No sé si ese sacerdote habló de mí o no. Para Ana Azanza.- Daniel_M
Fecha Friday, 29 June 2007
Tema 040. Después de marcharse


Me pregunta Ana Azanza el miércoles 27 de junio en relación con mi escrito ["Testimonio de mi salida de la Obra"], ¿crees de veras que tú "informaste" con el que te confesaste de que tú habías pertenecido en le pasado? esas cosas se saben. El opus es una gran red de información y churreteo en el que todos saben de qué va el tema. Saben muy bien "hacerse" el tonto cuando es preciso. Y saben muy bien quién es quien. Así funcionan.
Sólo puedo decir lo que sé. Me había confesado pocas veces con aquel sacerdote. Nunca le había dicho nada relacionado con la Prelatura. Este sacerdote se había quedado con mi cara, pues me veía ir bastantes veces durante la semana a Misa. Y esto en los últimos tres años que llevo viviendo en esta ciudad. Pero nunca le había hablado nada respecto a la Obra.
Tras mi dispensa oral de los compromisos en enero de 2007, fui dos meses más tarde por aquella Iglesia, cercana a mi casa. Era domingo, iba a Misa y me confesé con él. Como luego me dijo de rezar por el Opus Dei, la Iglesia, etc.… sospeché por donde iba el asunto y le conté que había sido de la Prelatura, pero que ya no lo era.
Él no sabía nada. Me preguntó cuándo había sido eso. Le expliqué que en enero de este año, y recuerdo que hizo la observación: “ah!, pues fue hace poco”. Y le expliqué por qué había sido, que desde el primer año estuve mal, y que lo sabían pero que había estado más de 14 años. Este sacerdote me preguntó cómo es que no hicieron nada. Sólo le pude responder encogiéndome de hombros. Me agradeció la confianza en que le hubiera revelado aquello. Él me comentó que a lo mejor podía ser cooperador, como una idea que me proponia, pero le dije que no, ya que quizás fuera una cuestión de “orgullo” personal.
Pasó el tiempo, y como sigo confesándome casi semanalmente, aunque suelo ir a los Jesuitas o a curas diocesanos, un día volví a confesarme con este sacerdote. Un domingo fui a aquella Iglesia. De pasada me dijo –y no era una respuesta directa a lo que le decía en ese momento, pero estaba relacionado con lo del “orgullo” de la conversación anterior- que no le diera más importancia si alguien no me había tratado bien.
No he vuelto a confesarme con él. La casualidad, voy a otras iglesias entre semana. De esta última vez que hablé con él, y por esa respuesta, tuve la momentánea impresión que podría haber hablado con alguien de mí. Pero no puedo asegurarlo. Por otra parte, lo que dijo tenía relación con la conversación anterior, aunque no tan directa con lo que yo le había dicho exactamente. Pero no sé si habló o no con alguien, la verdad es que no lo puedo afirmar.
Tengo que añadir que en esta ciudad, si vas todos los días a Misa, acabas quedándote con las caras de todos los habituales. Es fácil, basta quitar a los ancianas (pocos ancianos hay), y esos escasos jóvenes o cuarentones suelen ser de la Obra. A unos cuantos los recuerdo por coincidir en retiros, convivencias y círculos, y a otros los detecto enseguida por ese estilo “prelaticio” por el que se ve que son de la Obra.
Igualmente, ellos también me siguen viendo con frecuencia. Quizás les sorprenda, e incluso alguno no lo espere de quien no tiene que hacer “normas”. Ya que he recuperado la “libertad” como me dijo el numerario al aconsejarme que no renovara el 24 de noviembre de 2006,  último día que estuve en un centro de la prelatura.
Pero es que yo ya iba a Misa entre semana mucho antes de conocer siquiera al Opus Dei; porque forma parte de mi propia vocación “específica”, la mía personal, la “particular” que Dios me dio. Y que es laical y no consagrada como la de ellos. Pero a mí me basta. 
Hasta pronto,
Daniel_M.








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