carocha :
Gervasio,
me parece muy interesante el modo de tu último escrito, “Denunciar al Opus Dei ante la Iglesia” Pero me parece (una vez más :)) que es fundamental tener peso en google – y los blogs - aunque con sus limitaciones, en esta charada de los comportamientos de autoridad: de la Iglesia, de los tribunales, de las mentalidades dominantes.
En la gloriosa época de la construcción de la mentalidad de la Firma, todo se hacía con un recato y una “delicadeza” admirables, y era posible “ahorrar” muchos “disgustos” al frágil publico: tiempos felices. Ahora, hay que pensar dos veces, porque las denuncias surgen de la mano de gente incómoda y que no pide permiso ni excusas, porque no figura en los payrolls habituales y porque no necesita cumplir con formalidades huecas. Gente con afinidades que no nacen del dinero ni de intereses de grupo: subversión total, a escala global, ingeniosa y de ejecución barata – cosa de amigos, radicalmente incomprensible en la Firma. La esperanza no es, por eso, una actitud estúpida, es antes, me parece, la única actitud con sentido, porque no se basa en buenos sentimientos e intenciones, sino en prosaicas y asequibles capacidades - pero hay que refrescar un poco la descripción de las virtudes, y lo que se sigue tal vez no sea para cardíacos.
Una cosa sobre Inês de Castro: lo que escribías no se le aplica, es totalmente al revés: ella no “quería ser reina después de muerta”, pobre Inês de Castro: pero la suya fue una historia de amor especialmente implacable – y pobres son los otros.
Saludos,
carocha
Publicado el Wednesday, 11 April 2007
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