6 observaciones a la Carta del Prelado del Opus Dei en Julio.- Trinity
Fecha Friday, 13 July 2007
Tema 090. Espiritualidad y ascética


1.         Comienza la carta presentando la participación en las misas que se celebraron en muchas partes del mundo en la celebración litúrgica del fundador, como expresión de la difusión de su devoción y de la actualidad de su mensaje de santificación en la vida ordinaria. En realidad, si nos atuviéramos a esa participación, habría que concluir más bien lo contrario, pues en las celebraciones de las que me han llegado noticias, los jóvenes brillaban por su ausencia.

 

2.         Antes de entrar en los temas de la carta, el prelado trasluce una vez más su preocupación por los números, pues afirma que, esforzándose por vivir ese espíritu, «muchas otras personas se animarán a emprender este camino de santificación». Todo demasiado humano, tanto por el voluntarismo ascético que plantea, como por la escasa rectitud de miras que promueve.

 

3.         Resulta chocante que en estos tiempos mencione la comparación que establecía el Fundador entre la vida de los miembros del Opus Dei y la de los primeros cristianos, que «no se distinguían exteriormente de los demás ciudadanos [Conversaciones, 24]. De modo semejante, añadía, los fieles del Opus Dei son personas comunes; desarrollan un trabajo corriente; viven en medio del mundo como lo que son: ciudadanos cristianos que quieren responder cumplidamente a las exigencias de su fe [ibid.]». Pues basta examinar el actual modo de vida de l@s numerari@s y agregad@s de la Obra para reconocer inmediatamente esa ausencia de normalidad.

 

4.         Parece curioso que invite a imitar el optimismo con que los primeros cristianos afrontaron la cultura de su tiempo, sabiendo salvar cuanto en ella había de positivo. Pues si algo destaca en las directrices que hoy se inculcan en la Obra es la prevención ante el mundo y la negatividad con que se juzga la cultura actual.

 

5.         Para conseguirlo, anima a cultivar la formación teológica, a fin de dar respuesta a los temas candentes en la opinión pública: cuestión que sería muy deseable, pero que está notablemente dificultada en el Opus Dei, por la microdoxia cultural en que han caído, como diría Doserra, al encerrarse endogámicamente en los teólogos que ellos controlan.

 

6.         Finalmente, me llama notablemente la atención que cite la siguiente idea del Papa: «Por eso, el ocaso de la religión pagana resultaba inevitable: era la consecuencia lógica del alejamiento de la religión de la verdad del ser, al reducirse a un conjunto artificial de ceremonias, convenciones y costumbres [Discurso en la audiencia general, 21-III-2007]; y que haga el siguiente comentario: «También ahora es seguro el fracaso de quienes prescinden de Dios. A pesar de la aparente victoria del relativismo en algunos lugares, este modo de pensar y de vivir acabará derrumbándose como un castillo de naipes, por no estar anclado en la verdad de Dios Creador y Providente que dirige las vías de la historia». ¿Cómo es posible que no se dé cuenta del ocaso que ha emprendido la institución que preside, precisamente a causa de haber sustituido a Dios por un conjunto de normas, reglas y prohibiciones humanas?

 

                                               Trinity









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