El Opus Dei y su respeto por la fama de las personas.- Isabel Nath
Fecha Wednesday, 27 June 2007
Tema 060. Libertad, coacción, control


EL OPUS DEI Y SU RESPETO POR LA FAMA DE LAS PERSONAS

Isabel Nath, 27 de junio de 2007

 

 

He seguido con mucho interés y grandísima pena todos los escritos publicados en esta Web en torno al triste caso del sacerdote Antonio Petit fallecido lejos de la Prelatura del Opus Dei el pasado mes de Febrero de 2007. Leí también el escrito de Oráculo, La historia inmoral del Opus Dei, que reconozco que me dejó con el alma encogida. Y no porque una no haya oído nunca acerca de cómo se las gasta la Prelatura del Opus Dei cuando alguien ‘conocido’ quiere dejarla, sino porque los datos que aporta Oráculo al respecto del origen de la tragedia denotan una crueldad tan sibilina como injustificada e injustificable. Quizás es que yo soy muy inocente, quizás, pero no logro comprender de ninguna de las maneras cómo alguien que es un sacerdote de Dios puede actuar de semejante forma con sus semejantes, con tan manifiesto abuso de poder, y que ‘el que le ha conferido la autoridad’ no le llame al orden...



El motivo del escrito de Oráculo es (me parece) no tanto la denuncia, que ya la hizo, como la defensa de la fama de Antonio Petit. Este tema me parece importantísimo y de extrema gravedad especialmente cuando hablamos del Opus Dei, y quiero aprovechar para agradecer a Oráculo el valor que ha tenido para dar (aunque las circunstancias requieran que lo haga tras un nick) tantos datos y tantos nombres, que son necesarios, para que nadie venga con eso de que ‘la Institución hace’, ‘el espíritu dice’… Parece que son todo elucubraciones y cosas inconcretas, etéreas, …salvo los ‘reos’, que sí que tienen nombre, apellidos, miserias (reales o inventadas por ellos), confidencias personales que airear, y fama que ensuciar. Ya está bien!.

 

Decía que el tema de la fama de cada persona y el respeto sagrado que se le debe, es un tema de gran importancia cuando hablamos del Opus Dei, y no precisamente por la exquisitez con que lo viven sino más bien por la mofa que hacen de ello. Lo hemos leído en incontables ocasiones en las páginas de esta Web y en algunos libros, como el de María del Carmen Tapia, el de María Angustias Moreno, etc. No dudan lo más mínimo en hacer públicas (o amenazar con hacerlas y luego hacerlas) las confidencias, los defectos, las miserias dichas en confesión o en la charla fraterna (pensando que ahí quedan…). Si la información que tienen tuya no es suficientemente ‘escandalosa’, entonces se la inventan. Directa y llanamente. Los directores del Opus Dei se están inventando increíbles mentiras que con frecuencia hacen referencia a la sexualidad de cada cual, y las están difundiendo de forma intencionada y malediciente entre los miembros de la Prelatura, a sabiendas de que de esta forma están acabando con la fama de muchas personas de forma absolutamente injusta.

 

Decir algo malo pero cierto es difamar, y decir algo malo e incierto, es calumniar. Me llama la atención que ambos términos (difamación y calumnia) están contemplados en el Código de Derecho Penal (de España al menos), y constituyen delito. No estamos hablando de que el comportamiento de los directores del Opus Dei sea más o menos ejemplar, estamos hablando de que hay un delito. Y tan ricamente, una vez detrás de otra. Y nadie hace nada…

 

Y me pregunto otra vez: ¿qué hace la Iglesia Católica al respecto??????. Hará falta mandar estos documentos y estos datos directamente a Roma (Vaticano) para que alguien se dé por enterado y mueva ficha????. Quizás sí.

 

Cómo es posible que los miembros del Opus Dei se presten a la difusión de estas calumnias o difamaciones, me resulta fácil de comprender: no piensan, no critican, no cuestionan lo que viene de la boca de los directores de la Prelatura. Lo cual no les exime de culpa, pero digamos que la atenúa (el lavado de cerebro con Ariel, nadie lava más blanco, que llevan encima, quiero decir…). Ahora, los directores que están inventando esas calumnias o están difundiendo esas confidencias lo hacen con premeditación y alevosía. Qué catadura moral tiene una persona que hace esto?. Cómo un inmoral de este calibre puede tener a su cargo la dirección de las almas de nadie?????. Cómo alguien que va vestido con el uniforme de los sacerdotes de Dios puede amenazar de forma reiterada con desvelar asuntos referentes a la sexualidad de otra persona sabidos en confidencia? (no confidencia a ellos si quiera, si no supuestamente a una tercera persona que ya lo ha reportado pertinentemente). Cómo puede no solo amenazar sino acabar diciéndolo???. Cómo puede ir tranquilamente y celebrar Misa?, y Comulgar?, y dar la Comunión a otros????. ES ESCANDALOSO!!. A mi me escandaliza al menos, quizás es que soy muy fina...

 

En esta página Web escribe gente a la que conozco y que ha sufrido exactamente lo mismo que le pasó a Antonio Petit, con la denuncia del acoso de la numeraria y la forma en que la Prelatura solucionó el tema. Ellos y ellas. Alguien me puede decir por favor, si lo sabéis, por qué en el Opus Dei se hacen a veces las cosas así?. Es decir, una persona denuncia que otra le está llamando unas 20 veces al día…, y arremeten contra el acosado!. Y le castigan y lo machacan por ello. Le destrozan la fama difundiendo una calumnia, y sabiendo que lo están haciendo mal no rectifican durante años!!. Y le dejan morir en medio de esa basura… Y digo yo, no les dará miedo a estos directores que alguien haga lo mismo con ellos si se deciden a plantarse, y es por eso que siguen con esta pantomima macabra????. En resumen, que lo hacen porque no tienen narices y es la única forma que se les ocurre de protegerse a sí mismos…?.

 

Erase una vez que era yo una numeraria de a pie, allá por el año 1985, en mi primer curso después del Centro de Estudios (o sea, con toda la ‘doctrina’ muy recientemente memorizada y en pie de guerra). Y ocurrió que en la región en la que vivía me pareció evidente que algunas personas de la delegación no estaban viviendo la separación entre las dos secciones de forma ‘correcta’, o en la forma meticulosa que se nos exigía a los demás que la viviésemos. O a lo mejor es que con los sacerdotes no hay que separarse tanto si eres directora, no sé, yo pensaba que sí (me lo habían enseñado así)… Me pareció una vez, y dos, y tres, y más, y finalmente me armé de valor y lo dije en la Charla fraterna. Qué error de libro el mío, sí, ya lo sé; pero lo sé ahora, entonces era cándida amapola total. Y qué ocurrió?, pues sencillo: programaron bonito interrogatorio al más puro estilo GESTAPO, y me barrieron a preguntas del estilo de éstas: “¿qué tal llevas el tema de pureza?”, “¿hay algo que se te haya quedado por contar?”, “¿de ahora o del pasado?”, “¿estás segura de que no te has olvidado de contar nada?”, “¿segura, segura, segura….???”. Esto repetido N veces por la directora de la casa (con la cual hacia la charla fraterna) y por el sacerdote, con el que me hacían pasar a confesarme cada mañana convencidas, o intentando convencerme a mi, no sé, de que estaba ocultando algo inconfesable que requería el perdón inmediato (o sea, algo de pureza…). No solo se repitió N veces, se repitió N días, en una estrategia perfectamente montada de acoso y derribo hacia mi persona, que entonces era una pobre chica inocente 100% de 20 años de edad. No contentos con estas preguntas, y sobre todo no contentos con el resultado que obtenían (a saber: NO a todo lo que preguntaban), pasaron a la artillería pesada, que además ya me pillaba a mí medio pasada de rosca porque llevaban más de una semana con estos interrogatorios (y yo mientras tanto haciendo los exámenes finales de 3º de Biológicas, todo muy humano…). La directora del centro me llegó a preguntar (puedo jurar sobre una Biblia que es cierto) que si no había tenido yo algún hijo secreto, o si no había abortado alguna vez. Y recuerdo que la segunda vez que me lo preguntó estuve a puntito de decirle que sí, solo para que me dejasen en paz!. Es decir, se trata de una tortura psicológica en toda regla, para conseguir la aceptación por parte del supuesto delincuente, de haber cometido un delito imaginario, pero que está dispuesto a admitir para acabar con la tortura. Esto que acabo de contar es real, me pasó a mí (que no era nadie conocido), y tiene nombres, apellidos, fechas, y lugares. Y es lo mismo (de alguna forma) que lo que hicieron con Antonio Petit: él denuncia algo que está haciendo un tercero y lo machacan a él. Por qué?. Cual es la lógica detrás de esto???. Yo podría entender que me dijesen que veía visiones (que NO las veía…, de hecho inmediatamente después de tirarme a mí hubo movimiento…; quizás también injustamente, a la vista de lo que le pasó a Antonio Petit, pero de hecho lo hubo…, luego algo pasaba), o que me dijesen que ya habían reportado a donde correspondía, etc. Pero por qué la emprendieron conmigo?, si solo estaba haciendo lo que nos enseñaban en todos los medios de de-formación que teníamos que hacer si veíamos algo así…????.

 

Y esto lo sufrí de mis ‘hermanas’, menos mal que en el Opus Dei no hay suegras… Con hermanas así no hacen falta, claro…

 

Bueno, no sé si hace falta aclararlo, pero yo entonces era virgen y casi también mártir gracias a ellos, no había nada ni de pureza ni de ninguna otra cosa que no hubiese dicho (boba de mí…), y obviamente no tenía hijo alguno ni había abortado (pero si yo me hice del Opus Dei con 15 años recién cumplidos, cuándo se suponía que iba a haber tenido ese hijo…???).

 

Por qué he contado esto?, para que veáis que esto me pasó a mí, en cuerpo y alma, y he sobrevivido para contarlo (se me ha olvidado decir que inmediatamente después de esto y como guinda del pastel, me comunicaron que las directoras habían “visto en la oración” que yo no tenía vocación de numeraria del Opus Dei; o sea, me tiraron). Y si esto me hicieron a mí que era una numeraria de a pie en una ciudad de provincias de España, qué no harán contra quienes son miembros conocidos de la Prelatura, cuya salida tendría una repercusión negativa y haría plantearse a muchos demasiadas cosas (pues veáse el ejemplo de MªAngustias Moreno, Mª del Carmen Tapia, o Antonio Petit entre otros…). Yo no tengo documentos escritos (no los hubo, y si los hubiese habido no los habría guardado la verdad), pero tengo mi memoria, que desgraciadamente para algunos es buenísima.  

 

Y cuento esto también para hacer eco al escrito de Oráculo del pasado viernes, y que se difunda y se haga pública la forma que tiene el Opus Dei de solucionar las cosas que le son molestas y el respeto que tienen por la fama de las personas. Para que quienes tienen potestad para hacer algo tengan también datos para hacerlo.

 

Aprovecho este escrito para agradecer a Agustina que haya colgado la foto de Antonio Petit, porque es un hecho comprobado que cuando ponemos cara a las personas las hacemos más reales, y los sufrimientos que padecen y las injusticias que se les infringen nos sacuden más, y quizás de una de estas sacudidas alguien se levante y haga algo. Mi foto también la podéis ver en Quiénes somos.

 

Un abrazo a cada uno,

Isabel Nath







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=10239