El próximo 28 de noviembre se cumplirán 25 años del Opus Dei como prelatura personal. Sugiero enviar cartas y correos electrónicos a los responsables de la Obra para que celebren con la solemnidad adecuada este aniversario: gracias a Juan Pablo II y a don Álvaro del Portillo, los laicos del Opus Dei tienen el estatus jurídico que desde siempre deberían haber tenido, el de fieles normales y corrientes de sus respectivas diócesis, que sólo se diferencian de los demás en que ellos, en su tiempo libre, se dedican a las obras apostólicas que promueven el Prelado y los presbíteros que forman la prelatura.
A veces me pregunto si don Álvaro era consciente de la importancia de este paso. Seguro que el Papa sí lo era (el anterior... ¡y el actual!).
Sergio
PD: Habrá que guardar algo para el 25 de enero, en que se cumplen también 25 años de la promulgación del Código de Derecho Canónico, tan entrañable para todos nosotros.