Ni impureza ni culpabilidad: desconcierto.- Isabel Nath
Fecha Monday, 02 July 2007
Tema 060. Libertad, coacción, control


Hola a todos,

 

Me gustaría aclarar algo al respecto del correo que mande la semana pasada, porque a tenor de algunos comentarios que he oído o leído creo que no ha quedado clara una cosa. Yo no tuve sentimientos de impureza y culpabilidad cuando fui sometida al interrogatorio despiadado que narré en mi correo anterior. Es cierto que estuve tentada de decirle que sí que había tenido un hijo secreto para que me dejase en paz, pero yo sabía perfectamente que no lo había tenido y que no tenía culpa alguna. En otro momento del interrogatorio, ya sola en mi habitación, también pensé si realmente habría algo que me hubiese olvidado contar, pero no porque me sintiese impura ni culpable de nada. De hecho a continuación de preguntarme esto a mí misma, me contesté con un rotundo "pero que va!". Gracias a Dios siempre he tenido muy claro lo que he hecho o dejado de hacer y la responsabilidad que se deriva o se deja de derivar de las cosas que hago.

 

Lo que si tuve fueron sentimientos de desconcierto, de incertidumbre, de no comprender por qué me preguntaban aquello ni a santo de qué. Las piezas del puzzle se fueron poniendo en su sitio con el tiempo; la vida las fue poniendo, ni siquiera es que yo me esforcé por ponerlas. Pero en ese momento yo solo habría los ojos como platos, y me preguntaba "pero esto qué es?????", "si les he dicho que no ¿por qué siguen preguntando?; ¿no decía nuestro Padre que la palabra de uno de sus hijos vale más que la de 100 notarios????".

 

Pero todo pasó en un máximo de 2 semanas, desde que yo hice la denuncia hasta que me fui, y aunque en el momento pareció largo de hecho es poco tiempo, y no dio lugar a mucha recriminación ni a mucha comedura de tarro por mi parte, gracias a Dios que todo lo provee de la mejor forma. Es como cuando te pegas un golpe grande, que tardas un pequeño lapso de tiempo en reaccionar y notar el dolor; al principio te quedas como aturdido.

 

Quería explicar esto porque pienso que de haberme sentido impura y culpable no creo que hubiese enderezado mi vida tan rápida y fácilmente. Lo que recuerdo bien es que cuando finalmente me dijeron que habían visto que no tenía vocación tuve mucha paz; nunca pensé que aquello se resolvería de forma tan fácil y rápida... y a mi favor.

 

Aprovecho para agradeceros vuestras palabras de cariño a todos los que me habéis escrito algo al respecto en la web o en mi dirección de correo.

 

Un abrazo a cada uno,

Isabel Nath









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=10263