¿Cómo no se tuvo en cuenta el trastorno del Fundador del Opus Dei en su proceso de canonización?

            Mi agradecimiento a Marcus Tank por su elaborado y concluyente estudio sobre el trastorno narcisista de personalidad del Fundador del Opus Dei. Son cosas que, en su mayoría, ya sabía, pero que el adoctrinamiento recibido me había impedido conceptualizar como una patología psiquiátrica.

            Confieso que la lectura de este excelente artículo me ha dado paz, pues no conseguía entender cómo aspectos tan positivos y tan negativos podían darse a la vez en su persona y en la institución por él fundada.

            Pero lo que no alcanzo a entender es cómo la Congregación para la Causa de los Santos ha dejado que le colaran este gol por toda la escuadra. No dudo que Escrivá haya podido salvarse, como se desprende de su canonización; o que Dios haya concedido favores a través de su intercesión, tal vez para reparar los daños por él causados. Pero me apena que se proponga como modelo a una persona que, por su enfermedad, vivió en tamaña incongruencia.

            La santidad no está reñida con la enfermedad. Pero cuando los trastornos psíquicos llevan a vivir de forma incongruente con la fe católica, pienso que no se debe proponer como modelo a la persona cuyo trastorno le impidió vivir una existencia cristianamente ejemplar.

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