La sobrenaturalidad de la obra.- Rocaberti
Fecha Friday, 27 July 2007
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Hola a todos:

Estos días, en los escritos, se comenta la sobrenaturalidad de la Obra, y en consecuencia si fue el mismo Dios quien se reveló a Jose María Escrivá.

Como lectura de vacaciones estoy leyendo un libro de Sánchez Mazas, La vida nueva de Pedrito Andía, en el que hay la siguiente cita: "Entonces, el Padre se puso a hablar... y dijo que San Ignacio, con los Ejercicios, había inventado también un ariete para las almas y que hacía fuerza para subir".

Según este jesuita los Ejercicios eran un magnífico invento de San Ignacio, pero invento, no inspiración divina. Si los hubiera inspirado Dios serían una camisa de fuerza ya que deberían seguirse al pie de la letra, o temblar ante la cólera divina.

Desconozco la sicología profunda de José María Escrivá y no quiero pensar que fuera un enredón, pero cualquier tipo de mensaje particular de Dios obligaría a aquellos que lo hubieran recibido, pero no a otros. En la Obra lo que se dice inspiración recibida por el Padre obliga a todos sus miembros, aunque éstos particularmente no hayan recibido ninguna inspiración divina, e incluso tengan que ir a ciegas, fiados de la luz del Padre.

Han existido muchos iluminados en la historia y otros que habrá. La iluminación a Escrivá a mi me dio a conocer una ascética inicial para santificar el trabajo, pero al poco tiempo estaba tan cargado de normas, medios de formación y encargos, que mi nivel de estudios descendió y dediqué muchísimas horas a la Obra, como si en un partido político o secta me hubiera metido.

Otro de los aspectos sorprendentes de esta iluminación es que permitió a Escrivá hacer lo que le vieniera en gana y decidir con quien se confesaba y hacía la charla. A mi me llevó a confesarme con curas a los que no tenía ninguan deseo de contar mis pecados y ser dirigido por directores con quienes no tenía confianza, además con  la obligación de abrir mi intimidad, que ya no era mía, pues pertenecía a la Obra. Esto hizo que los pecados o aspectos de mi vida más privados adquirieran dimensiones desproporcionadas, ya que no sólo existían sino que tenía la obligación de darlos a conocer a personas concretas, con la pérdida de mi libertad y la generación de angustias absurdas e inútiles. No creo que ningún sistema de gobierno haya desarrollado un sitema de control tan perfecto. Recuerdo que en aquellos años, visité algunos paises comunistas de la Europa del Este, y cuando entraba me sentía liberado, pues pensaba aquí no hay ningún control del Opus.

Con el dinero ocurrió que la iluminación recibida por Escrivá, me llevó durante veinte años de mi vida, a entregar loque ganaba con mi trabajo para unos fines apostólicos desconocidos por mi, y de los que nunca recibí ninguna información de cómo se gastaba mi dinero, o sea lo daba a la Obra. Mi vida fue bastante dura y no podía hacer lo que más me iteresaba estudiar fuera de España y viajar, ya que a la Obra no le interesaba esto y me destinaba a otros menesteres. O sea me empobrecí, cogí fama de rácano y, aunque iba muy bien vestido, no controlaba mi dinero.

Me dijeron que mi vocación era de hombre de la calle, ila iluminación de Escrivá me llevó a no poder pisar un teatro, una sala de conciertos, un cine, ni nada parecido, ya que el monte y el centro era lo único permitido.

No voy a continuar, pero me parece que la iluminación de Escrivá fue muy rara, ya que todos los beneficios fueron para él y los pejuicios para mi, por esta razón, yo no creo en ella, y para mi el Opus Dei como los Ejercicos de San Ignacio fueron un invento.

Un saludo.
Rocaberti









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