Leyendo los envíos de Nacho y de Heidi, claramente se puede concluir que la Obra es fantástica.

Aunque no propiamente en el sentido de ser «el mejor lugar para vivir y para morir». Pero, en la medida en que se trata de una realidad manufacturada bajo un control tal que se asemeja al proceso de creación de los mundos de fantasías propios de los libros de ficción o de los filmes, la Obra es fantástica.

Y sin duda puede parecer fantástica, ya en el segundo sentido literal del término, en la medida en que esa fantasía es tomada por los lectores/espectadores como si se tratara de la realidad. En esto se basa el éxito de la Obra y la felicidad que puede proporcionar, la cual dura hasta que cada uno descubre el mecanismo que se mueve detrás de semejante escena montada.

También podría compararse a un spot publicitario donde lo único bueno es el spot mismo y no el producto que anuncia. Lo que no hay, es devolución del importe.

Saludos,
E.B.E.