Ideas para una conversa equivocada. Para Rocío.- Daniel M.
Fecha Wednesday, 20 June 2007
Tema 040. Después de marcharse


Leo la carta de Rocío, bajo su seudónimo de “alguienqueosapoya”. Y las cartas de réplica de “luxindexborgia” y “otaluto” publicadas el 15 de junio.  Agradezco a Rocío su sinceridad, nos da su testimonio –como otras tantas personas en esta web- y hay que respetar su opinión sobre la Obra.  Sin embargo, me gustaría matizar algo de lo que nos dice: (…)  y pasé una etapa difícil porque para mí Opus Dei=Jesucristo y yo había dejado de ir a misa y de estar en gracia de Dios.
Rocío, nunca se puede afirmar “Opus Dei=Jesucristo”. La Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo, Cristo es su cabeza. Puedes identificar a Cristo con su Iglesia pero nunca con una parte de ella. ¿Porqué? Pues porque el mismo Cristo se lo reveló así a Saulo, le dijo “Saulo, saulo, ¿porqué me persigues? Yo soy Jesús, a quien tu persigues”. Y Saulo, luego el apóstol Pablo, estaba persiguiendo a la Iglesia...


¿De acuerdo? No es el Opus Dei, ni la incorporación a la Prelatura o el acudir a sus prácticas de piedad en grupo lo que nos hace hijos adoptivos de Dios en el único Hijo. Es la oración, el cumplimiento de los mandamientos por amor a Dios, es la recepción de los sacramentos por la que nos viene la gracia sobrenatural, la filiación con Dios, y el convertirnos y ser miembros vivos de la Iglesia fundada por Jesucristo. Y esto, oración, mandamientos y sacramentos son los mismos en toda la Iglesia Católica.
“El que guarda sus mandamientos, es el que le ama” se dice en el Evangelio de Juan. Y el que le ama, será amado por el Padre. Y ambos, vendrán y moraran en él. Esto es lo que nos hace hijos de Dios, el que el Espíritu de Dios esté en nosotros porque rezamos, cumplimos los mandamientos y recibimos la gracia sobrenatural a través de los sacramentos. 
¿Qué la Renovación Carismática te ayudó a volver a Cristo? Estupendo. ¿Qué puede que el Opus Dei te de medios para practicar esa oración, recepción de sacramentos y que esto te sirva de ahora en adelante? Puede ser que te sirva, pero en todo caso no te engañes. No identifiques nunca al Señor con un grupo espiritual determinado de su Iglesia, ni reduzcas su mensaje a un tipo de espiritualidad específica, sean jesuitas, franciscanos, dominicos, neocatecumenales, o el Opus Dei.
La única igualdad válida que podrías hacer es “Opus Dei=Josemaría Escrivá de Balaguer y Albas” por la completa identificación del Prelado y los miembros de la prelatura con la visión, forma de ser y espiritualidad de Josemaría Escrivá.
Si te sirve mi experiencia, yo también fui un converso. Conocí al Opus Dei al año y medio de mi conversión. Ellos no tuvieron nada que ver en ella. Cuando les conocí, tenía esa alegría tuya de la conversión.  Me propusieron pitar porque iba a los medios de formación, retiros, charlas con el cura. No me dieron ninguna información sobre vocación y discernimiento de vocación. Me propusieron pitar en el típico viaje de universitarios a Roma. Pité y… me equivoqué. Mi vocación, que es verdadera vocación,  no era una vocación consagrada, sino una vocación laical. Son diferentes. Ambas  son católicas, tienden a la santidad por la imitación de Jesucristo –único modelo-. Pero la laical está sujeta a los mandamientos, mientras que la consagrada está bajo los mandamientos y al mismo nivel de los mandamientos las reglas de la orden, instituto secular o prelatura personal. Lee el libro “En la intimidad con Dios” de Benedick Baur, explica bien cual es la voluntad de Dios y la diferencia de un laico a un consagrado.
Si, quizás el inciso “prelatura personal” te haya sorprendido. Pero la verdad es la que es, aunque la Prelatura diga otra cosa. La prelatura personal del Opus Dei es una figura de derecho asociativo de la Iglesia, creada por Josemaría Escrivá tras recibir una inspiración del Señor y que desarrolló tomando todo lo que vio en la Iglesia Católica que se podía ajustar a su visión inspirada.
Las charlas o confidencias son por ejemplo copia de la dirección espiritual que llevan los jesuitas entre ellos mismos. La exigencia de cumplimiento de normas y costumbres es propia de las órdenes consagradas. La promesa de celibato de numerario/as y agregado/as son idénticas en resultados a los votos de castidad de los institutos seculares y ordenes religiosas. La exigencia de vida en común de estos numerarios en un centro es también propia de la vida consagrada.
Así que por este tipo de origen y por el posterior diseño de plan de vida, normas y costumbres, y su funcionamiento, la Prelatura personal del Opus Dei pertenece esencialmente al rango de las vocaciones consagradas aunque tecnicismos jurídicos difuminen y oculten esta realidad vocacional.
Tú, a los 18 años, viste que lo tuyo no era ser numeraria. De alguna manera, el Espíritu te hacía sentir que tu camino no es el de una vocación consagrada. Pero la forma en que te fuiste del Opus Dei, la educación previa recibida en el centro –abandonar la vocación es pecado, es condenarse, al igual que aseguraron a tu madre que dejarías de ir a Misa-. Todo esa manipulación sentimental y falta de información correcta sobre la vocación fue una situación de crisis, de tentación. Para mí, que en tu mente tras irte del Opus Dei, te viste como una traidora, como una pecadora y se destruyó la relación filial que tenías con Dios. Y después de eso vino el tipo de vida que cuentas, de relaciones, de dejar la Misa, etc.
La vida tiene numerosas pruebas. Hay una que el Señor permite a bastantes almas, y es esta de que se acerquen a una orden, asociación, institución y por amor a Él  ingresen equivocadas en un camino espiritual que no es el suyo. Al no ser su verdadero camino, sufren, y ese sufrimiento no cesa. Se hace crónico. Acaba convirtiéndose en un trastorno psicológico o una enfermedad. O te lleva a una crisis fuerte de tentación. Tentación de romper con Cristo porque no soportas el sistema de la institución, que te ahuyenta de lo que antes amabas, el trato con Dios. Te puede llevar a negar la fe. Es una prueba que el cristiano sólo puede superar con la ayuda de Cristo: seguir siendo cristiano pese al sufrimiento que nos causen los errores de otros cristianos o de instituciones de la Iglesia al no ayudarnos a discernir correctamente nuestra vocación.
Deberías tener en cuenta esto. Tu experiencia, para no ser una ingenua. Ahora estás con la alegría de la Conversión. [ Dios existe, pese a lo que diga “austrolopithecus” en sus cartas ; ) ]. Dios en su providencia, te ha ido acercando de nuevo al amor a Él, después de años de lejanía y en que te sentías mal porque no vivías según Él y con Él. Estabas mal, pero no por dejar el Opus Dei, sino por dejar la oración, los sacramentos y el cumplimiento de los mandamientos. Esto era lo que te unía a Cristo, no el acudir al Centro y reunirte con los miembros de la Obra. Por favor, no identifiques la vuelta al amor con el placer de volver a rezar las mismas oraciones del Opus Dei. Si quieres rezarlas y te sirven, bueno. Pero no más confusiones.
Piensa, alguna de aquellas numerarias ¿pidieron perdón a tu padre por la forma en que lo llevaron a la exasperación? ¿Sabías que el quinto mandamiento que dice “no matarás” también tiene un apartado que dice “no molestarás”? ¿Y qué es si no que con sus actos llevasen a tu padre a la irritación y a exasperarse?
Sabes que el octavo mandamiento prohíbe el juicio temerario, y ¿que si no es eso de que dijeran a tu madre que podrías dejar de ir a Misa tras irte del Opus Dei? Pues que veían como pecado, como demérito el que les dijeras que no tenías vocación de numeraria. No aceptaban que no fuera tu vocación y en su mente tan reglamentada, estabas abandonando tu camino. Lo cual era juzgar tu interioridad.
Pues no, dejar el Opus Dei no tiene porque ser pecado, ni condenarse. Entre las cartas del viernes 15 está la de Nacho, que nos aporta la lista de 7 obispos que fueron sacerdotes de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Y después de dejar el Opus Dei, siguieron siendo sacerdotes, llegaron a obispos y alguno a cardenal. Así que dejar el Opus Dei no es traicionar a Cristo, ni ir a la condenación, siempre y cuando no sea tu vocación personal. Y siempre cuando el que deja el Opus Dei no se le ocurra apartarse totalmente de la Iglesia, de la Misa, de la Confesión, y empiece a desobedecer los mandamientos y llegue al punto de decir que no cree.
Pero tu caso es positivo. Es una muestra de que Dios espera siempre que sus hijos vuelvan a Él. Pues estupendo por eso y de nuevo, te doy gracias porque no los hayas contado. Yo solo te doy un consejo. Si la Prelatura te sirve para el trato con Dios, vale. Pero sé prudente. No les cuentes nada de tu vida pasada. Para ellos, lo que te pasó, porque te fuiste, etc.… puede seguir siendo más un demérito, que algo digno. Aunque no te lo digan a la cara, y se muestren comprensivos. Al cura, sólo los pecados. Con quien te relaciones, en plan amigas, pero nada de vida interior. No son tus “directoras”, no tienes porque darles cuenta de nada.
Relee la última carta de émeve, cómo para trabajar le preguntaron los motivos de dejar la Obra. No pueden dejar de ser lo que son. Esta es la verdad: jamás reconocerán que se equivocaron en la forma de proponerte ser numeraria, que fue innecesario el sufrimiento que causaron a tu padre, y que no estuvo bien la culpabilidad de pecado que echaron encima de tu alma y que pudo ser la tentación que luego te llevó a una vida separada de Cristo. Aunque fue tu decisión apartarte del Señor entonces, crear la tentación que pudiera inducirte a eso fue en parte responsabilidad de la prelatura.
Así que no les cuentes nada del pasado. Pues ellos quieren saberlo todo, la “sinceridad salvaje” pero luego no responden con la misma moneda. Cuida de tu vocación y siempre fiel a Dios. Me gustaría conocer tu opinión, deseo que te vaya todo bien,
Daniel_M.






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