Al leer el caso de Simone, he vuelto a comprender, la locura de los directores y directoras y sacerdotes numerarios del Opus Dei. Directores y directoras aquejados de fanatismo y enfermedades psíquicas y afectivas que van dejando tras sí, un rastro de desequilibrio, de insatisfacción y de amargura por el mundo. Y me he vuelto a preguntar: ¿Cómo confiar almas heridas, enfermas, victimas quizás de oscuros males psicológicos, a unos y unas, pobres superiores y superioras fanáticos y fanáticas, atolondrados y atolondradas, aquejados muchos y muchas de ellos, de anormalidades psíquicas y afectivas?...

Y me ha venido a la memoria, un recuerdo dramático, cuando hice el centro de estudio, todo el mundo, hablaba de un sacerdote numerario mayor “muy gracioso”. Dios nos libre de los sacerdotes numerarios muy graciosos y los tenga alejados de nosotros lo más posible. Yo me preguntaba, ¿por qué será este sacerdote tan gracioso?. Hasta que un  triste día  comprendí la gracia.

Vino este sacerdote numerario a una tertulia al centro de estudios, y nos habló del comienzo de la labor del Opus Dei en un país sudamericano, y comprendí rápidamente lo de muy gracioso. Nos explicó con mucha gracia cómo él y su compañero, hicieron pitar al primer numerario de aquel país, que también estaba como tu Simone, a punto de casarse con su novia. Con mucha gracia y muchas risas de los hermanos, ya sabes lo del voto de alegría del Opus Dei, es el único voto que hacemos en el Opus Dei. Nos siguió contando el sacerdote, que después de hacerse numerario el novio; la novia ya tenia el ajuar hecho con los nombres de los dos bordados en las sábanas; y que la chica al dejarla su novio por hacerse numerario, estuvo a punto de volverse loca y suicidarse; y mas alegrías y risas entre los hermanos, para morirse. Simone éstas son las gracias y risas del Opus Dei y sus enfermos mentales.

Como ves Simone nada nuevo bajo el sol. Siento lo que te ha pasado, te aconsejo que acudas a un psicoterapeuta no es normal después de 14 años no poder quitarte de encima esa obsesión por lo que te hizo tu novia y el Opus Dei y encima sin darte ni media explicación. Lo siento.

Y mis consejos:

Esa chica no te conviene Simone. Y el consejo más importante, Simone: “Delfín y Sirena no son pareja”. Búscate una Delfina. Y olvídate de tu Sirena.

Los delfines son juguetones, inteligentes, curiosos y sociables. A veces siguen a las embarcaciones que hallan en su camino.  No le temen a los humanos; si se encuentran con ellos se muestran amistosos. Se ha dado el caso de delfines que tratan de empujar a buzos del fondo del mar a la superficie, pues creen que necesitan ayuda. Una vez que alcanzan la madurez sexual buscan una pareja. Cuando la encuentran se persiguen, juegan y frotan sus cuerpos.

"Los delfines están siempre rodeados de amigos. Tienen una vida sexual activa, se embarazan y tienen delfincitos de lo más tiernos. Las delfinas amamantan a los delfincitos. Son amigas de los delfines y se lo pasan comiendo camarones. También juegan en el agua y nadan por ahí, surcando los mares, conociendo lugares maravillosos, como los hielos de la Antártida y los arrecifes de coral de la Polinesia. Los delfines cantan muy bien y hasta tienen CDS grabados.  Las sirenas no existen. Si existieran, vivirían en permanente crisis existencial:  "¿Son peces o son seres humanos?". No tienen hijos pues matan a los hombres que se encantan con su belleza. (Y yo agregaría que no tienen por donde hacer el amor. ¡Por Dios!). Son bonitas sí, pero tristes y siempre solitarias.

Realmente el conocer este caso de Simone, y tantas vidas  y situaciones a través de OpusLibros, me hace pensar que la Web OpusLibros es como la película “Mesas separadas” (Separate tables), película del año 1958, dirigida por Delbert Mann. Está basada en una obra de teatro y sigue la fórmula cinematográfica de encerrar a varios personajes y sus conflictos en un único escenario, en un viejo y barroco hotel de la costa inglesa, lo que permite un análisis profundo de la condición humana y nuestros comportamientos, viejas historias y nuevos problemas en un hotel donde desde hace tiempo conviven varios de sus huéspedes. Cada personaje es un caso psicológico metido en una especie de sesión de terapia de grupo.

En un pequeño hotel de la ciudad inglesa de Bournemouth, coincide un grupo de diversos personajes excéntricos, pertenecientes a diferentes ambientes y condición social. Entre ellos se encuentran Sybill Railton-Bell, una mujer tímida dominada por su madre; y el amable mayor Pollack, un hombre solitario que busca el afecto que perdió en el pasado. Cuando se conocen, surge entre ambos una atracción mutua Por cierto, la Hayworth sale increiblemente guapa en un personaje mezcla de mujer fatal y al mismo tiempo frágil. La siempre maravillosa Deborah Kerr en un papel inusitado, la de hija demasiado protegida y absorbida por su posesiva madre. La actriz está encantadora desprendiendo la inocencia que el personaje requiere. La película muestra la lucha interior de Deborah Kerr para alcanzar la aceptación de su personalidad y su lugar en el mundo, ante su estricta y decadente madre. Y tres historias de amor muy diferentes. En un contexto acertadísimo, la rígida, moralista y decadente sociedad victoriana de la Gran Bretaña post-bélica.

Rita Hayworth y Burt Lancaster son la esposa vanidosa y egoísta y el marido desilusionado que quieren volver a intentarlo; Wendy Hiller es la solitaria dueña del hotel, David Niven un héroe de la II Guerra Mundial que esconde un secreto, Deborah Kerr es una solterona retraída y hogareña que vive dominada por su dictadora madre. El final de la película es de una emotividad asombrosa que mezclada con la banda sonora de la película de David Raskin es uno de los más grandes finales que jamás se hayan visto en una película de cine.

Simone creo que te gustará esta película.

Dios te cuide Simone

Dios os cuide.