad. "Superior a los demás", "mayor entre los demás hombres"... ¡Chica, si sólo estaba explicando por qué no critico yo, tú puedes hacer lo que quieras!

Que si lo que aquí se cuenta puede alejar a alguien de su vocación, de la Iglesia, o de Dios. Lo dije porque una intervención reciente en la web ha declarado abiertamente, requiriendo la inmediata, paciente y acertada reacción de muchos, que pensaba no convertirse al cristianismo (ayudada por una numeraria) por lo que había leído en esta web. Ya sé que son mezclar las cosas y no distinguir, pero te aseguro que cuando leí ese correo me dio un escalofrío y me entró verdadera pena.

"Fascista". Fíjate, hasta ahora no me había caído ese apelativo. Que venga de ti me llena de profundo dolor. Anécdota para distender un poco el ambiente:

Era la mañana del 24 de febrero de 1981. En España reinaba la grave incertidumbre de una democracia joven, sumida en un vacío de poder, en la que un parlamento elegido en la primera legislatura constitucional estaba secuestrado por fuerzas armadas reaccionarias. En Valencia, los tanques en la calle. Doquiera, crispación y espectros del pasado. En mi clase de 1º de BUP en mi colegio de Escolapios, en la que corrían efervescencias de autonomías recién estrenadas y de juventudes de izquierda a ultranza, daba la casualidad de que habíamos (habían) elegido por Delegado a un falangista, por el solo hecho de estar repitiendo 1º de BUP por tercera vez. Este chico (dos años mayor que los demás, con barba y todo) se subió a la tarima antes de que llegara el profesor, y con toda seriedad pregonó ante todos: "Estamos haciendo las listas, y tú José Carlos, opusinoyanquicapitalistajudíomasónliberalrojo de mierda, ¡vas a ser el primero en caer!" Broma de adolescentes, realmente de mal gusto, pero he de decir que me enorgullecí de su confundido calificativo.

Respecto a tu desafortunado comentario prefiero no decir mucho, salvo para constatar que me parece completamente injusto. En la web pretendo persuadir, no censurar; cuestionar, matizar, ilustrar, no pensar por otros o abrogar su reflexión. En el correo que tú criticas expliqué el grado de convencimiento que YO he de tener para criticar a una institución de la Iglesia. Dejé bien claro que no estaba ni predicando ni sermoneando, solamente dando a entender mi modo de proceder. Declaré explícitamente que entiendo que otros con rectitud de intención y los mismos principios éticos que yo, actúen de otra forma en conciencia. Por favor, ten mucho cuidado cuando lanzas un epíteto tan cargado de horrores históricos, de degradación,
de atropellos brutales a la dignidad humana, que verdaderamente detesto.


Finalmente, sobre si mi experiencia contrasta con las que se cuentan en la web. Repito una vez más: sólo hace falta haber visto el Opus Dei hecho como debería ser (a grandes rasgos) en un solo lugar, para saber que un Opus Dei así es posible. A lo mejor tú no has tenido esa suerte. Yo he vivido un Opus Dei en el que,

- En mi residencia de estudiantes, TODOS los residentes tenían llave y salían y entraban cuando querían
- Los numerarios tenían tarjeta de crédito y coche disponible
- Era rarísimo denegar una consulta de planes
- No se estilaban las broncas
- Se promovía el verdadero apostolado de amistad, independientemente de si el amigo venía o no venía al centro
- Los folletos describiendo las actividades del centro mencionaban al Opus Dei explícitamente
- La fundación que lleva las finanzas de la región publica un informe anual, en el que se presentan todas las cuentas y también se menciona al Opus Dei explícitamente
- Se sostenían labores sociales entre gentes necesitadas, a base de una gran inversión personal y material durante muchos años, de las que salían poquísimas vocaciones de numerarios
- Se organizaban muchos campamentos año tras año para enseñar doctrina cristiana básica y virtudes humanas a chicos jóvenes, sabiendo que en este país se cuentan con una mano las vocaciones de adolescentes
- En esos pocos casos, los padres de los menores de edad sabían que sus hijos estaban considerando una vocación en el Opus Dei
- Sabíamos y permitíamos que la dirección espiritual no dependía de una sola persona
- Uno perseveraba porque le daba la gana
- A los que se iban, no se les amenazaba con la desdicha perpetua, condenas eternas o pérdida de la fe
- Una vez fuera, se nos trataba con cariño y respeto
- La gente se esforzaba, sinceramente, por hacer la vida agradable a los demás
- Hay numerarios mayores, con muchos años en la Obra, verdaderamente felices

Y no me pongo a contar detalles porque no acabaría. Si en un sitio existe, es que puede existir.

Aquilina: un abrazo sincero.
José Carlos







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