Supernumeraria al borde de un ataque de nervios.- José Antonio.
Fecha Wednesday, 12 September 2007
Tema 140. Sobre esta web


Me reí mucho hace años con la película de Pedro Almodóvar titulada “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, y me he reído del opus al leer el correo de su intrépida supernumeraria (7-9), que también parece estar al borde de un ataque de nervios como consecuencia de no estar preparada para leer las verdades verdaderas que se publican en ésta página web.

 

Y es que el opus no prepara a su gente para leer ciertas cosas, sino que se limita a prohibir ciertas lecturas, y claro, como no todos obedecen, pues se leen cosas para las que no se está preparado y algunas/os se ponen de los nervios.

 

No se pondrían de los nervios si el opus, en vez de mantenerlos en la ignorancia de la realidad institucional, les permitiera leer sus estatutos y sus múltiples normas de régimen interno (que ahora pueden leer en ésta web), así como cualquier fuente de información que tenga visos de credibilidad... Menos mal que ya pueden leer a Ratzinger, porque durante largo tiempo se desaconsejó su lectura, y de seguir con la prohibición a fecha de hoy no se podrían leer las encíclicas...

 

Tampoco se pondrían de los nervios si –además- el opus, en vez de mentirles sobre la situación de la institución, les contase la realidad: muchísima gente que se va (gracias a Dios), muchísimos Centros que se cierran (gracias a Dios), muchísimos numerarios, supernumerarios y agregados (el masculino plural incluye al femenino) que –gracias a Dios- estamos dispuestos a contar nuestra experiencia en el opus, para que se sepa...

 

Porque es muy bueno que se sepa lo que pasa en el opus... que lo sepa la Iglesia... que lo sepan los Obispos... que lo sepan los Párrocos, que lo sepan los cristianos de a pie, que lo sepa la gente: ¡ésto es lo que pasa dentro del opus, no es ningún rumor, nadie me lo ha contado, yo lo viví y creo que debo contarlo...!

 

Nuestra supernumeraria al borde de un ataque de nervios debería serenarse y seguir leyendo opuslibros. Si lo hace, terminará dándose cuenta de que esos hijos de puta que escriben en opuslibros están diciendo la verdad, tienen razón, y además en muchos casos se amparan en el mismísimo Evangelio (¡hay que joderse!, que diría mi abuela) y en las leyes de la Iglesia (Código de Derecho Canónico y otras menudencias sin demasiada importancia para el opus).

 

Alguno de esos hijos de puta es Juez (mis saludos afectuosos), y por asociación de ideas me he acordado de un chiste que os cuento a continuación, con la esperanza de que la intrépida supernumeraria pueda apreciar en un chistecillo la diferencia entre argumentar e insultar.

 

Pues bien, en el transcurso de un juicio por delito de desobediencia a la autoridad judicial, el Fiscal estaba interrogando a un policía, el cual relataba cómo el acusado, el día de autos, se negó a abrir la puerta de su domicilio para proceder a su registro según lo ordenado por el Juez, pues se sospechaba que traficaba con droga.

 

El Fiscal le preguntó al Policía si el día de autos llamó a la puerta, si se identificó como policía y si llegó a comunicarle al acusado su intención de registrar la vivienda en busca de droga.

 

El Policía respondió que efectivamente llamó a la puerta y que, aunque no le abrieron, sí preguntaron desde el otro lado que quién era, a lo cual contestó que era la Policía, que venía a registrar el domicilio en busca de droga. Pero que el acusado dijo que en su domicilio no entraba nadie a buscar nada, y mucho menos la Policía.

 

En ese momento el Juez, que en España tiene tratamiento de Su Señoría, le preguntó al Policía si el día de autos informó al acusado de que llevaba una orden judicial de entrada y registro de ese domicilio, a lo cual el Policía dijo que sí, que se lo dijo a gritos a través de la puerta, pero que el acusado, no obstante, seguía negándose a abrir la puerta.

 

El Juez, extrañado de la contumacia del acusado, sintió curiosidad por conocer los argumentos que el día de autos esgrimió el acusado para desobedecer la orden judicial, y le preguntó al Policía:

                                           Entonces ¿qué dijo el acusado cuando usted le comunicó que llevaba una orden judicial para entrar en su domicilio?.

 

Y el Policía respondió:

                                           Dijo que se cagaba en la puta madre de Su Señoría, pero que no habría la puerta.

 

 

PD. La intrépida supernumeraria, en vez de insultar, debería abrir la puerta de su corazón a la verdad y reconocer las cosas como son...aunque ya me hago cargo de que el opus no la deja...

 

Yo lo sé porque fui un intrépido numerario que se atrevió -recién pitado (dicho sea en mi descargo)- a leerle la cartilla del evangelio según el opus a un Párroco en pleno mes de Julio y a la hora del baño, en Torrevieja (Alicante). Estando en ello, en la casa del susodicho párroco, llegó otro cura y por la ventana (abierta por el calor) le dijo desde la calle al sufriente párroco: Bueno, Manuel, vamos a bañarnos o qué...

 

Y el párroco, sin abrir la puerta (como el del chiste), le respondió: ¡Espérate 10 minutos que me están evangelizando!

 

Saludos cordiales.

 

José Antonio.









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