Hola,
en estos días he estado ojeando las páginas de opuslibros, y como que comparto muchas de las energías de sus colaboradores. Quisiera exponer con una fábula mi impresión del opusdei. En ella quizá utilice figuras un tanto alusivas a la sexualidad, y a eso no me refiero. Tampoco quisiera explorar mi personalidad en base a ella.
Digamos que alguna vez existió un don Juan que salía a las calles a enamorar a cuanta mujer joven se encontraba. Algunas de las que se encontraba le creían su historia de amor, tan especial, y decidían ir aceptando las circunstancias propuestas. Todo marchaba muy bien mientras no dieran problemas.
Pero si a alguna se le ocurría otra cosa, entonces aquel don Juan la empezaba a criticar, especialmente echándole el juicio de las demás. Algunas de las que fueron abandonadas se preguntan ¿A qué juez puedo recurrir para acusar a este embaucador que presume de santo?
Pasaron los años y al parecer, aquel don Juan murió sin cambiar.
saludos,
Leonardo Cantu