La vocación es una Cruz pero no es una losa. A Estrella.- Santiago
Fecha Wednesday, 01 August 2007
Tema 030. Adolescentes y jóvenes


 LA VOCACIÓN A LA SANTIDAD, YA SEA RELIGIOSA, SACERDOTAL O MATRIMONIAL, ES UNA CRUZ PERO NO ES UNA LOSA

 
 
Tras leer tu mensaje deseo aportarte mi modesta opinión, que quizás pueda complementarte un poco la ayuda grande que recibas de ese sacerdote que mencionas y que ya  ha escrito en la web de opuslibros. Soy seminarista diocesano y, hace 22 años fuí adscrito de la Obra durante dos años. Conozco el Opus Dei y tengo la vivencia de ser algo así como un "vocacionado tardío".
 
    Bien, centrándome en tu mensaje. Creo que toda vocación a la santidad (ya sea religiosa, sacerdotal o matrimonial) lleva siempre consigo una cruz diaria pues el que aspira a imitar a Jesús ya sabe como murió de amor por cada uno de nosotros. Pero esa cruz, dicho por El mismo "es suave y ligera" porque sólo nos pide voluntad de cooperar mientras que realmente El la sostiene. Esa cruz lleva consigo durante la vida, muchas decepciones, penas, momentos duros..., pero esa cruz no ha de llevar angustia ni ha de ser insoportable. O sea que es una Cruz pero NO es una losa. Pues en todo camino vocacional, y de ello puede hablarte muy bien ese sacerdote, hay siempre una alegría interior, profunda e inexplicable desde la fría racionalidad, y una paz que es regalo incluido en el 100 por 1 que promete Jesús además del Cielo eterno. La cruz será dura, es dura, pero como cruz se ajusta a nuestros hombros y sólo se espera que la llevemos con confianza en la Providencia. Una losa no ha de ser transportada porque una losa aplasta, no se ajusta. Y llevar una losa lleva consigo angustia, infelicidad, soledad más allá de lo soportable, y eso no puede ser querido por un Dios bueno y Padre. Entonces se trata de que examines tu vida interior, no sólo la parte espiritual sino la humana, eres persona (no un sumatorio de alma y cuerpo, ya que el dualismo gracias a Dios ya casi es desterrado de nuestra praxis cristiana), y como persona Dios quiere que seas Feliz aquí en esta vida y en la otra que es continuación de ésta o, más bien, su epílogo definitivo. Obvio que yo, sin conocerte en persona, no puedo aconsejarte nada (ni tengo potestad para ello), sólo se me ocurre compartirte estas ideas que pueden servirte de meditación, de reflexión personal donde has de desterrar presiones y escrúpulos de conciencia que a nada bueno llevan.  
 
    Puedo imaginar que estés pasando un mal momento, que cada vez que escribas o leas en la web sientas alguna carga de culpabilidad. Para ello recurro a una frase que en la misma Obra a mi a veces me decían: "Dios suple los errores humanos", que aplicado a tu caso podría interpretarse con que, aunque realmente estuvieras fallando al entrar en esta web, si tu intención es buena pienso que la Providencia enmendará ese fallo, pues ahora lo más importante para ti es que veas claramente si el camino que has tomado es una cruz o una losa, que lo veas en tu conciencia y actues en consecuencia. Y por favor, no me digas eso de "¿a donde iría?, ¿donde puedo ir?"... eres muy joven (dices que tienes veintiantos...), tienes mucha vida por delante. Te comparto que yo tomé mi opción vocacional a los 36 años y aquí estoy muy feliz; ¿recuerdas la parábola de los empleados en la viña? Unos empiezan al amanecer, otros al atardecer... (en mi caso fué a mediodía)... en las cosas de Dios el tiempo es un factor muy relativo.
 
    Por otro lado, a veces somos demasiado rígidos en nuestro planteo vocacional. Nos imaginamos que al morirnos se va a abrir un "sobrecito" en el juicio particular donde saldrá escrito la palabra concretísima de nuestro estado vacaional querido por Dios. No es eso, no lo creo. Es cierto que Dios tiene para cada uno de nosotros un plan de salvación desde la eternidad, si, pero cuenta con nosotros también (fíjate "Estrella" que tradicionalmente la Iglesia ha hablado sobre la "elección de estado", lo cual corrobora lo dicho de nuestra corresponsabilidad). Dios no es un Dios terrible, inflexible...., eso es caricaturizar a Dios. A veces pienso ¡que suerte saber que Dios nos juzgará pues imagínate que el juicio estuviera en manos humanas!. Dios es nuestro Padre y nos quiere, y nos quiere felices (en la adversidad, persecución, dolor y fatiga si... pero felices en el interior). De hecho hasta aludo a una frase de San Josemaría "La felicidad en el Cielo está destinada a los que saben ser felices en la tierra". Así que "Estrella", quiérete a ti misma no con egoismo pero si con espíritu cristiano, quiérete precisamente para poder querer a los demás. Y para ello asume que "tu vocación es SIEMPRE una vocación a la felicidad" (frase de una monja salvadoreña que murió en olor de santidad). Grábate esa frase de Sor Angélica en tu corazón, te lo recomiendo.  
 
    ¿Quieres cumplir la voluntad de Dios? Pues lo harás siendo feliz y haciendo feliz a los demás con la ayuda de Dios. Si crees que puedes hacerlo dentro del Opus Dei, hazlo. Y si crees que no, hay muchos caminos para llegar a Dios (el Papa ha dicho que tantos como personas en el mundo).
 
    Recibe un afectuoso saludo, y de mi parte cuenta con que te encomendaré en mi oración.
 
    Santiago 








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