Durante unos años he pensado la gran suerte que he tenido de encontrar una amiga.

 Para mi, que he sido siempre una persona independiente, la AMISTAD fue todo un descubrimiento. Siempre he tenido buenas amigas, pero nunca llegué a considerar ni a querer a ninguna de ellas como a una hermana.

         Sin embargo, hace unos años, cuando conocí a mi amiga numeraria no imaginé nunca que la terminaría considerando así, sobre todo porque al principio ni siquiera me cayó bien.

         Pero desde el primer momento que  empezamos a hablar vi que éramos muy parecidas... veíamos las cosas de la misma forma. A ella le pasó lo mismo.

Es muy agradable encontrar gente con la que sintonizas tan bien, con la que estás cómoda, gente que te hace pensar, que vé cosas buenas en ti, que fomenta, de alguna manera aquello que tienes de bueno... alguien que te “remueve”.A mi me admiraba oirla hablar de su vida, de su entrega, de Dios...

Durante muchos años nos hemos acompañado, nos hemos escuchado, nos hemos reido, hemos estado tristes... hemos estado cerca la una de la otra. Por eso somos como hermanas.

         Cuando empecé a no entender algunas cosas de su comportamiento le pregunté qué necesitaba de mi, y no me contestó. Dejó de contestar a mis preguntas y la veía cada vez más molesta y más lejana.

 Me gustaría saber... que me contestara...  pero sé que no lo hará porque ella no acepta que su comportamiento ha cambiado, además que ahora apenas la veo. Pero cuando lo pienso no puedo entender por qué me preguntó si la llamaría y cuando  lo hago no sólo no se pone al teléfono sino que no devuelve mis llamadas, porq€ ué me  pidió  que no me cansara  y parece ser que ella si se cansó de mi?... porque me pidió que no me olvidara de ella y ella me ignora?....

Todas son preguntas, entre muchas otras, que me duelen... porque son contradictorias y no sé qué hacer, no sé que quiere. No sé si está tan bien como quiere hacerme creer o necesita ayuda ... pero lo que más duele es que ya parece no tener la confianza suficiente en mí como para responderlas... y yo sigo siendo la misma.

Querida amiga: has sido durante mucho tiempo para mi un referente de lo que es hacer muchas cosas bien... pensé que por eso yo te necesitaba... para que fueses delante marcando de alguna forma mi camino... pero si algo saco en conclusión después de estos últimos tiempos y de cómo te he visto es de que realmente no me puedo cansar porque eres tú la que me necesitas a mi...

Dedoce