Consecuencias indeseables que no deberían producirse. Réplica a Santiago.- Danie
Fecha Wednesday, 18 July 2007
Tema 070. Costumbres y Praxis


Estimado seminarista:

 

Te deseo lo mejor en tu vocación al sacerdocio. Una vocación difícil pero con la que contaras con la ayuda de Dios, pues Él te la ha dado. Ánimo y gracias por tu colaboración del pasado lunes. Ha sido publicada íntegra cómo habrás observado.

 

Nos cuentas que fuiste ex-miembro (numerario) y que después de salir, tras unos largos años, descubriste tu vocación de sacerdote. Al comenzar a leer tu breve biografía recordé una anécdota de un círculo del año 2006. Al final, el numerario se puso a hablar un rato con los supernumerarios que estábamos allí. Y comentó, no recuerdo ahora la razón, como de pasada, el caso de un antiguo ex-agregado que abandonó la Obra y años después decidió hacerse sacerdote. Al comentar que abandonó la Obra recuerdo que dijo como coletilla inmediata “que está mal”, y luego siguió contando lo de la vocación sacerdotal de esta persona, como una vuelta a contactar con la prelatura. 

 

Te lo cuento porque para el Opus Dei en principio todo aquel que deja la Obra hace algo malo. Para la Iglesia no es así, pero para el Opus Dei parece ser que si. Así que me parece bien que siguieras tratándote con los numerarios después de tu salida… Pregúntales si les pareció “pecado” (o falta o a lo que sea) el que dejaras en su día la Obra. Te puedes llevar una sorpresa, para sus criterios establecidos todo el que deja la Obra… hace mal.

 

Sobre tus puntualizaciones:...



 1.                  El que en las órdenes religiosas no se dé información detallada de las exigencias de su vocación no justifica la desinformación que da el Opus Dei sobre sí mismo. Es peor, puesto que el Opus Dei tiene un sistema de vida propio de las vocaciones consagradas y sin embargo se presenta como vocación laical. De las ordenes religiosas se sabe al menos lo que son desde el principio y que su vida se centrará en el cumplimiento de los votos de pobreza, castidad y obediencia.

 

Yo tuve la desafortunada experiencia de descubrir después de 14 años en la Obra que un laico sólo tenía que cumplir con 3 o 4 obligaciones diarias. Es decir “normas”, y me tuve que enterar por un jesuita de 93 años de edad, al comentarle el número exhaustivo de normas de piedad que había en el Opus Dei. ¿Por qué fue tan tarde? Porque me había convertido al catolicismo dos años antes de conocer el Opus Dei y no tenía ni idea de la diferencia entre vocación consagrada y vocación laical. Y el Opus Dei se me presentó como laico, siendo en sus “frutos” –normas de piedad, costumbres, etc- propiamente consagrados. Así estuve yo agobiándome durante 14 años con un sistema de vida que no me correspondía. Pero ningún director se dio cuenta ¡claro!

 

2. Sobre el concepto de “información dividida”. Trabajo en una administración pública, también estuve años trabajando para una multinacional. Una información muy determinada se mantiene en unos niveles y no en otros, es cierto. Pero, tengo que decirte, que el nivel de comunicación de la información es inmensamente mayor en los organismos civiles del mundo occidental que en la prelatura del Opus Dei. En una administración pública conoces de antemano las normas que la regulan –es más, tienes que dominarlos para poder ser miembro de dicha administración, o sea funcionario previa oposición-. Estas normas, como sabes, son la constitución del país, las leyes relativas a dicha administración, a los ciudadanos, etc. Asimismo, el funcionamiento de la administración implica la dirección de sus miembros y unidades a través de instrucciones, ordenes, resoluciones, y estas se tienen que hacer públicas. De esta manera son conocidos por todos. Asimismo, conoces también el sistema de derechos que regula tu pertenencia a esa administración pública, la normativa reguladora de las infracciones a tus deberes como personal de la misma. En una gran empresa, conoces también la legislación que regula desde tu contrato hasta el funcionamiento de la misma. Desde que entras en ella sabes en que condiciones, también que trabajo y deberes debes esperar en ella….

 

Todo lo anterior no se da en la prelatura del Opus Dei. Hablan de la santificación del trabajo profesional y son incapaces de trasladar a su dinámica de organización la metodología propia de las organizaciones laicales y me refiero a la comunicación de información veraz. No hay en el Opus Dei un verdadero “derecho a la información” para los miembros más "inferiores" de la organización. Dicha información no es sólo restringida, sino que muy dosificada dependiendo de a quien se dirige. No conoces los Estatutos, pues el 70% de los miembros supernumerario/as no conocen el latín y la Prelatura no lo traduce. El supuesto “reglamento” o adaptación de dichos Estatutos, el  “catecismo de la Prelatura” es un libro que sólo se deja leer durante una hora diaria en las convivencias anuales. Libro que es recogido después de la “clase” y guardado bajo llave. Se traen por el numerario que hará de “director” de la convivencia en un maletín y se devuelven los ejemplares al centro de procedencia por la misma persona.

 

La normativa del Opus Dei se opone asimismo a diversas normas de la Iglesia Católica, en patente contradicción por lo establecido por la suprema autoridad de la Iglesia. Ver como ejemplo palmario la situación de las prelaturas personales en el código de derecho canónico. Lee, por favor, la transcripción en latin de las conversaciones de los miembros de la comisión codificadora de 1981 y las razones por las que éstos establecieron que las prelaturas personales no forman parte de la estructura jerárquica de la Iglesia. Sin embargo, desde que en 1982 se erigió como prelatura personal, el Opus Dei se ha opuesto por todos los medios al concepto de fenómeno asociativo que la Iglesia estableció que tenía por naturaleza. Verás que el Cardenal Ratzinger fue quien declaró que claramente las prelaturas personales eran un “determinado tipo de asociación” y no una “iglesia particular” ni semejante a ella. 

 

Quiero puntualizar la opinión del cardenal Ratzinger, puntualizarla para subrayar más aún su importancia. En 1977 en su biografía “Mi vida” el Cardenal Ratzinger manifestó su oposición a que se abandonara la Misa en Latín, lo consideraba un error. Ahora como papa Benedicto XVI, y por reciente "motu propio" con difusión mundial, ha restaurado la posibilidad de volver a darse la Misa en Latín en la Iglesia. Vemos que en 30 años Joseph Ratzinger no ha cambiado de opinión. Podemos deducir además que su nombramiento como Papa, es para él como la confirmación por el Señor de la validez de algunos de sus consideraciones teológicas. La conclusión directa es que Benedicto XVI sigue considerando a las prelaturas personales como lo que son, fenómenos asociativos.

 

Frente a esta opinión del Papa, la opinión del Prelado del Opus Dei, en oposición contraria a su pensamiento. Añado otro matiz importante a esta última frase. La actitud del Prelado. Por una parte, en sus cartas y últimos libros, cita ampliamente a Benedicto XVI, defiende su persona. Manifiesta externamente devoción a la figura del Papa y seguimiento a sus palabras. Pero también y a la vez, sigue insistiendo en que son “estructura jerárquica”, en que son “circunscripción eclesiástica” y "jurisdiccional". Es decir, se opone al pensamiento del Papa en este importante punto. Curioso, verdad. Pero los hechos lo acreditan. Lee por favor la copia de su “catecismo” y libros publicados por su Prelatura. El Prelado exige a los miembros del Opus Dei plena adhesión a sus enseñanzas y criterios, pero se permite disentir en este tema de la opinión del Papa y del Código de Derecho Canónico. ¿Tú lo entiendes? Yo no y no acepto esta postura.

 

3. Sobre depresiones, etc. Hablaré de mi mismo. Hace seis años presenté una carta pidiendo ser sólo cooperador. Ya estaba quemado por entonces. Pero me dijeron que siguiera. Por esa época, recuerdo que después de un retiro, un director se puso aparte a hablar conmigo y me comentó una anécdota personal. Me dijo que él, en una temporada de mucho trabajo, tuvo que ir al médico por agotamiento. Y que éste le recetó una pastilla para poder dormir. Resulta que un buen día se olvidó de tomarla, y se quedó desvelado. Le dijo al día siguiente al médico que cómo le había recetado esa pastilla, que si no la tomaba no podía dormir. Y ese médico le dijo que era lo que tenía que tomar, que claro, el cuerpo al final tenía dependencia de ella. Bueno, esta historia me la contó con el propósito obvio de que yo considerara si debía ir al médico y tomar alguna medicación. Pero da la casualidad de que yo por mi parte había ido a mi médico de la seguridad social. Y este médico me dijo que yo no tenía depresiones, ni nada. Estaba opositando, eso creaba tensión, pero que no me iba a recetar pastillas, pues no quería que me habituara a ellas. Como puedes ver, el director numerario siguió la metodología Opus, el criterio existente en la institución. Mientras, el médico se limitó a seguir la deontología médica correcta. Por favor, no te engañes con datos periodísticos. Yo sólo me limito a mi experiencia personal. Sucedió entre el año 2000 y 2001. No voy a decirte la ciudad ni el lugar donde fue, comprende mis razones. Pero ya me dirás que tipo de institución es esta Prelatura.

 

4. Sobre la crisis vocacional, te habrás dado cuenta que todos los ex-miembros tuvieron una vocación a “algo” al contactar al Opus Dei. Bastantes de ellos salen y pasan no sólo del Opus Dei, sino también de la Iglesia y práctica religiosa. ¿Has pensado que terrible es eso? Personas a las que Dios llamó en todo caso a mantener una relación de amor con Él, y que acaban abandonándole. ¿Por qué? Ciertamente, a los cristianos se nos enseña que nuestros enemigos son el demonio, el mundo y la carne. Pero no se nos dice que el sufrimiento también puede ser tentación, y que la presión y tensión tan especial que genera el Opus también es tentación. Para mí especialmente la forma de salir de la institución, el estado psicológico del miembro expulsado, puede llevarle a abandonar a Dios. Creo que parte de esa responsabilidad en crear dicha “tentación” está en la dinámica de funcionamiento de la prelatura. Creo que hay que distinguir la crisis general vocacional en Occidente, que principalmente se centra en las vocaciones laicales (el Pueblo de Dios), que la crisis muy particular que genera el Opus Dei por su forma de tratar a sus miembros o ex-miembros.

 

5. El pitaje a los 15 o 16 años. Ciertamente, es un fenómeno fácil de observar que las nuevas generaciones parecen más inmaduras que las anteriores a su misma edad. Será por la influencia de televisión, videojuegos, etc., pero actualmente los chicos y chicas de 15 años no están maduros ni para saber cuales son sus aptitudes y menos para pensar cual será su carrera profesional.

Así que dudo que puedan definir con claridad si tienen vocación consagrada o vocación laical. Mi duda es a nivel general, pues no dejará de haber casos excepcionales de gente joven que puedan más o menos intuir que lo suyo es algo más que ser laicos.

 

6. El párrafo 6 lo añado yo, no existe en tu carta. Me gusta tu opinión del “adolescente que quiere comerse al mundo”. Yo quiero pensar en ese adolescente, que descubre la existencia de Dios, que cree encontrar una vida de trato con Él y acaba contactando con el Opus Dei. Mira tú que cosa, resulta que lo captan inmediatamente con la técnica de la información dosificada al mínimo y aprovechando su fervor del encuentro con Dios. Pero luego en poco tiempo, ve que ese grupo cristiano exige unos niveles de actos de piedad y exigencia que él jamás pensó que tendría. Asimismo él entra en crisis psicológica, le agobian las normas, el estilo rígido y encorsetado de vida. Se siente como si perdiera la conexión con Dios. Y al final, como nada cambia, enferma o se trastorna, y se va de la Institución. Años atrás creyó haber encontrado a Dios, ahora hasta lo religioso le puede desagradar… Y si las heridas son profundas, hasta no quiere saber nada de la Iglesia ni de ese Dios…

 

Me gustaría que esto nunca se diese. Y para ello, lo mejor es el máximo de información previa. Mejor prevenir que curar. Pues lamentablemente, el Opus Dei seguirá siempre sin decir exactamente cómo es en realidad y con su sistema inalterable de funcionamiento. Yo no digo que no tengan buenas intenciones, y que no busquen lo mejor... pero hay consecuencias indeseables que no deberían producirse.

 

Atentamente, Daniel_M.







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