Si volviera a nacer ¿eligiría esta vocación?. Para Estrella.- Santiago
Fecha Monday, 10 September 2007
Tema 030. Adolescentes y jóvenes


Estrella, he leido tus dos nuevos escritos [I y II] tras tu curso anual. En uno de ellos de aludes y por supuesto que cuentas con mi voluntad de encomendarte para que vivas tu vocación que, no lo olvides, te ha de dar la felicidad en el más allá y también en el más acá.
 
En relación a tu último escrito, del 5 Septiembre, te digo que muestras una rectitud de intención muy buena, tu deseo de cumplir la voluntad de Dios es patente y sincero, pero sólo permíteme un detalle sanamente crítico: dices que aunque pases mal unos años en esta vida luego te compensará el Cielo, algo así. Mira, está claro que el camino a Dios no es de rosas, es estrecho y duro, pero no es infeliz ni malo. Dios te quiere bien aquí en la vida, y allí en el Cielo. El sufrimiento del cristiano fiel es un dolor gozoso, no es angustioso. Y nunca Dios te va a pedir algo que "te cueste un mundo" como tú misma dices. Yo estoy conociendo, a nivel de sacerdotes diocesanos, monjas y seminaristas, personas que rezuman felicidad a pesar de llevar vidas muy duras, cargas muy pesadas, pero siempre con alegría y paz interior, sensación real de libertad interior. Nada de estar encorsetado, agobiado, artificial..... nada que ver. El signo más evidente de estar en buen camino (vocacional) es la sonrisa del corazón, la naturalidad, el deseo de vivir cada día, y, deseando ese Cielo esperado, saber que ya lo podemos anticipar en este mundo al que el mismo San Josemaría hablaba de "amar apasionadamente".
 
La clave más perfecta, insuperable a mi modesto entender, de entender el amor a Dios, la correspondencia al amor divino, la expresa maravillosamente San Juan de la Cruz en un poema que, Estrella, te recomiendo lleves a tu oración. Seguro que lo conoces, es el poema a Jesús crucificado, y una de sus estrofas dice: "Aunque no hubiera Cielo yo te amara/aunque no hubiera infierno te temiera"
 
Para terminar Estrella, alguien me dijo una vez que un indicador de vocación era preguntarse uno a si mismo; En el caso de que pudiera nacer de nuevo, y de mi dependiera elegir una vocación, ¿elegiría la que creo tener ahora? Si la respuesta es afirmativa, magnífico. Si no lo es, señal de que el discernimiento no ha terminado aún.
 
Con cariño te saluda.
 
Santiago








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