Alejarse de una iglesia no es alejarse de Dios.- Emevé
Fecha Wednesday, 19 September 2007
Tema 010. Testimonios


El tema de perder la fé me parece un tema serio, que no puede pasar desapercibido. Sobretodo por mí, que lo he vivido todo con un drama especialmente fuerte.

El escrito de Daniel M sobre el tema de la Apostasía parece partir de una premisa que a mi modesto entender es errada, esta es: o se es católico o se es agnóstico o se es ateo, no hay más opciones. Esto es una falacia habitual del razonamiento que se llama "explicación no contrastada" (una afirmación se justifica en base a un argumento que es irrefutable a priori" precisamente porque es infalsable -se ha blindado dogmáticamente contra toda experiencia posible-) combinado con el llamado "falso dilema por olvido de alternativas" (El error lógico de este tipo de argumento suele consistir en intentar afirmar una de las partes de una disyuntiva negando la otra cuando en realidad podrían darse alternativas distintas que, de ese modo, invalidaran la disyuntiva y, por tanto, la conclusión del argumento.)(1)

Si todos creyéramos a ciegas lo que dice la Iglesia Católica de sí misma (dogmas de fé) y no existieran otras opciones, lo explicado sería redondo-redondo, perfecto, sin duda ni murmuración: o se es católico o se es ateo o agnóstico. Pero no lo es, ni tampoco es exacto insinuar que apostatar es dejar de creer en Dios...



Apostatar según el diccionario de la Real Academia es 1. intr. Negar la fe de Jesucristo recibida en el bautismo./ 2. intr. Dicho de un religioso: Abandonar irregularmente la orden o instituto a que pertenece./ 3. intr. Dicho de un clérigo: Prescindir habitualmente de su condición de tal, por incumplimiento de las obligaciones propias de su estado./4. intr. Abandonar un partido para entrar en otro, o cambiar de opinión o doctrina.

Como se ve, por el hecho de abandonar los "votos" en el Opus ya varios han apostatado sin haber dejado de ser católicos. La definición más fuerte es "negar la fe de Jesucristo recibida en el bautismo". Es dejar de creer en Cristo (a mi parecer, algo muy triste), pero no significa dejar de creer en Dios.

Efectivamente, para los cristianos Jesús es la segunda persona de la Santísima Trinidad, pero no es así para las otras creencias (y según este libro, ni siquiera para el propio Jesucristo). Y las hay. Son tantas las religiones que no se pueden contar (hay unos datos interesantes sobre el número de creyentes y su ubicación geográfica en este link, ojo, se debe entender que dentro de "cristianismo" están agrupadas todas las iglesias que creen en Jesucristo, una de ellas es la católica).

La pregunta lógica es, ¿el tener una religión implica creer en Dios? Vamos de nuevo al Diccionario, (las negritas son mías):

"Religión.

(Del lat. religĭo, -ōnis).

1. f. Conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto.

2. f. Virtud que mueve a dar a Dios el culto debido.

3. f. Profesión y observancia de la doctrina religiosa.

4. f. Obligación de conciencia, cumplimiento de un deber. La religión del juramento.

5. f. orden (‖ instituto religioso).

~ católica.

1. f. Confesión cristiana regida por el Papa de Roma.

~ natural.

1. f. La descubierta por la sola razón y que funda las relaciones del hombre con la divinidad en la misma naturaleza de las cosas.

~ reformada.

1. f. Instituto religioso en que se ha restablecido su primitiva disciplina.

2. f. protestantismo.

entrar en ~ alguien.

1. loc. verb. Tomar el hábito en una orden o congregación religiosa."

En principio, sí, la religión implica la creencia en un ser superior. Así que en principio la afirmación de que quien apostata de la Iglesia Católica se convierte en ateo o en agnóstico va resultando equivocada, y totalmente pasible de opinión contraria, puesto que hay muchas más opciones que no se han tomado en cuenta para hacer tal afirmación. Se puede apostatar y seguir sintiéndose católico (en el caso de quien deja irregularmente una orden religiosa y luego vuelve a insertarse como fiel laico) y se puede apostatar y seguir creyendo (dejar la iglesia Católica y vivir una religión diferente) o se puede dejar la iglesia Católica y vivir una religión natural... todas estas opciones son lógicamente posibles y conviven pacíficamente con la premisa expresada al inicio de este escrito.

La opinión contraria en casos de dogmas de fe es totalmente inaceptable, pero allí entramos en un círculo vicioso: si yo no creo en la iglesia Católica, ¿por qué voy a partir de sus dogmas y aceptarlos como premisas blindadas que no se pueden discutir? No lo sé. A lo mejor para llegar a un diálogo habría que tocar el tema con una postura más abierta, sin pretender ser la última palabra sobre el asunto, pero pedirle esto a alguien que confía en sus dogmas es pedirle demasiado. Es por eso que en temas de dogmas de fe no hay diálogo posible y si se le exige se le puede faltar el respeto, cosa que yo no pretendo. En resumen, por respeto a las creencias no me parece adecuado sostener un diálogo de sordos entre quien afirma un dogma y quien lo niega, puesto que los dogmas no son discutibles: o se aceptan o no.

Ya no se puede decir mucho sobre las causas de que las personas dejen de creer en la iglesia Católica. Me parece a mí que eso de que la causa es el sexto mandamiento va siendo un poco discutible. Parte de desconocer la naturaleza humana capaz de sentimientos y pensamientos más sublimes que el puro placer sexual. Efectivamente el sexo es una cosa maravillosa, ya había yo hablado de mi postura acerca de ese tema.

A lo mejor al acabar una etapa de la vida en la que se exigía abstinencia absoluta, algunos habrá que salieron y se salieron del todo. Hay algunos que estando dentro viven como si nadie les hubiera hablado del celibato y para eso está el padre "Topete" o un cambio de centro y qué más da (ver testimonios de Satur). No me parece el punto central ni la única razón, ni la principal. Pienso que este tema sí es completamente discutible, pero que éste no es el sitio adecuado para ello.

¿Qué me motiva a mi escribir sobre este tema? Mi testimonio personal. En estos días se han afirmado y/o sugerido algunas cosas sobre mí que no me han gustado, no les he dado relleno porque yo no soy el tema de esta web, y finalmente pueden ser mal interpretaciones mías. Pero hoy me parece que debo decir de la manera más respetuosa posible que es falso que al no poder discutir las ideas haya yo optado por atacar a la persona que las da, la verdad es otra y ya la esgrimí párrafos atrás: es difícil discutir cuando la base de las premisas son dogmas de fe para una persona y no para otra y en ese tema no hay posibilidad de conciliación, lo mejor es respetar las ideas tal como son y con mayor razón a la persona que las tiene.

Se han mostrado argumentos que sugerían mi poca capacidad intelectual (como utilizadora de sofismas ad hominem, al mismo tiempo que se me atacaba no por mis ideas sino por quién soy) y sobre eso nada tengo qué decir. Es verdad que tengo limitaciones y soy ignorante, pero es verdad también que nadie es perfecto.

Otro argumento que se ha insinuado es que mi alejamiento de la iglesia Católica no ha sido un proceso doloroso sino que lo he hecho movida por mis genitales (dicho de manera mucho más elegante, que la ignorante y sin clase soy yo). Y esto se puede deducir de mi condición de madre soltera. El razonamiento parece haber sido: Emevé es madre soltera (por lo tanto vive en pecado o ha cometido un pecado), como Emevé es pecadora lo que diga sobre la iglesia Católica es falso y su alejamiento es debido a su vida licenciosa.

Debo aclarar que no he apostatado de la iglesia Católica, que mis papeles siguen dentro y que si hay teólogos (no ignorantes como yo) que profundizando sobre algunos dogmas concluyen que hay errores en la forma en que la iglesia realiza algunas interpretaciones y que a pesar de ello se llaman a sí mismos católicos, ¿por qué yo no?

Sin embargo soy de las clásicas, convengo que si uno no está de acuerdo con las reglas del club debe por lo menos dejar de ir hasta que las logre aceptar o hasta que decida por fin irse a otro lado. Y eso para mí ha sido un proceso doloroso que ha estado (y está) lejos de mis genitales.

Para mí la experiencia opus dei ha sido prácticamente mi único contacto con la iglesia Católica, ya lo decía tiempo atrás y lo repito ahora. Yo creí que el catolicismo era lo que me enseñaron en el opus y no lo sé o no lo sabía ver de otra manera.

Soy consciente de que ahora que he entendido que catolicismo y opus no es lo mismo, es responsabilidad mía el encontrar mi modo de re- insertarme en la iglesia en la que mis padres me bautizaron sin preguntarme. He rezado muchísimo por ello, he pelado rodillas ante el sagrario, he acudido a curas y gastado rosarios y suelas de zapatos, y luego he empezado a leer las cosas que llegaban a mis manos con una sucesión que parecería casual, pero no creo que la casualidad exista.

Y luego de esto siento que estoy mucho más lejos de volver a una iglesia que se hace "la loca" con instituciones como el opus dei al parecer porque le preocupan más sus aportes económicos que la salud del alma de sus fieles. Con un "pastor" así, es preferible ser una oveja descarriada. Eso es lo que siento ahora mismo, pero estoy en medio del proceso. Que, repito, es duro para mí y que no tiene nada que ver con mis genitales. Que yo era infeliz al ver que mi vida y mis premisas eran contradictorias y no lo podía reparar (no hablo del sexto mandamiento, sino del primero: el que el Opus me robó), y ahora que vivo como pienso (han cambiado mis pensamientos y eso ha cambiado mi vida) me encuentro mucho mejor y en paz con los diez mandamientos.

La otra aparente premisa falsa de toda falsedad es que por ser madre soltera vivo una vida licenciosa. Es evidente que es de un mal gusto espantoso decir eso abiertamente, por eso solamente se ha sugerido haciendo referencia una y otra vez al sexto mandamiento. No tengo yo por qué dar detalles de mi vida sexual a la que tengo legítimo derecho (hablo de la ley), sin embargo quiero aclarar que no soy una criatura con los genitales más grandes que la cabeza. Que si tuve una relación con el padre de mi hijo fue por amor, fue porque me sentí parte de él, fue porque me sentí protegida, amada, entendida y valorada. Fue maravilloso, y si volviera a vivir lo volvería a hacer, porque mi hijo es lo más maravilloso que me ha pasado y haber hecho el amor con su padre ha sido una experiencia satisfactoria física, emocional y hasta espiritualmente y le doy gracias a Dios por haberlo permitido. Sólo Él sabe cuánto dudé y cuánto recé y cómo me abandoné en sus manos y sólo Él puede juzgar ese acto. Y sólo Él sabe que no espero menos de mi próxima relación, si es que Él me vuelve a premiar con una alegría así.

Sin embargo, ¿qué pasa si yo tuviera una vida licenciosa? Un hombre diferente cada noche, sin contar domingos y feriados. ¿Eso descalificaría mi testimonio? Eso es un sofisma o falacia ad hominem: "un argumento que, en lugar de presentar las razones adecuadas o pertinentes contra una opinión determinada, pretende refutar tal opinión censurando a la persona que la sostiene". Mi drama con la iglesia católica no sería menos dramático si tuviera una vida licenciosa. A lo mejor con tantos hombres qué atender, aparte de mis aludidas responsabilidades maternales y los enredos en los que me meto en opuslibros y en mi blog posiblemente no tendría tiempo para ese drama. Pero si lo tuviera, no dejaría de ser cierto y de ser un testimonio válido a pesar de ser yo una "mujer libertina". Salvo que se argumente contra mi un dogma de fe, me parece que tiene sentido lo que digo.

Mi testimonio, pues, es para afirmar que alejarse de la iglesia Católica no es volverse atea o agnóstica. Que yo no puedo "reinsertarme" en la iglesia católica luego del opus dei. Pero que a pesar de que el opus me alejó incluso de Dios, Su Mano Amorosa ha recogido las piezas que quedaban de mí repartidas entre el fango y la basura de una depresión y un deseo de muerte y de autodestrucción que me partieron, y me ha ido armando, re-ensamblando y llevándome sin dejarme un solo momento hasta donde estoy ahora: feliz, completa y optimista, segurísima de que las cosas salen mucho mejor de lo planeado porque soy la hija amadísima de un Padre Todopoderoso que me ama con locura.

Mi corazón estalla de amor por cada criatura que conozco. No quiero herir a nadie deliberadamente, me disculpo con las personas a quienes mi testimonio pueda rozar su susceptibilidad, pero por favor por lo menos acepten que no todos pensamos como ustedes, que todos tenemos derecho a ser felices y que no hay un único camino para lograrlo. Y que quienes no piensan como ustedes no están contra ustedes.

Ni siquiera contra los del opus... por quienes rezo, muy segura de que mis oraciones son escuchadas porque ahora sí puedo ver y sentir sus frutos. Porque ahora mi oración es sincera y profunda, y llena de amor y fe.

Un fuerte abrazo para todos y que se me perdone la ignorancia, ya se sabe que al final, no sabemos nada.

Emevé.

(1) Hay un documento que explica en 6 páginas los conceptos generales de sofismas y "falacias habituales" que muchas veces comentemos. Es interesante revisarlo para gente poco erudita como yo. 







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