Cuando terminó la ceremonia de canonización de Josemaría Escrivá de Balaguer, al dirigirnos hacia los autocares o a las plazas, se escuchaba el rumor que casi era a voz en grito de que ahora vendría la declaración de Doctor de la Iglesia. De hecho me acuerdo que algún artículo oficioso salió al respecto y obviamente los cuerdos veían aquello como una locura, mientras los fanáticos saltaban de jubilo ante semejante posibilidad, esto sucedió en el año 2002.

Ahora no sé como irá ese proceso pero es interesante observar la existencia de un Instituto dedicado a ese menester, obviamente ese es su objetivo pero no sé hasta que punto la objetividad científica sea lo que prevalezca al momento de dedicarse a la tarea histórica de realizar la biografía del futuro Doctor; por eso la publicación del estudio de Markus Tank “El trastorno narcisista de la personalidad del fundador del Opus Dei” (14.09.07) me parece de lo más oportuno en este momento, porque es como ir por delante a lo que todos sabemos que sucederá y es la compra del título de Doctor de la Iglesia, a lo cual me acuerdo que me enseñaron en la catequesis para la Primera Comunión se le llama pecado de simonía.

El método que emplea Markus me parece muy apropiado para la tarea que ha emprendido y pienso que el análisis debe ir por esa ruta, para desde esa perspectiva comprender el fenómeno de la Prelatura fundada por Escrivá de Balaguer. Es una vía en esta clase de estudios que aporta muchos datos que luego pueden contribuir a otros enfoques analíticos para aproximarnos lo más objetivamente posible al personaje, de más está decir que la lectura del mismo me ha entusiasmado mucho y felicito a su autor por su artículo.

Giovanna Reale hace dos anotaciones válidas al artículo antes mencionado, el primero referente a la pila bautismal con una serie de datos que confirman la veracidad de lo que sostiene y luego advierte sobre el carácter de torpedo que tiene ese artículo. Por supuesto que es así y también me atrevo decir que quien puede ganar la “batalla” es el Instituto sobre Josemaría pero no precisamente por lo acucioso de su trabajo, ni por los méritos del estudiado, ni por nada de lo que intelectualmente puedan producir como respuesta a lo que Markus sostiene, sino que lo lograrán por la cantidad de dinero que harán llegar a las arcas vaticanas, siempre necesitadas del vil metal, para garantizar un titulo de Doctor de la Iglesia que será como el sello a la historia mitificada del fundador de la Obra.

En síntesis, llegará a ser Doctor de la Iglesia no por méritos sino por dinero y espero que pare acá el deseo de grandeza del ya canonizado fundador del Opus, porque igual se les puede ocurrir colocarlo como uno de los Apóstoles de nuestro Señor, porque como he advertido en otros escritos, el deseo de hacer análoga la vida de Josemaría Escrivá de Balaguer con la de Nuestro Señor Jesucristo, está presente en todo lo que en la Obra se dice sobre él.

Mis felicitaciones Markus y quedo a la espera de la publicación de otro trabajo tuyo.

Armando