Querida Carolina,

Enhorabuena por volver al mundo de las personas normales y libres. Algo tan banal como esto llega a resultar extraordinario y quizá todavía no te des cuenta pero tranquila, es cuestión de tiempo. Además de todo lo que te han dicho otros, que te ayudará y consolará, solamente quería añadir unas pocas consideraciones, fruto de mi propia experiencia, por si te sirven para tu nueva situación.

Te decía que ¡bienvenida al mundo de las personas normales y libres! porque el "mundo" del opus dei ni es normal ni es libre. Pueden decir lo que quieran y llegaron a convencernos utilizando medios ilícitos, pues ilícito es utilizar lo espiritual para fines humanos, porque humana es la sumisión y la docilidad que se pretende ya que si hay que salvar la imagen o el interés propio, se llega a mentir y realizar actos más graves sin reparar en la moralidad de los mismos. Esto es así y sigue siendo así por mucho que digan lo contrario pues hablo desde la experiencia de decenios viviéndolo activa y pasivamente. Tú tienes la suerte de llevar "sólo" 5 años en ese mundo, suficiente para entender perfectamente todo lo que te digo aunque no puedes saber (¡gracias a Dios!) todo el daño que el mucho tiempo produce en un alma que vive o ha vivido como tú o como yo.

Jurídicamente no te preocupes de nada pues nada te obliga ni te vincula y lo de la dispensa déjalo correr hasta que te avisen y cuando lo hagan, como si lloviera, no tiene ninguna, ninguna repercusión. Moralmente quédate muy tranquila, y como ya te han dicho muchos otros, da muchas gracias a Dios por haber visto todo esto tan pronto: tienes 22 años y toda una vida por delante, y además esta experiencia de 5 años que te será muy muy enriquecedora; ojo, no digo que hayas hecho bien o mal estando en el opus dei (como me pasa a mi y a muchas otras) eso sólo Dios lo sabe, pero sí te digo que, ya que has estado, tienes una gran ventaja sobre mucha otra gente y eso te dará una experiencia muy importante para ayudar a muchas personas.

Ahora dedícate a tus estudios, a tu trabajo y sobre todo, sobre todo, a tu familia: apóyate mucho en ellos y procura llevar una vida lo más normal posible. Me dirás: ¡vaya consejo! Pues sí; el fracaso de muchas que nos hemos ido después de mucho tiempo, ha sido no valorar suficientemente todas estas cosas tan comunes y tan normales. Dedícate tiempo, a tu descanso y distracción, no tengas conciencia de perder tiempo, no lo pierdes. Tienes que ir liberándote poco a poco de esos complejos de culpa que nos han inculcado por tonterías. Una amiga me contó que el mismo día en que se fue del centro, a las pocas horas la fue a buscar el sacerdote -hoy personaje importante en la institución- y le dijo que al día siguiente no comulgara sin confesarse antes porque lo que había hecho era muy grave. Esto es real, aunque te parezca irracional y fantasmagórico, pero a eso se llega. Por eso tranquilidad, y en cuanto puedas ir al cine a ver una buena peli con las amigas, mejor, o a un concierto de música, si te gusta, etc.

Procura no mirar atrás y mirar más a tu alrededor, a la gente corriente, a tus amigas; ahora necesitas adaptarte a ese mundo normal y libre, y tú necesitarás poco tiempo pero tienes que dedicarlo; no le des vueltas a si te dijeron o dejaron de decirte porque sólo conseguirás calentarte y hacerte mala sangre, y además, sinceramente: todas esas personas que te han tratado de ese modo no merecen que les dediques ni un solo segundo de tu precioso tiempo; quien pudiera volver al mundo normal y libre a los 22 en lugar de a los cincuenta y muchos, hazme caso!

Con todo mi cariño y admiración, y por qué no decirlo, con toda mi sana envidia, un abrazote y hasta pronto.

Hermione