Cualquier tiempo pasado ¿fue mejor?.- Sirdan
Fecha Monday, 30 July 2007
Tema 100. Aspectos sociológicos



         Después de mucho tiempo sin escribir, y antes de que venga el parón de las vacaciones, voy a cometer la temeridad, solo propia de los ignorantes, de  debatir sobre el último escrito de Moncada. Ocurre que los que ya vamos para mayorcitos (me incluyo Moncada no es una puya personal) tenemos la tentación de pensar que “eso en mis tiempos no pasaba” en definitiva como le diríamos al abuelo cebolleta “si abuelo si cualquier tiempo pasado fue mejor”.


Así podemos caer en la simplicidad de que los males e la Opus vienen dados por las nuevas, recientes o pos fundacionales generaciones, que no han recogido el primitivo y ¿autentico? espíritu de la cosa. Podemos señalar que los actuales directores son más inútiles que los que tuvimos nosotros. Por ello puede ser lógico que nosotros fuésemos atraídos por la Cosa, pero hoy en día es de lelos dejarse embaucar...




               Algo de ello hay, evidentemente. Un montaje sin fundamento no puede sostenerse con fuerza mucho tiempo. Por otro lado las circunstancias sociales, socioculturales, de comunicación y de conocimiento abren nuevas vías de información que antes eran más difíciles de alcanzar (esta página sin ir más lejos). La captación de nuevos adeptos principalmente por vía endogámica (los nuevos adeptos son reclutados principalmente de entre su propio grupo), produce un empobrecimiento intelectual y espiritual que se intenta contrarrestar por un mayor control sobre el grupo etc. Todas estas cosas son innegables.


Pero también es cierto que en la época de Moncada, como después en la mía, como ahora debe haber, hay personas que son captadas en virtud de auténticos lideres (aquellos que en nuestra jerga decíamos que “arrastraban un huevo”). Cada cual conocerá un sinfín de personajes que vivían el espíritu de la Opus de una forma atrayente, que encarnaban unas ilusiones que para quienes teníamos apenas catorce años y medio, suponían todo un por el circo por el que valía la pena dejar la vida, y además…por Dios, además… te ganabas el cielo, además… eras de los escogidos. Me imagino, porque lo hago con otros nombres y apellidos, lo que debía ser estar en un club de bachilleres con Satur. Como lo era estar de adscrito con personajes como J.M., C, P.M. etc. Montajes, planones, reírnos del mundo y ponérnoslo por montera. Pasar de criterios y de historias, un plan de vida a tope de normas pero “sin enterarnos de nada”. Ahora en Agosto siempre recuerdo los primeros años del  semestre en Teruel. Los shows,  de “Bogalusa”, tertulias pirata, jamón y vino, petardos…


También recuerdo los comentarios, cuando ya salíamos del centro de estudios, sobre los pipiolos  que entraban. Como les decíamos que parecían de West Point, como se estiraban sus cuellos dentro de aquellas chaquetas azules, corbatas rojas y pantalones beige o gris etc. Etc.


Sin embargo creo que ello obedece más a la experiencia vital propia, que a al realidad de las cosas. Igual que los viejos profesores dicen que ahora la selectividad es una chufla, que hay que ver lo que era el preu y el examen de estado etc. Tiempos pasados. 


Lo cierto es que la cosa siempre ha hecho aguas, que la desviación del espíritu primigenio está en su raíz, que desde los primeros se vio el plumero de por donde iban las cosas, que no depende de las generaciones, sino del propio sistema fundacional de la opus. Desde el principio, desde los primeros, han existido los males que hoy denunciamos. Todo un Secretario General Don Antonio P., le da un portazo al Fundador y le dice con tu pan te lo comas. Y esto se oculta y se retuerce desde un principio. Desde el paso de los pirineos hay un muchachote, Miguel Fisac, que pone empeño y pasta, y da el portazo por que no aguanta más las tonterías y la falta de un verdadero apostolado laico.


               En definitiva no quiero hacerme pesado, si no abrir una línea de reflexión. Por que si lo que pensamos es que en sus orígenes la Opus era genial, pero la hemos destrozado generación tras generación, pues nada, ocurrirá como en otras instituciones de la Iglesia, cuando por fin se caigan del burro, reforma, contra reforma, escisión y sigue el montaje. Si por el contrario podemos analizar que, aunque pueda ser una buena idea, desde sus origines la opus es un error, un inmenso error, donde tiene que acabar es en su desaparición simple y llana, como un error más asumible en la historia de la iglesia. No importa sus actuales o pasados plácemes y legalizaciones. Otras instituciones hubo (vgr los templarios) un día loados y al otro aniquilados de la faz de la tierra.


Mi opinión es que desde su origen la Opus está viciada, que no es una cosa de los tiempos actuales, que los que hoy son atrapados no son más tontos que lo fuimos nosotros, ni nosotros somos más listos al habernos dado cuenta de lo que pasaba. Simplemente nos dimos cuenta en un momento de lucidez y mayor madures personal, bien por que cumplimos una edad o por circunstancias vitales pasadas. No se si esa reflexión es un tostón, pero podría ser unja línea de debate, a reabrir cuando  volvamos   descansados de las vacaciones. 


Sirdan







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