El amor ganará la batalla. Para José.- Fulcro
Fecha Friday, 27 February 2004
Tema 080. Familias del Opus Dei


Estimado José:

Leí tu correo del 24-2-2004 y me pregunté si alguien se animaría a contestarte, porque me parece un asunto difícil de abordar. Como insistes el 26-2-2004, me atrevo a decir algunas cosillas, basado en mi modesta experiencia, por si te fueran de utilidad.

Verás, planear el objetivo de que tu esposa deje de ser del opus no me parece acertado (como tu muy bien reconoces: oponerse es peor). Para empezar, si ella está realmente convencida, el "infiel" eres tú (algo parecido al caso de los cónyuges con religiones distintas y "competitivas"). A mi juicio, las complejas interacciones de sentimientos en un matrimonio siempre son únicas, y lo que se pueda decir en un caso no tiene por que ser válido para otro. Pero dicho esto, creo que algo se puede aventurar.

Pienso que lo que realmente importa es el amor, y si está bien orientado se ama a la otra persona tal cual es, con independencia de que a uno le guste o disguste lo que piensa o cree. Dicho de otro modo: es característico del verdadero amor el respeto exquisito de la conciencia de quien se ama. El amor requiere la gratuidad plena. Si se le encierra en condicionamientos y exigencias se le asfixia y puede llegar a morir.

Desde tu punto de vista es natural que pienses que tu esposa está atada y que necesita ser liberada, pero, según he podido comprobar, resultaría fatal a largo plazo que la fueras poniendo en la tesitura de tener que elegir entre esas ataduras o las tuyas. Además sería una tesitura falsa, porque otra característica importante del amor es que no sea excluyente; es decir, no solo no es incompatible amar otras muchas cosas congruentes con el cariño conyugal, sino que lo enriquece, porque el amor es difusivo y suele ser una señal clara de su propia vitalidad. Es probable que tu mujer ame a la obra como podría amar la música, su trabajo, a los gorilas en extinción, o cualquier otra cosa, y sería un grave error pensar que uno es menos querido por ese reparto de afectos. Al amor no se le puede poner límites y esa actitud mental y de corazón que uno debe cultivar, a mi entender, es el mejor antídoto para los celos si uno tuviera la desgracia de padecerlos (estos serían como una enfermedad del amor).

Creo que hay que ver el lado positivo de las cosas y centrarse en las que unen y menos en las que separan. Desde luego, a mi el opus no me parece una buena opción, pero la elección tiene que ser por una convicción bien informada y libre de toda coacción o chantaje, y esto, además del amor, lo exige la dignidad de las personas.

Estas consideraciones me parece que también son muy válidas para los hijos y yo intenté educar así a los míos/as: preparándolos para que pudieran valerse y elegir por si mismos; con referencias vitales si, pero con su inteligencia lo menos condicionada posible e instruyéndolos en la indispensable crítica. Y esta preparación para la vida comienza desde su nacimiento, y a veces importa más la forma de hacerlo que el mismísimo fondo, y cada cónyuge tiene su irrenunciable papel..., y enseñarles a identificar y defenderse de los peligros imaginarios o reales, más que evitárselos, es lo fundamental..., y casi nada de esto se hace con sermones. En otras palabras: "corriendo el riesgo de la libertad" como se ha venido a decir... Y yo no he sido defraudado. Creo que esto es una buena manera de superar las discrepancias que puedan ir surgiendo con tu esposa en la educación de los hijos.

Puede que tengas que conocer con detalle lo que es el opus para que comprendas mejor a tu mujer y ayudarla (solo si llega el momento o la cosa viene al caso) y todo lo que hay escrito en opuslibros es de un valor excepcional. Pero insisto, me parece un error forzar a tu mujer, hay que dar tiempo al tiempo y quizá resignarse -mejor dicho- intentar ser feliz con lo que hace feliz a tu esposa, no porque a ti te guste, sino porque le hace feliz a ella (no hay que descartar que sus relaciones con el opus le sean gratificantes). Esto no quiere decir que te "conviertas" al opus ¡todo lo contrario!. Quiere decir que tu ejemplo de tolerancia y comprensión irá llevando poco a poco el agua a tu molino cuando, por ejemplo, tu mujer pueda ir comparando la diferencia entre la auténtica libertad y las rigideces y encorsetamientos que irá experimentando en la organización. Una cosa maravillosa de todo amor es que puede unir lo desigual. Finalmente, el amor ganará la batalla si se logra que nunca haya guerra; bonito contrasentido ¿eh?.

Con afecto

Fulcro







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