Después de leer tantas anécdotas vuestras voy a contar las mías.

He estado en dos campos de trabajo. En el primero había gente de todo, atea y gente que iba a club opus dei (yo pertenecía al segundo) y digamos que la que me llevaba (persona a la cual le sigo teniendo un gran afecto) no pudo ir e iba con otra.

En la primera era todo más discreto, porque se supone que era un voluntariado para todo el mundo y daban créditos de libre elección en la universidad de mi ciudad. Se cuidaban mucho las formas, yo tuve alguna pequeña metedura de pata con sus correspondientes rapapolvos, pero poca cosa. De ahí me pude percatar que a las chicas que iban a clubs y al colegio perteneciente a ellos, les controlaban lo que hacían (oración, meditación, misa) a las demás pues la verdad es que no, pero una de ellas entró en el confesionario y no nos engañemos ellos querían que volvieran a ser creyentes, a mi me pidieron hacer apostolado con una de las chicas cosa que nunca hice, y desde luego me llevaba mejor con las ateas-agnósticas de allí, eran más de mi estilo.

Este año iban todas de club. Fuimos cerca de un santuario de Portugal muy nombrado por aquí y allí noté diferencias. Yo pertenecía a las ignoradas, clase de segunda, chica sin vocación y que además replanteaba todo, una rebotada y sin esos pijeríos que allí se llevaban. Se supone que iba de monitora y el primer día me dijeron que allí no existía ese concepto porque ya eran mayores, a mí sinceramente me daba igual, menos responsabilidades al fin y al cabo. Me dijeron que iba a ejercer de lo mío, cosa que tampoco hice, que iba a tener un encargo que nunca tuve, de hecho estaba todo montado ya por ellas. Vi como en las tertulias participaban siempre las mismas, y los temas eran apostolado... el mismo perro pero con distinto collar.

Vi a una chica pitar, a otra entrar en círculos. Vi dar estampas de Escrivá (y reconozco que ayudé a ello, cosa de la que ahora me arrepiento) De momento me veo sola en la habitación cosa que no me mosqueó de primeras, pero luego cuando ves que están 3 en una misma habitación una con un colchón en el suelo y yo sola pues ya es para pensar la verdad. Puyas de por qué no haces la genuflexión o no te arrodillas en la consagración (dichas de muy buen modo de paso sea dicho), acabar exhausta de tanta oración, misa, meditación. Ver un cura distante que jamás tuvo un gesto de cercanía con los ancianos, excepto con el sacristán, estaba endiosado el curilla, parece que le habían metido una tabla debajo de la sotana, porque desde luego el modo normal de proceder de los sacerdotes no pertenecientes al opus dei es bien distinto. Yo pasé a hablar 3 veces con él, el sentimiento de culpa me invadía y ahora me arrepiento de mi incongruencia. A mi me parecen una panda de intocables, cosa que no tendría que ser así.

Vi como las que eran de la obra controlaban a las chicas para que hicieran todo el pesadísimo plan espiritual y me enteré de las famosas correciones fraternales que conmigo nunca hicieron (gracias a Dios).  Vi como en lugar de visitar Lisboa íbamos con prisas y encima nos metieron a un centro del opus dei allí, narices que estábamos en la capital de otro país ¿por qué no hacemos las correspondientes visitas culturales?  Hice 500.000 visitas a Fátima en vez de visitar otro tipo de cosas.

Ví como una tarde me iba con otra chica de mi mismo pensar nos piramos de la visita a iglesias y nos fuimos por nuestra propia cuenta a visitar el castillo y pasárnoslo bien con la correspondiente bronca, que si la convivencia era estar todos juntos patatín patatán yo allí estallé y dije que estaba hasta las narices que me ignoraran, que hacía lo mismo que hacía el resto conmigo: ir a su bolal y ella me explicó que la madurez era otra cosa y que no fastidiara al final todo el campo de trabajo, luego cambié de actitud y la chica me dijo que bien.

Supongo que la gente que le ha llegado la crítica sólo se habrán quedado con eso, nunca se quedarán con la cantidad de cosas que hice, mientras otras estaban dormidas o planchándose el pelo, la mesa del desayuno no se pone por milagro y un sinfín de detalles más. Nadie me habrá sacado la cara aunque recalcaran que era servicial, supongo que era un grano gordo a reventar.  Ví como casi ignoraban (por no decir del todo) el que yo quisiera participar en ese campo de trabajo, insistió la que era mi directora espiritual. Sino no me hubieran hecho ni puñetero caso, aún con todo me hicieron el mínimo.  Ví como después de eso perdí a una que consideraba buena amiga y luego resultó ser de lo peorcito y como me echaban claramente de allí, cuando dije que me iba estaba ya rechazada, marcada. Que les den viento a mi ex amiga y a mi ex directora he sufrido y sufriré, pero espero que a ellas no les pase lo mismo, porque su fanatismo llega a extremos insospechados. Espero que no sientan la soledad y el rechazo que ellas me han provocado. Ahora lo que siento es haber estado con ellos ese año y pico y el vacío que me ha quedado, aunque el pasado no se pueda volver a escribir.

Esta tarde he ido donde trabajaba mi dire espiritual y le he devuelto sus cosas mejor no me apetecía que estuviera y ver la cara que ponía. No sé si habrá una respuesta por parte de ella, pero os mantendré informados.

Gracias por todos vuestros testimonios, me han dado una luz a muchas oscuridades. Mucha coherencia entre cabos sueltos

Py