Para Agustina:

Quisiera hacer una sugerencia, para que los de fuera, también entendamos al Opus Dei en forma objetiva, y para facilitar también una información abierta, para la sociedad civil y para el Vaticano (y obligarles también al final a una auditoria):

1)      Un artículo enciclopédico propio, desarrollado por Opuslibros (el artículo de Wikipedia se inspira además de Opuslibros), donde se aclare lo siguiente:

-         La persona y la historia del fundador, José María Escrivá Albás

-         La institución del Opus Dei (y la relación con la personalidad de su fundador)

* Tomando como modelo la expresión filosófica “Yo soy, yo y mi circunstancia” (J. Ortega y Gasset), el Opus Dei sería la circunstancia artificial que el fundador, Escrivá, intentó como sacerdote construir entorno a sí mismo (además, como sacerdote – de ahí varias deficiencias graves, en cuanto al espíritu laical). Esto explicaría las disfunciones y el sufrimiento de miles de personas seglares que han sido miembros...

 2)      Un diccionario de terminología básica, de acceso fácil, para entender mejor el funcionamiento del Opus Dei;

Palabras básicas (ver cuales definir): “pitar”, “numerario”, “supernumerario”, “agregado”, “cooperador”, “prelado”, “prelatura”, “relación contractual”, “testamento”, “nómina”, “dinero”, “seguridad social”, “carisma fundacional”, “santificación del trabajo”, “santidad” (según el Opus Dei), “San Miguel”, “San Gabriel”, “San Rafael”, etc.

Como en este sitio ya se funciona con el sistema de vínculos, podría haber vínculos hacia distintos artículos y documentos (para demostrar lo que se explica) – p.ej. el catecismo de la Obra, etc. –, y servirse de los distintos testimonios y correos para facilitar este trabajo.

Creo que ya estáis en una etapa en que podríais empezar a sistematizar la información. También, no os esperéis a que los teólogos del Vaticano hagan todo este trabajo por vosotros, porque no lo harán (por distintos motivos – además de estar ocupados con otras cosas –; ya sabéis lo que está ocurriendo con la teología de la liberación). Hace falta una reflexión que empiece con perspectivas antropológicas (basadas sobre lo que es ser “persona”), antes que sólo teológicas (la teología debería venir sólo después).

La correspondencia publicada en este sitio en sí no basta, a pesar de su función terapéutica, y por muy divertida que sea. Uno pierde mucho tiempo, sobre todo los que lo vemos desde fuera, leyendo sólo testimonios. Si os digo la verdad, debido a la estructura de este sitio, yo hasta ahora, apenas he leído los documentos internos (tengo además poco interés en hacerlo, porque quiero vivir otra espiritualidad). He descubierto muchísimos errores de perspectiva en estos documentos, pero esto no es suficiente para una comprensión sistemática. Las contradicciones abundan en el Catecismo de la Obra; hubiese podido escribir otro artículo sobre los “Cooperadores” y las comunidades religiosas (y el lugar que se hace de todo esto, en el Consejo Pontificio para los Laicos), otra prueba más de que las cosas no cuadran para la Prelatura.

Aclaraciones sobre una expresión: “Antropología metafísica”, inspirada en la reflexión filosófica de Julián Marías.

En el caso del Opus Dei, se me ha ocurrido remplazar la palabra “metafísica” (debido a sus orígenes en la filosofía de la naturaleza de los griegos), en forma equivalente, por la palabra “santidad”. Así evitamos algunas confusiones y equívocos.

En este caso, se trataría de ver qué se entiende en el Opus Dei, con esta palabra “santidad” (ésta sería la auténtica metafísica implícita – y seguramente muy mal fundamentada antropológicamente –, que se puede descubrir incluso a través del estudio de los documentos, y más que equívoca, por la utilización que se hace de ello, del Opus Dei).

Por lo que he podido ver hasta ahora en algunos documentos, esta idea está determinada por un ideal y prácticas de tipo “ascético”, además impuestos (esta forma de entender las cosas está completamente ausente en otros movimientos de la Iglesia – pongo como ejemplo, los laicos de las CVX). El origen de este ideal ascético es religioso (sacado de las prácticas ascéticas de los religiosos y santos del pasado – San Pedro de Alcántara es el campeón de todos ellos, hasta dormía sentado en una silla para luchar contra el pecado; seguro que el Prelado hace lo mismo todas las noches), no creo que sea propio de los laicos: Ellos mismo deben de ir aclarando y determinando, con discernimiento, sus propias y santas costumbres.

Otra cosa que llama mucho la atención en cuanto a este tema de la “santidad”: es que en todos los catecismos sucesivos del Opus Dei, está completamente ausente la triple visión que el Concilio Vaticano II ha puesto en evidencia, de todo cristiano bautizado, como “profeta”, “sacerdote” y “rey” (libertad de los hijos de Dios en Cristo). Sólo aparece una referencia vaga e incompleta, al seglar como “alma sacerdotal” (de ahí las prácticas cristianas y de hábitos de vida, estrictamente ascéticas).

Hay en ese catecismo también algo, cuando en sus preguntas/respuestas de catecismo antiguo, preguntan si existen personas “sagradas”, y contestan que sólo los sacerdotes son personas sagradas. No se han dado aún cuenta de que toda persona humana, es sagrada en su dignidad de hijo/hija de Dios (más aún en la triple vocación bautismal).

Un elemento adicional para evaluar esta “antropología de la santidad”. De forma general, no existe ningún compromiso real por parte del Opus Dei, para luchar contra las injusticias humanas y sociales de todo tipo en el mundo. Sin embargo, este programa de vida (cada uno debería discernirlo libremente, dentro de su propia Misión), está en las mismas Bienaventuranzas. *Los ex-miembros que escriben en este sitio, al denunciar muchas injusticias, sí que lo han puesto en práctica.

También se habla de la “santificación del trabajo” (para su utilización por el Opus Dei, como superestructura – queda cada vez más claro, que esto se ha inventado para sacar el dinero de la gente en forma sistemática). La acción en la persona es una categoría antropológica mucho más fundamental en el ser humano; hasta lo descubrió el propio Papa Karol Wojtyla. *Que el Papa Benedicto XVI lo tenga en cuenta (si acaba interviniendo en este asunto); él sabe que su predecesor, al que admira mucho, ha sido un gran filósofo.

Otra aclaración adicional, en referencia al título de un correo anterior:

No se puede sacar una antropología “metafísica” del Opus Dei como institución (aunque ellos quieran creérselo), sino solamente de las personas que han pertenecido o pertenecen a esa estructura. La importancia de partir de una filosofía de la persona, la tenemos en que este punto de vista ha sido alcanzado y desarrollado en el siglo XX, en forma independiente y convergente, buscando su fundamentación ontológica, entre los pensadores cristianos (entre ellos, Emmanuel Mounier, Edith Stein, Romano Guardini, Julián Marías, y hasta el propio Papa Karol Wojtyla – ver por ejemplo, su obra filosófica principal, “Persona y acción”).

En vez de las categorías confusas de “numerarios” y “supernumerarios” (donde se trata a las personas como números), “agregados”, “cooperadores”, donde en todo esto se hace una mezcla muy confusa de laicos y sacerdotes, se debería partir de lo siguiente:

-         Hombre y mujer (cómo la estructura del Opus Dei concibe y aliena la relación entre ambos sexos; no ha favorecido nunca la amistad entre hombres y mujeres, ni siquiera de forma general – cuando su importancia en el ser humano es primordial). En función de esta diferenciación básica de los sexos, lo siguiente:

-         Solteros (y su entorno – “circunstancia” – con familia o sin ella)

-         Casados (y su entorno – “circunstancia” –: familiar, laboral, etc.)

-         Sacerdotes (y el tipo de entorno, “circunstancia”, en el que se les hace actuar); incluso, entre los sacerdotes, en qué forma están educados (para mantener el control de tipo clerical sobre la superestructura), de entender las relaciones entre hombres y mujeres (el núcleo esencial, fundamental, de toda antropología).

También se podría usar la noción de “estructura empírica” de la vida humana (desarrollada por el filósofo Julián Marías, para entender la realidad humana – más allá del énfasis anterior de la filosofía sobre la naturaleza y las cosas), para entender la estructura y las variaciones en las costumbres humanas (y hasta sus posibles patologías), tanto en el modelo del Opus Dei, como en la sociedad moderna actual.

Éstas son algunas ideas que se me ocurren, para los que quieran estudiar desde un punto de vista antropológico, la estructura empírica de la vida humana, denominada Opus Dei (o “Prelatura”).

Un saludo para todos.

‘IgnaciodeLoyola’

P.D. Se me ocurre lo siguiente: la única que realmente podrá pedir perdón (asumiendo incluso lo que no debería asumir – por las ocultaciones que se le ha hecho), por todo este daño que se ha hecho, es la Iglesia, por ser la única en ser santa en Cristo. Esperemos que lo haga.

Si la Iglesia católica no se enfrentara a tiempo con esta situación interna, los acontecimientos que vayan ocurriendo en el mundo, la tomarán completamente por sorpresa. Vivimos en una época de cambios acelerados, en que ya no se puede hacer las cosas como en el pasado.

Todo esto que escribo es no sólo un servicio para ayudar a entender mejor el Opus Dei, sino que me ayuda también a mí (después de haberme dado cuenta de lo que esta situación significa en España), para aclarar algunas nociones filosóficas. Luego me serviré del desarrollo de estas ideas, para cosas más interesantes y valiosas.

A los que todo esto no interese, seguid adelante con otros escritos más divertidos.

Nota de Agustina.- Querido Ignacio, a mí me gustaría poder hacer todo lo que sugieres pero materialmente, no tengo tiempo. Así que si alguno de los muchos amigos que nos leen pueden hacerlo, será de agradecer. Un saludo, Agustina.