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 Correos: Cartas al director del entorno opusdeista.- Metalhead

100. Aspectos sociológicos
Metalhead :

Hola!

Yo nací en Pamplona en el año 1980. Entre 1986 y 1991 estudié en un colegio de los Hermanos Maristas; guardo grandes recuerdos de aquella época. Hacia 5º de EGB mi rendimiento académico bajó un poco, de manera que mis padres, con la mejor intención del mundo,decidieron matricularme en El Redín, colegio de Fomento cuya dirección espiritual la lleva gente del Opus. Allí, desde 6º de EGB hasta COU fui descubriendo ese peculiar mundo llamado OPUS DEI.

He de decir que nunca me atrajo tal ambiente, pero en -cierto modo- lograron meterme el miedo en el cuerpo: todo el día hablándonos del Infierno, del demonio, del binomio salvación-condenación, de los mandamientos 6º y 9º. Lo cierto es que estos temas pueden impresionar y atemorizar bastante a un niño de 12 años. No tardé demasiado en empezar a coger manía a la gente del Opus con sus acosos, ñoñerías y clasismos. Pese a la mencionada "manía" yo me creía más o menos todo lo que me contaban.


Con el paso de los años mi amplitud de horizontes creció hasta llegar a perder la fe casi del todo: a día de hoy soy el perfecto católico no practicante tendiendo a no creyente.


Desde la perspectiva de los 24 años de edad me doy cuenta de las barbaridades que se cometían (y supongo que se seguirán cometiendo) en los colegios del Opus: clasismo reinante por doquier, humillaciones a los alumnos por parte de algunos profesores, intromisión en la vida íntima de los críos (preceptor/cura: "¿cuántas pajitas te has hecho esta semana, fulanito?" ). ¿Acaso es de recibo que un profesor le pregunte a un adolescente por su recién estrenada vida sexual?


He llegado a pensar que detrás de toda esa avalancha de preguntas relacionadas con el sexo hay "algo más": una especie de morbo o deseo sexual frustrado. No creo que ande muy lejos de vislumbrar la verdad, teniendo en cuenta que en el colegio donde yo estudié hubo, hasta 1994, un conserje numerario que acostumbraba meterles la camisa por dentro del pantalón a los niños con fines bastante alejados de lo que predica el Opus: fueron varios mis compañeros de clase los que aseguraron haber experimentado los "tocamientos" de él. Lo último que sé de ese numerario es que fue a trabajar a la "Meca" española del Opus: Torreciudad.

Terminé COU en Junio de 1999; en septiembre de ese mismo año comencé a estudiar Humanidades en la Universidad de Navarra (del Opus, para variar). Aquí el ambiente es muchísimo más permisivo que en un colegio con 600 ó 700 alumnos; es algo lógico y comprensible: si no quieren quedarse solos y aislados en su burbuja deben abrirse al mundo, al menos en "gandes feudos" como este, donde estudia gente de todo tipo.

En febrero de 2003 una ola de frío azotó gran parte de la península Ibérica; Eduardo Buxens, fotógrafo de Diario de Navarra, publicó una imágen en relación con tan intenso frío: una chica abrigada hasta las cejas esperando al autobús contrastaba con la imágen de una valla publicitaria de fondo en la que se podía ver parte de la anatomí ade una modelo anunciando ropa interior femenina. He de decir que la fotografía en cuestión pasaba tan desapercibida que ni siquiera reparé en ella el día que fue publicada.


Pero hubo alguna que otra persona que quiso buscarle cinco pies al gato y aprovechó la ocasión para criticar al fotógrafo y poner de manifiesto sus trasnochadas ideas: poco se hicieron esperar las cartas dirigidas al director de Diario de Navarra; hubo dos personas, J.M.P.B. y T.G.C, que yo sabía de muy buena tinta que eran del entorno opusdeísta (que no miembros) que escribieron unas cartas al director que daban risa; reproduzco algunas de sus palabras:

J.M.P.B.: "¿Qué puede pensar un hijo de un padre al que se le cae la baba viendo a una moza que vende su cuerpo en un cartel de las marquesinas del autobús? (...) no se con qué conciencia dirá este hombre a su mujer "te quiero" cuando, mientras espera al autobús no es su esposa precisamente la que ocupa su corazón". Las tonterías se sucedían unas a otras; para poner la guinda al pastel, este iluminado decía que las modelos que se dejan fotografiar en ropa interior practican una prostitución de baja intensidad, y que los maridos que las miran hacen lo propio con la fidelidad a sus esposas ("infidelidad de baja intensidad")


¡Toma ya!

T.G.C., por su parte decía, en un tono mucho menos inquisitorio que le parecía de mal gusto la foto del periódico.


Yo leí su carta desconociendo que días atrás, J.M.P.B. había publicado una mucho más "opusiana". Se me calentó la sangre en las venas y decidí escribir al periódico una carta de lo más incendiaria:

"Qué irónico resulta leer en Cartas al director de Diario de Navarra una serie de textos cuyo tema es siempre el mismo: la indecorosa publicidad en las marquesinas de las paradas de autobús. Si en el pasado nos han hecho soltar alguna que otra carcajada los exagerados escrúpulos y devaneos de los señores T. P. y E. M., ahora es T.G.C. quien saca las cosas de quicio. En su carta publicada el pasado 23 de febrero, pone de manifiesto su indignación ante un anuncio de ropa interiorfemenina que, en mi opinión, alegra bastante la vista de quienes no tenemos la desgracia de poseer una mente calenturienta y ultraconservadora. Señora TGC, estamos hablando de publicidad de ropa interior que rezuma un poco de erotismo, no de material pornográfico que muchos onsideramos (el abajo firmante el primero) de mal gusto. No quisiera con mis palabras herir la sensibilidad de nadie, pero me da la impresión de que las tres personas que he mencionado pertenecen a un ámbito ideológico-religioso muy similar. En mi pueblo se llama Opus Dei y tiene fama de practicar excelentes lavados de cerebro a asus miembros. También es cierto que sus integrantes suelen ser gente muy disciplinada y trabajadora. Ojalá algún día lleguen a tener una visión del mundo algo más tolerante.

Conociendo la tendencia de Diario de Navarra, dudo que estas líneas lleguen a ser publicadas; si ven la luz algún día quizá haya lectores que me den la razón."


A partir de aquí comenzó el calvario de quien escribe estas líneas; como era lógico las cartas en mi contra no se hicieron esperar. Yo no temía demasiado las posibles críticas; lo que más miedo me daba era mi posible expulsión de la Universidad del Opus. Afortunadamente no me echaron; sigo aquí estudiando y trabajando y escribiendo estas líneas desde uno de sus ordenadores.

Las críticas que me llegaron fueron terribles: llegué incluso a temer por mi integridad física. Recuerdo que muchas veces caminaba por los pasillos de la Universidad dándome la vuelta cada 10 ó 15 metros, por si alguien me seguía; sé que esto suena paranoico y digno de un loco con fobias persecutorias, pero el ambiente hostil que se creó a mi alrededor despertó en mí un miedo dificil de controlar.

Pasaré a escribir alginos de los piropos que me llegaron, vía Diario de Navarra:

TGC se enteró de que yo trabajaba como becario en la Universidad y lo mencionó en su carta de respuesta a fin de hacer sonar ciertas alarmas en rectorado; su carta concluía así:

"podemos seguir debatiendo otro día. Los dos disfrutamos pensando con ironía. Te invito a un pincho (tu trabajas en la Universidad de Navarra y yo estudio allí.) De verdad te dejas lavar el cerebro?"

Hubo alrededor de 8 cartas de respuesta a la mía: ya se sabe, si les tocas los cojones a los del Opus se defienden con uñas y dientes; llegaron a llamarme pervertido, machista, ordinario... en un periódico con una tirada de 90.000 ejemplares. El caso más extremo que recuerdo es el de una persona que tituló su carta (en el periódico el título de esas cartas aparece en negrita y a tamaño titular pequeño) "Fulanito de tal y sus marquesinas"

Está claro que estas personas demostraron un exquisito pudor para lo referente al erotismo; realmente respetan muy mucho los mandamientos 6º y 9º; lo que no llevan muy bien es la caridad con el prójimo.

METALHEAD


Publicado el Tuesday, 24 February 2004



 
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