Entreteniendo.- Folies
Fecha Wednesday, 12 September 2007
Tema 900. Sin clasificar


Mientras el escrito heavy (que no debe serlo tanto -lo aguantó Marisé sin que un músculo de su cara se moviera-) aparece, el redondo y seguro azar lo ha escondido, voy yo recordando cosicas tontas y hasta opinando.

A algunas les cuesta tanto hacer normalmente que cuando el resto hace sin más, pues como que no lo entienden.

Dice así:

Muere, hace cinco o seis años, el padre de una numeraria a la que conozco desde hace 10 más y con la que simpatizaba (ahora algo más que simpatía, sé la razón); por casualidad llamo por teléfono al Centro para preguntar por horarios de algo devoto (seria confesión, más que otra cosa) y me cuenta una numeraria de las del marquesado que acaban de llegar de donde el difunto (en ese momento sé que ha muerto).

Sigo.

Ante la noticia pregunto a la del marquesado que cuándo lo entierran y ella, que yo tranquila, que no hace falta, que son muchos kilómetros y que ya irán ellas y alguna supernumeraria y yo que pido el número y va y me lo da ¡lo tengo! y a colgar rápido que vale lo que cuesta y por más que diga no soltará prenda sobre localización y hora.

Y voy y llamo y ¡uM…..! el número está equivocado (este azar, no siempre es redondo).

Busco en el listín la población y el apellido, no consta; y pregunto en información de Telefónica de España SAU. Como el apellido se las trae y la amabilidad de las personas, ante una situación de este tipo, está a la altura me dan el número –está en otro Municipio- y me pongo en contacto con ella, le digo que me he enterado, que lo siento y que si la ceremonia es estrictamente familiar, dice que no y yo que ya nos veremos y que si necesita algo que lo diga y ella que muchas gracias.

Después de colgar, una que ya se subía por las paredes (una, soy yo), llama al centro de marras y pregunta por la Sita Dire que es una de las tres de mis cuatro amigas y le dice que el teléfono no es aquel sino éste, que yo voy al entierro y que en mi coche hay cuatro plazas libres, la amiga que aún no lo era y con quien había cruzado unas 100-150 palabras (140 mías), dice que se apunta ella misma.

Pues allí que estuvimos y no pasó nada y aunque no reniego de la Comunión de los Santos y ya sabéis que me gusta cantidad, pues: tocar, besar, apretujar o abrazar (si se puede) está mejor, sin dejar lo otro –que también lo hubo-.

Que yo la conozco más que la mayoría simple de las que vivían con ella, que la quiero -porque el roce hace el cariño-, más que la mayoría simple de las que vivían con ella, que sé de ella más que la mayoría simple de las que vivían con ella. ¿Por qué ellas sí y yo no? ¡GOÍSTAS, más que GOÍSTAS!

Y pese a los latiguillos tontos para quitar hierro, va en serio, es verdad y no es heroico, ni demuestra nada excepcional, solo que si se dejan se les puede querer, pero claro si solo saben nuestras penas (uno tiende a compartir primero lo que duele y luego si el de enfrente aguanta y se deja: le suelta las miles de cosillas que van normal, tirando a bien y aquella ¡cosa extraña! que chuta prefecto). Pero… ¿qué pasa? pues pasa que nunca hay tiempo.

Y si te interesas… ¿qué pasa? pues pasa que ellas siempre están bien (o todo lo más muy liadas) y no sabes nada de nada, ni de sus padres y madres, de sus hermanos, hermanas, sobrinos/as, tíos/as y demás familia, jefes/as, compañeros/as. ¿Hay excepciones? Pues sí, vale.

Y pasa… pues pasa que llega a parecer verdad (y a lo peor a ser) que NUNCA PASA NADA y que sólo torcemos el cuello cual cordero degollado y mirada lánguida, cuando vivimos con nuestros padres o madres y no podemos hacer vida de familia, pero –eso sí- dejamos clara nuestra aceptación de la Voluntad de Dios. ¿Hay excepciones? Pues sí, vale.

Mirad; yo, pues ya lo sabéis, le agradecería al Señor un poco más de entendederas y aceptación de su Voluntad.

Pero, no se por qué, me da que estas cosas tan naturales como cuidar a unos padres y/o madres son, pues eso, cosas de aquí que nos permiten quejarnos, aunque sea sin razón y que lo que de verdad duele, no es no poder estar tanto con los tuyos (¡que ya estáis niñas! ¡que es lo que hacemos todos y todas, si podemos! y también tenemos nuestros –hijos/as, maridos/as, hasta hermanas/os y los con más suerte hasta… padres/madres-).

Que el conjunto es nuestra familia y la vuestra; y lo otro es una Asociación de Fieles Cristianos que pretenden Santificar la vida ordinaria en medio del mundo (o algo así) y si lo otro (la Asociación) es lo dicho, pues en cuidando a padres /madres cumplís y no mentís con los fines de la Asociación.

¿O no?

Salud.

Folies









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