El Secretario del Cardenal Antoniutti durante muchos años, pero cuando ya había regresado a la Curia, se llamaba Julio (no Antonio) Atienza. Dato exacto para la historia que Nacho va haciendo poco a poco sobre los ambientes eclesiásticos en los que se movía en la otra glaciación.
Y como detalle "anecdótico": le oí varias veces a Escrivá en las tertulias de Villa Tevere la broma de que Antoniutti (por la dureza de la "J" castellana) llamaba a Julito "Culito". Por cierto, un cura vallisoletano, elegante, fino, de ojos azules y muy sonriente, que habría recibido como carga la tarea de ser la sombra de un cardenal al que la Obra tenía algo que agradecer. No se qué habrá sido de él. Tal vez siga en la Curia. El estilo adecuado, como el de Flavio Capucci, que con parecidos rasgos físicos, acabaría allá arriba (a.m.g.D. et Opus Dei)
Alef