Queridos todos,

Estoy impactado por las respuestas que he recibido por un solo correo (viernes 29 de junio). Ahora que me he puesto a navegar en la red y por la página de opuslibros es increíble que me hayan mandado ánimos y hayan dado algunos consejos...

Estos últimos días he estado meditando mucho sobre esta numeraria que no es feliz. He hablado con esta chica y está pensando escribiros para escuchar opiniones de gente que también ha pasado por su misma situación. Se ha animado a leer esta página y ha descubierto otro mundo...

Hace poco vino a verme – soy sacerdote – para contarme cómo podía esclarecer su conciencia porque habitualmente creía estar contenta, sólo que se sentía susceptible con las cosas que le exigían y a las que no llegaba. Tiene un trabajo bastante potente y lleva ahí aproximadamente un año, desde que acabó la carrera. Suele ir bastante pillada de tiempo y tiene algunas obligaciones familiares a las que debe dedicar tiempo. Además últimamente está muy cansada.

El otro día, me dijo que después de estar toda la semana saliendo a las 9 de trabajar y teniendo que ir a su casa varios días para cuidar de un familiar le dicen que si puede dar el círculo de la casa, que lo tienen los sábados por la mañana. Era jueves al mediodía. Ella dijo que vale, pero pensó que no le iba a dar tiempo a preparárselo. Aún así dijo que sí, se fue a trabajar y llegó a las 9, rezó, cenó, tertulia y a la cama. Al día siguiente, viernes, se levantó por la mañana, meditación, misa, reunión para ver un plan del fin de semana, fue a comprar unas cosas para el centro (que lo estaban preparando para una convivencia de señoras), se fue a trabajar, a comer con su madre, por la tarde a seguir trabajando y llegó a las 9. Cenó y después de la tertulia le comentó a la directora que se iba a quedar preparándose el circulo. Bueno, pues la directora se enfadó y le dijo que cómo no se lo había preparado antes, que se fuera a dormir... ella le insistió un poco y le dijo que como máximo se quedara 20 minutos. Bueno, pues en 20 minutos no le dio tiempo a casi nada así que al día siguiente hizo lo que pudo. Lo pasó mal porque se quedaba en blanco. Pues esa tarde le cae una corrección fraterna de una que le dice que la próxima vez se prepare mejor el círculo porque había desglosado mal las ideas...

Entiendo que son cosas quizá sin importancia pero ¿cómo pueden tratar así a la gente? De verdad, tendríais que conocer a esta niña, es muy valiosa y antes era muy muy alegre... Yo noto como cada vez la van destruyendo más, va perdiendo seguridad en sí misma... no sé, yo tampoco quiero meterme demasiado en su vida ni sé si tengo autoridad sobre ella para aconsejarle que se vaya ¿y si se equivoca? Pero yo la veo cada vez peor, en serio. Y luego, le dicen que haga una especie de maratón de horario y me cuenta que, un día cualquiera, por ejemplo, tiene lo siguiente:

6,30 levantarse

7.00 Lectura

7.10 Preces

7.15 Oración

7.45 Misa

8.30 reunión de consejo local

9.30 atender una charla fraterna

10.30 -20.30 Trabajo (en medio, rosario y comer cuando le da tiempo)

20.30 Rezar

21.00. Dar un círculo o tratar apostólicamente a una persona

21.30 cenar, tertulia y a dormir.

Algo parecido a esto.

Bueno, pues un día y otro con este ritmo es lógico que llegue el fin de semana y descanse, haga otras actividades. Pues no, continuamente le están insistiendo en que no llega a las cosas, que está parada, que no se puede contar con ella. Ella manifiesta miedo al futuro y cuando consigo que me cuente un poco más de lo que tiene dentro manifiesta sus inquietudes por no sentirse querida, por ser utilizada para realizar tareas que sumen gente a las listas.

En su oración, manifiesta muchas veces que no puede más, pide ayuda a Dios... En su examen de conciencia dice, después de hablar con el Señor, que ha sido un día "apretado" donde no ha llegado a nada... “y encima pequeña bronca porque me dicen que paso de todo”. Da igual. “Every thing I do, I do it for you". Como diciendo a la desesperada que da igual lo que le digan, que lo importante es el amor a Dios... Bueno, a mí me gustaría que me dieran alguna idea sobre qué cosas concretas puedo decirle y sobre todo cómo puedo acertar a que haga realmente lo que Dios le pide.

Muchas gracias a todos

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