FORMAS DE VESTIR EN EL Opus Dei.- Guttemberg
Fecha Monday, 17 September 2007
Tema 100. Aspectos sociológicos


Esta tarde he puesto este comentario en nuestra web amiga http://www.vuelalibre.org/ al hilo de una discusión abierta en dicha página sobre las prohibiciones, costumbres y manías en cuanto a la forma de vestir se refiere de los miembros del Opus Dei. Os invito a que os déis una vuelta por ella y leáis alguna cosa más. Hay algunas muy divertidas e interesantes.
 
Transcripción del texto:
 
"Buenas a tod@s. La verdad es que me he puesto a leer este tema, me ha picado el gusanillo y aquí me decido a escribir mi experiencia en cuanto a formas de vestir se refiere. Quizá alguna idea haya salido ya, pero me he leído las 5 páginas en un rato y tal vez se me haya escapado algún detalle y me repita. Espero me disculpéis.

Creo que es importante no perder de vista que hablo de mediados/finales de la década de los 90.

Es cierto que dentro se ponía (y se pone) más énfasis en el tema pudor, ciertas prendas y demás en el caso de la sección femenina, pero también nosotros lo hemos sufrido.

Una de las primeras cosas que me llamó la atención fue el recibir una cof [corrección fraterna] en el primer centro en que viví de adscridente (adscrito-residente) por ir a la oración y misa de la mañana en vaqueros y además meter ligeramente la mano en los bolsillos. Eso sí, cuando la misa era fuera, no teníamos que ir con americana, corbata y pantalones de vestir. Aparte de prolijidad, contradicción. En otra ocasión contaré el por qué.

También se hacía mucho hicapié en no ir por la calle en pantalón corto, ni siquiera en verano (me gustaría saber el criterio que se sigue ahora con los pantalones pirata, deportivos o no, tipo Rafa Nadal, que además son muy cómodos). Esto es algo a lo que aún me cuesta acostumbrarme, más por razones propias de estética que por pudor o elegancia. Algo similar sucede con el tema chanclas o sandalias en el verano. Son muy cómodas y además está médicamente recomendado. Pero en el Opus Dei primarn otros intereses antes que la salud (tema que también daría para un largo debate y sin fín de anécdotas).

Pero una de las cosas que más me sacaron de quicio dentro del CE [Centro de Estudios] fue la prohibición (ni siquiera fue sugerencia) de que no podía llevar pantalones vaqueros, dado que me marcaban mucho el trasero y, por favor chicas, no os sonrojéis, el "paquete". Debía ir a la Universidad con pantalones de vestir tipo tergall (con los chinos y similares tenía el mismo problema algo atenuado, pero no era suficiente para ellos). Menudo cuadro, un tipo de 19 años de esa guisa. Sin comentarios. Al final la lógica se impuso y volví a la normalidad de los vaqueros.

Me llamó mucho la atención al principio también, el hecho de tener que entrar tanto en el oratorio como en el comedor con doble manga. Ahora lo tengo que sufrir en pleno julio madrileño en ocasiones para ir a trabajar, aunque siempre con cierta libertad. No sé en qué se iban a fijar las auxiliares mientras servían la comida: en los brazos peludos o musculosos de los numerarios, no sé, que excitante. Pura manía y paranoia.

También nosotros teníamos nuestras normas en cuanto a los bañadores. Estaban prohibidos los que fueran muy cortos o aquellos que dentro jocósamente (otro tema interesante: el "afilado" sentido del humor de los miembros) se denominaban "estilo VHF", esto es, los que usaban los nadadores. Esos eran de clase X, pornográficos y que podían incitar a alguno (porque si todavía hubiese habido alguna, quizá nos cortáramos un poco) a actos libidinosos (Dios mío, menos mal que los tenían prohibidos, jejeje).

En cuanto a la ropa deportiva, me gané más de una cof por jugar a baloncesto con camiseta de tirantes (se me veían todos los pelos y el "pecholobo"), por quitarme la camiseta cuando iba al monte o cuando jugaba algún partido a pleno sol (teníamos que arremangarnos, pero no podíamos quitarnos la camiseta).

Otra cosa que nunca llegué a entender era por qué teníamos que estar en el centro siempre con ropa de calle,y sobre todo con calzado de calle. Qué angustia para mis pies, que siguen sufriendo las consecuencias de todo aquello. Lo normal es que pudiéramos usar una ropa o un calzado alternativo (ya no digo ir en alpargatas por la casa, que no estaría mal), pero sí usar algún tipo de calzado más cómodo y abierto. Todo se hacía por la buena imagen.

Cuando llegué a Madrid estuve viviendo en casa de mi tía. Los dos primeros días no me dijo nada, pero el tercero me dijo que por qué no me ponía más cómodo al llegar a casa y me quitaba la camisa y el pantalón de vestir (las alpargatas me las ponía nada más llegar a la habitación, ¡qué sensación!). Lo primero porque se estropeaba y se arrugaba, y lo segundo por comodidad. Y qué razón tenía la mujer. Actualmente vivo en piso compartido y llego a casa y lo primero que hago es ponerme cómodo, pantalón corto (o chandall en invierno) y camisetilla de estas viejas aparte de las ya famosas alpargatas (insisto, qué buen invento).

Por último, el estilo numerario está muy extendido. Es lo que se podría denominar "Numerary Fashion". Camisa de rayas o de cuadros (lisa normalmente para combinar más fácil con corbata), jersey liso o de rombos de cuello cerrado casi siempre (por eso de no enseñar el matojo de pelos con el que Dios nos dotó a algunos) y pantalón tergall o de vestir, así como naúticos o zapato cerrado (nada de deportivas, sandalias o chanclas) y calcetines lisos o de rombos a ser posible de color discreto.

He de decir en ocasiones sigo vistiendo así, no por criterio, sino por comodidad y elegancia (como por ejemplo calcetín negro) o por motivos profesionales (traje, camisa y corbata). Pero cuando salgo lo intento hacer de modo más informal y dependiendo el momento (suelo ir con camiseta, vaquero y deportivas con mucha frecuencia, piratas en verano..) o también con camisa de de vestir cuando salgo de fiesta, o polo en verano, a ser posible por fuera del pantalón. Es cierto que soy una persona en apariencia seria y que por tanto la ropa de vestir me sienta mejor que lo muy informal (tipo camiseta), pero la comodidad es la comodidad.

Bueno, pues este es mi comentario al tema que ha abierto mi gran amiga aitziber (con la que ya había podido intercambiar impresiones a este respecto.

Pero qué maniáticos son, ¡por Dios!

Se os quiere."
 
Guttemberg








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