Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Correos: Tanteando en nuestra ceguera.- Satur

090. Espiritualidad y ascética
Satur :

El testimonio del día 20 de Carine me pareció, otra vez un texto de dolor, conmovedor por su serenidad y contundencia. Me llamó la atención un párrafo que trata de su misteriosa enfermedad:

"Me dijeron que lo ofreciera porque Dios me estaba demostrando que me querìa especialmente y yo lo ofrecía pero si hubiera estado tranquila con lo que veía y vivía, quizá hubiera aceptado que mi enfermedad sin nombre me la mandaba Dios; lo que pasa es que el caos o el sinsentido de lo que tenía que vivir por ser numeraria no me daba casi ningún momento de paz ni de aceptación a la voluntad de Dios que se manifestaba, al parecer, por enviarme una enfermedad sin nombre."

No es cierto que Dios quiera toda enfermedad, ni que esa enfermedad sea una manifestación de la voluntad de Dios. Dios nos quiere siempre, y las enfermedades no siempre son queridas por Dios, y más cuando somos nosotros los que nos las provocamos por desorden, por herencia, por nuestra poca cabeza, o por vete tú a saber qué. Antes o después en la vida de cada uno de nosotros nos toparemos con la experiencia del dolor. Nadie puede zafarse a la experiencia del sufrimiento; por muy egoísta que se sea, por muy bien que se lo monte, por mucho que se programe la vida, nadie escapará al sufrimiento. De una forma u otra todos acabaremos siendo hombres dolientes... pero, ojos pestaña que la vista engaña, no ese dolor que viene generado por un tipo de vida que puedo encauzar, cambiar. No se puede vivir en la mentira, aunque esté disfrazada de ideales de santidad, de vocación y de entrega.

Esa es una de las mentiras de la opus: los espectadores, nuestros hermanos y directores, exigen que permanezcas fiel al primer papel que escogiste -algunos a los catorce, quince o dieciséis años-. Y saben, como lo sabemos todos, que ese papel expresa la realidad de un momento. ¿Y mañana?. Mañana el deseo de agradar, el de ganarte la vida, el de no dar pena o escandalizar a los que han creído en ti, se conjurarán para convertirte en un pelele de tu propio ideal. Saben que tu enfermedad está provocada por ese "sin sentido" que habla Carine, entonces, ¿por qué son tan duros en no entender que cuando cambia la realidad ha de cambiar también el papel?.

En esta tragicomedia del "Gran Teatro del Mundo" de la que sólo Dios conoce el argumento, tengo para mí, como una intuición, que aquel que interprete más papeles será el que más se aproxime al pensamiento de su autor; a condición de que esos papeles se adapten a la verdad y no rompan nuestra unidad interior. Carine hizo muy bien en buscar su propia vocación. Y Lo expresa de un modo sereno.

"Si fuerais ciegos, no tendríais pecado. Pero decís: vemos, y vuestro pecado permanece". Ese es el veneno de la conciencia farisaica que anida en algunos modos y pensamientos de la opus: no quita la ceguera respecto a Dios, pero intenta convencernos de que vemos: vemos a través de ellos, ven mejor que tú, son tus guías, saben más. Tu sólo tienes que obedecer, aceptar, callar. Así perpetúan el pecado impidiendo al hombre el ascenso personal al amor de Dios, en ocasiones tanteando en nuestra ceguera.

Tanteando en nuestra ceguera.

Satur


Publicado el Sunday, 22 February 2004



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 090. Espiritualidad y ascética


Noticia más leída sobre 090. Espiritualidad y ascética:
Indice estructurado de los documentos internos.- EscriBa


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.122 Segundos