Hola, es la primera vez que entro con un escrito. Conozco la web desde hace meses y la sigo de cuando en cuando. He leído cosas que desconocía, cosas que me han sorprendido... Estuve en la Obra diez años y hace mucho que me marché. No tengo ningún contacto con nada ni con nadie de aquella etapa.
A veces pienso si es sano leeros; tengo la impresión de que habeis formado un club de ex y no se si lo haceis por terapia de grupo o por otra razón. No penseis que escribo para defender al Opus Dei, pero reconozco que me llama la atención que algunos que han dado tantos años de su vida a esa Institución utilicen términos como opusianos o hablen tan despectivamente de personas como el Fundador u otras. Creo que esos juicios o esos calificativos que se leen en muchos escritos quitan valor a vuestra denuncia.
Comparto muchas de las cosas que se dicen, la falta de cariño dentro de la Obra, el excesivo control..., pero me pregunto y os pregunto si conduce a algo este continuo lamento, este regodearse en una etapa de nuestras vidas que muchos queremos olvidar (aunque reconocereis que también fuimos felices en algún momento).
Por mi parte he rehecho mi vida y me llegan a aburrir muchos de los escritos que he leido en esta web. Y sinceramente pienso que no es bueno para la salud mental de muchos de vosotros darle siempre vueltas a las mismas cosas. Hacer el favor de vivir el presente y no lamentaros por un pasado que quisierais borrar
un saludo
iker
Nota de Agustina.- Te voy a dar mi opinión personal. Todos hemos rehecho nuestra vida; los que llevan poco tiempo fuera y los que se están yendo, comprenderás que necesitan un poco de tiempo. Pero rehacer la vida ¿significa callar? ¿Significa acaso seguir permitiendo que se oculte información a los que están sufriendo la labor de san Rafael y seguir ocultándosela a sus padres? ¿Significa que la Iglesia no sepa de los medios y métodos del proselitismo? ¿Significa que no hay que denunciar que se hacen informes sobre lo hablado en la dirección espiritual?... O sea, ¿mejor mirar para otro lado y lavarse las manos, que eso es lo bueno para la salud mental?. Si eres honesto y reconoces que hubo cosas que no te gustaron, atrévete a denunciarlas, no a silenciarlas. Hace unos años se escribió un libro sobre mujeres víctimas de malos tratos, titulado irónicamente "Mi marido me pega lo justo". Ese es el papel de las víctimas de cualquier maltrato hasta que no tienen la valentía de denunciarlo: "si mi marido me pega, es que me lo merezco". Así parece que sucede con los que escribís acusando de rencor y de resentimiento en esta web porque a vosotros ya no os importa que os maltratasen. En algunos escritos habrá rencor o resentimiento ¿y qué? están en su derecho si así es, aunque en la mayoría, no los hay. Pero sí queda un sentido de justicia y de no tener miedo a denunciarlo. Nadie intenta borrar el pasado porque el pasado no se puede borrar y se puede y se debe superar cuando ha sido negativo. Pero sí se puede intentar, al menos, que se evite a otros los dislates y disparates que nos hicieron creer "en nombre de Dios". Ah! y un aviso para navegantes: últimamente están llegando envíos a la web en el mismo tono que tú has escrito: "sí, el opus tiene cosas que a veces no se entienden pero ¡cómo lo pasamos de bien!, ¡qué contentos, pero qué contentos, qué contentos estábamos!..." Que sepan que no se van a publicar puesto que ya hemos publicado bastante de esos y la verdad, aburren soberanamente porque nos podemos dejar engañar una, dos o tres veces, pero más "apostolado de la opinion pública", no gracias. Que digan todo lo bueno que tiene el opusdei en la web oficial de la prelatura, donde parece que nadie se va, ni que los centros se están vaciando, ni que no encuentran directores ni directoras para dirigirlos, ni que la institución hace agua por los cuatro costados. Un saludo, Agustina L. de los Mozos.
