No todo es blanco o negro; el Opus Dei tampoco.- Epi
Fecha Friday, 18 May 2007
Tema 010. Testimonios


Queridos amigos:

 

Disculpad si parecía provocador el tono de mi carta.

 

Mi mensaje es sencillo: en los asuntos humanos casi nada es puramente blanco o puramente negro y el Opus Dei no escapa a esa ley. Nosotros nos fuimos de allí porque al cabo del tiempo descubrimos que aquello no era lo nuestro o porque las cosas negras acabaron superando en número o en intensidad a las blancas, pero no porque allí todo fuera objetivamente negro. Además, lo que para unos era muy negro, para otros era muy blanco. Por ejemplo, yo siempre llevé muy mal eso de la santa pureza y lo de tener que consultar las lecturas, pero la corrección fraterna me parecía una cosa estupenda que ya me gustaría poder aplicar de buena gana en mi trabajo. Pero, claro, cuando uno quiere desahogarse contando lo mal que le fue en la Obra, suele contar lo malo, porque contar eso es lo liberador, pero una cosa es contar para liberarse y otra muy distinta contar para hacerse la víctima y proclamarse la inocencia en persona en las garras de un sistema pérfido, porque no hay sistemas pérfidos sin personas pérfidas. Los culpables no son los bandos, ni los sistemas, sino las personas, que son las que hacen los sistemas. Acusar constantemente de pérfido el sistema de la Obra es acusar de pérfidos a los que perseveran en ella y eso no es justo...



En cuanto al papel que cumplen nuestros testimonios en Opuslibros, mi mensaje es muy sencillo: los testimonios de Opuslibros son ciertos y me los creo de cabo a rabo porque los he vivido en mis propias carnes, así que no suscribo la acusación de los foráneos que de tarde en tarde visitan la página para tacharla de mentirosa. Pero, Luxindexborgia, tendrás que conceder que los ex que escribimos aquí nos parecemos más bien a los novios desencantados que contamos lo mal que nos fue con Mengana, mientras que las páginas oficiales de la Obra se parecen más bien a lo que Mengana cuenta de sí misma. Los primeros nos desahogamos y los segundos venden el producto. No creo que con sólo esos dos testimonios se haga alguien una idea cabal de lo que es la Obra.

 

En cuanto al victimismo, considero que no todos los ex fuimos víctimas, a no ser que llamemos víctima a todo aquel que haya salido escaldado y arrepentido de una asociación o de una relación amorosa. Yo sólo concedería esa condición de víctima a los que, por una especial debilidad de carácter y por estar rodeado permanentemente de directores fríos y crueles y amenazantes, no pudieron reunir las suficientes agallas para dar el portazo hasta que lo despidieron cuando ya estaba enfermo e inútil: sólo a ése considero víctima. A los demás, que somos mayoría, fuimos personas dueñas de nuestros actos. Si creemos en la libertad, tenemos que asumir que lo que hemos hecho nosotros lo hemos hecho nosotros y que esa Obra de la que tanto abominamos contribuimos a hacerla también nosotros y que entonces no teníamos un microchip en el cerebro que nos obligase a hacer cosas abominables. Cuando yo asumí que fui yo y no la Obra quien hizo ciertas tonterías en mi época de nume, me perdoné a mí mismo y a todos los que en la Obra hicieron lo mismo que yo. Si uno no hace eso, es decir, si uno no se da cuenta de que las cosas malas las hacen las personas como tú y como yo, se inventa culpables fantasmales: las mafias invisibles, el espíritu perverso del Opus, directores en la sombra, los espíritus diabólicos... Las culpas las tenemos las personas, no los entes. Y cuando uno asume su responsabilidad y se perdona, entonces y sólo entonces perdona a la Obra. Pero si uno no perdona a la Obra, se niega a reconocerse en lo que hizo en ella y por tanto la tiene que criminalizar para sentirse santo. ¿No es más digno reconocer nuestra responsabilidad y nuestra pusilanimidad para romper con la Obra, en vez de ir diciendo: Qué penita me doy, cuánto tiempo perdido, qué malos que fueron conmigo con lo buenísimo que soy?

 

Ése es mi mensaje:

 1. Asumir nuestra gran parte de responsabilidad

 2. Perdonarnos a nosotros mismos

 3. Perdonar a la Obra

 

Una vez hecho eso, uno habla del Opus Dei con mucha más libertad, con menos prejuicio. Ese ha sido el gran servicio de Opuslibros para mí: encontrar almas gemelas, sentirme por tanto menos marciano, matar a los fantasmas del pasado y reconocer lo que no me gustó de aquello y por qué y lo que sí me gustó. Ahora veo feliz a mi hermana dentro de la Obra y la entiendo y la admiro y no veo en ella ninguna de esas caricaturas que según algunos ex son los numes: cínicos, con doble vida, anulados, empastillados, obedientes fanáticos...

 

En cuanto a Cooper, tampoco estoy de acuerdo con él. Yo no niego ninguna de las cosas que en Opuslibros se denuncian. Faltaría más. Sencillamente digo que esas cosas tan graves no son tan abundantes y en todo caso tienen el deber de denunciarlas los que directamente las padecieron. Si alguno de los participantes en Opuslibros vio violado su secreto de confesión o lo vio violar, entonces debe alzar la voz alta y clara. Pero estoy segurísimo de que el noventa y nueve por ciento de personas que aquí escriben no vio eso jamás. Y, por favor, Cooper, no pretendo sustituir a José Carlos. Mis escritos en esta página lo demuestran. Tan sólo digo que entre los ex hay de todo, no sólo gente que escribe terriblemente en contra del Opus Dei y por eso le viene bien a esta página la voz de un ex que no lo vea todo tan negro.

 

En cuanto a Trinity, veo que es partidaria de los sambenitos y de la teoría de las conspiraciones universales. De los sambenitos porque a todo el que no le tiene tanta tirria al Opus como su persona lo considera sencillamente opusino; me recuerda a esas personas que para demostrar al mundo cuán de izquierdas son llaman facha al que, por ejemplo, no sea muy partidario del Che Guevara. Y de las conspiraciones universales porque con su casualmente del mensaje del miércoles 16 de mayo da a entender que Eidsupo, a quien no tengo el gusto de conocer ni de leer, y un servidor somos infiltrados de la prelatura. ¡Trinity es más antiopusina que nadie, así que cuidado con el que no lo sea tanto como ella: será considerado opusino infiltrado y peligroso! Trinity, porfa, no utilices argumentos ad hominem, sino sencillamente argumentos.

 

Y por último, querido Austronesio, estoy de acuerdo con tu puntualización.

 

Un abrazo, amigos, y seguid ahí.

Ex corde

Epi







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