Buscando en el sitio oficial del Vaticano, me llamó la atención, entre las Asociaciones internacionales de fieles laicos, que en el caso del Opus Dei, sólo se mencione a los “Cooperadores”:

Sólo aparece la categoría: "Cooperadores" del Opus Dei . La descripción es la siguiente:

“Se llaman Cooperadores del Opus Dei los hombres y las mujeres que, sin ser fieles de la Prelatura del Opus Dei, constituyen una asociación propia e inseparable de la Prelatura. Los Cooperadores, junto a los fieles de la Prelatura, colaboran mediante la oración, el trabajo y la ayuda económica a la realización de actividades educativas, asistenciales, de promoción cultural y social, contribuyendo al bien común de la sociedad. Entre los Cooperadores del Opus Dei, también hay no católicos, no cristianos y no creyentes, que comparten los objetivos de promoción humana y social a los que tienden las iniciativas apostólicas que, abiertas a todos, promueven los fieles (laicos y sacerdotes) de la Prelatura junto a tantos otros ciudadanos. Los Cooperadores se benefician de la oración del Opus Dei; además, si así lo desean, pueden servirse de la formación que ofrece la Prelatura para profundizar el mensaje de Jesús y la propia vida espiritual, y dar un testimonio personal –sin formar grupos– coherente con la vocación cristiana. Tal formación solicita a los Cooperadores católicos a recurrir a la oración, a los sacramentos, a la intercesión de la Virgen, demostrando con las obras su amor a la Iglesia, al Sucesor de Pedro y a los obispos. Un punto esencial del espíritu del Opus Dei, presente en la formación, es la santificación del trabajo profesional y de los deberes familiares y sociales, es decir, la identificación con Cristo en la vida cotidiana. Los Cooperadores colaboran también personalmente con otras iniciativas apostólicas en sus respectivas diócesis.”

Nadie conoce en realidad las cifras reales de estos “Cooperadores”. Forman parte de esta categoría, de esta casta inferior de “redimibles” (no quiero ofender a nadie): los ex-miembros, los musulmanes, los budistas y todos los hombres de buena voluntad (todo esto se hace para seguir utilizando a la gente, supongo para sacarles algo de dinero, a cambio de rezar por ellos). Luego se dirá que todo esto se hace para favorecer el Ecumenismo. ¿No será éste un engaño que se le ha hecho al Vaticano? ¿Una forma de tener finalmente en los hechos, una Prelatura “cum populo” (como decís vosotros)?

Todo esto es muy importante, para entender luego las diferencias que existen con otras formas en la Iglesia, de ver a los laicos (ver luego la segunda sección de este artículo).

Usando ahora el propio Motor de búsqueda del Vaticano, pongo las dos palabras siguientes: numerario(s), supernumerario(s):

A ver ahora lo que sale:

(*Motor de búsqueda del Vaticano)

Resultado de la búsqueda: Nada

Si el Vaticano incluye entre las Asociaciones internacionales de fieles, los efectivos completos hasta de un grupo como el Movimiento Apostólico Regnum Christi (Legionarios), ¿Por qué no se incluye, en el caso del Opus Dei, a todos los demás fieles laicos de la Prelatura?

El caso de la Prelatura, ¿es un caso aparte?...

Tal vez, poner sólo a los "Cooperadores", que pueden ser hasta ateos - así uno puede llegar a tener más miembros que todas las demás asociaciones católicas juntas -, sea una forma de engañar al Vaticano (o de algunos en el Vaticano, de engañar a los demás, quien sabe…), y al propio Papa Benedicto XVI.

¿Resulta ahora que la Prelatura es una estructura propia, "cum populo", como decís vosotros? ¿A pesar de que justamente Ratzinger, el actual Papa Benedicto XVI, haya querido evitarlo?

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Contestando ahora a E.B.E. (ambas secciones de este artículo tienen relación entre si).

El propósito inicial de este artículo (intentando mantenerme lo más posible al margen del tema Opus Dei), era aclarar un correo suyo, que sólo toma como punto de referencia a los jesuitas como comunidad de religiosos (es una actitud muy frecuente; por eso muchos grupos han querido llamarse también “milicias”, “legión” y “legionarios”), y por ello está completamente equivocado.

Me limitaré a proporcionar los siguientes vínculos, para que compruebes por tu cuenta (para fines comparativos sobre todo), las diferencias que existen entre un movimiento laical ignaciano, las comunidades CVX (el más importante actualmente en el contexto de la espiritualidad ignaciana), y el Opus Dei:

Información sobre Comunidades CVX en el Vaticano: Consejo Pontificio para los Laicos - Asociaciones internacionales de fieles:

El número de miembros publicado por el Vaticano sobre esta asociación de laicos: 123.000 miembros (la Compañía de Jesús tiene unos 20.000 miembros; sin embargo, no se debería confundir esto con las CVX; es lo habitual, tomar como referencia sólo a los Jesuitas).

Sólo quiero citar, en el siguiente artículo de Wikipedia (contiene una errata que se debería rectificar: en las CVX, participan personas de distintas edades), la actitud que han tenido los Jesuitas hacia las Comunidades CVX, aún actuando como fuente de inspiración, de dejarles autonomía y permitir que tengan su estructura y desarrollo propios:

"El padre Arrupe como Superior General de la Compañía de Jesús, fue quien entregó a los laicos la responsabilidad de la dirección de la CVX, y pidió a los jesuitas que en la medida de lo posible dejaran el rol directivo y empezaran a actuar más como fuente de inspiración y como animadores en la comunidad".

La solución para entender mejor algunas cosas (para que acabéis aclarando lo vuestro, os toca a vosotros hacerlo), consistiría en tomar como punto de comparación, a un movimiento de laicos con suficiente autonomía de funcionamiento (sin intromisiones permanentes de tipo clerical), y un número suficiente de miembros. Por ejemplo, las Comunidades CVX, compuestas por 123.000 miembros. Seguro que se podría intentar lo mismo, con otros movimientos laicales de la Iglesia. En vez de estar siempre tomando como punto de referencia a los religiosos, como se suele hacer con los Jesuitas.

Lo que impide entender a los demás movimientos laicales de la Iglesia desde una perspectiva adecuada (y que os entendáis también mejor a vosotros mismos), es la confusión permanente que ocasiona la Prelatura, tanto a miembros como a ex-miembros (y no digamos nada de eso de los “Cooperadores”).

Los que lo vemos desde fuera, nos quedamos también muy sorprendidos. ¿Será ésta una de las numerosas confusiones que ha ocasionado el Opus Dei a lo largo de su historia?

Un saludo para todos.

'IgnaciodeLoyola'