La obsesion por el diablo en el Opus Dei.- Leoboig
Fecha Monday, 04 June 2007
Tema 100. Aspectos sociológicos


Hace mucho que no he escrito, pero sigo siendo un lector frecuente.

 

Ante todo, felicidades a Carmen Charo por su estupenda iniciativa y, por descontado, a los orejas por aguantar todo este magnífico “tinglado”.

 

He leído la carta de jacky con tristeza por la situación que está pasando y por no haberle dado alguna respuesta, aunque sean solo algunas palabras… de amistad en su día.  En muchas ocasiones nos resulta muy difícil poder decir alguna cosa concreta que pueda aliviar o remediar un poco el dolor de los que escriben; en otras ocasiones estamos tan perdidos como los que buscan ayuda, en otras simplemente no tenemos tiempo, tenemos problemas, … . Jacky te leemos y nos podemos sentir cerca de ti, ¿pero no se que te puedo decir?  Pienso que lo haces muy bien y que espero que la tranquilidad de conciencia de la que hablas la tomes como una señal clara: al final la tranquilidad de conciencia es la que marca el camino que uno debe seguir.

 

Cuando Ariel escribió pidiendo “pautas para seguir”, estuve pensando un escrito para decirle que yo había pasado por una situación parecida: había sido expulsado, que he recibido y recibo ayuda psiquiatrita, que el poder recuperar nuestros trozos y rehacernos es una tarea lenta, difícil, que parece tantas veces fracasar de forma estrepitosa, pero que se puede ir mejorando y se pude empezar a experimentar, en ocasiones, un poco de felicidad … pero todo se quedo en elucubraciones y buenas intenciones...  lo siento Ariel.

 

 

Aprovecho también el escrito para mostrar mi repulsa a la obsesión demoníaca del Opus Dei. La existencia del diablo y su gran labor de maldad en el mundo es una de las ideas mas dañinas que existen para un crecimiento armónico y maduro lejos de traumas.  Satán, la versión religiosa del “hombre del saco”, “el coco”, “sacamantecas” y tantas otras figuras, ha atemorizado, reprimido, cohibido, infantilizado, … a millones de personas.

 

La pueril (perdón por el calificativo) explicación de padre Fortea, me recuerda la misma visión que se tenía en el Opus Dei (y por desgracia en muchos sectores de la Iglesia) sobre el demonio: uno llegaba casi a ver colas, cuernos y olor a azufre por doquier. La presencia del maligno intentando que no se hiciese el Opus Dei, el agua bendita por la noche, el viaje de Josemaria Escrivá en barco a Italia,  ¡Cuanto daño a las personas!, ¡cuanta creencia absurda!, ¡cuánta desviación de energía!, ¡qué fuente de temor estúpida!, ¡cuanta represión por el terror, por el miedo!, ¡cuanta explicación infantil y cobarde! .

 

En toda la narración del padre Fortea y del artículo de “El Mundo” no hay nada que no pueda ser explicado de forma natural. ¡Menudos periodistas independientes y  objetivos! Durante toda la narración se ve como la creencia en el demonio no es puesta, en verdad, en entredicho. Me da la impresión que han tratado poco con las “enfermedades mentales” y ni siquiera se les ocurre pensar en fenómenos como la hipnosis, la sugestión, …  Supongo que tendremos diablo para rato, para que siga asustando a niños y mayores, para que la gente se espante, para que la gente piense en que seria toda la eternidad rodeados de sujetos como Zabulón (si se llamara Pepe tal vez no espantaría tanto), para que la fe no sea una vivencia libre i responsable. ¡Qué triste!

 

El demonio, la condenación eterna y el pecado original las considero de las tres ideas mas deformantes, morbosas, alienantes y amorales de nuestra historia. Y en el Opus Dei se han exaltado hasta el límite.

 

Volvamos los ojos hacia nosotros, hacia nuestras responsabilidades y dejemos que los demonios entierren a los demonios.

 

Leo Boig









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=10123